🕯45 - Final🕯

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Ansiosos, los muy experimentados maleantes estuvieron muy al tanto de cualquier movimiento que ocurría dentro y fuera del auto. Ya fuese un árbol agitando sus ramas y tirando la escarcha por el viento congelado, o cualquier mueca o sonido extraño que proviniera de entre ellos.

Con bastante ayuda de JungKook, estaban a punto de salir de territorio italiano, faltando minutos para poder llegar a Hermagor, orillas de Austria y su salida de Italia, donde el joven alfa ya estaba entablando conexión con una mujer, colega de su clan, quien les ayudaría a cruzar sin problemas. Ahora, solo se dedicaba a observar las video cámaras cercanas a ellos y teléfonos celulares, vigilando que nadie los estuviese siguiendo.

Aunque él sabía, que estaban siendo observados.

SeokJin bostezó. Estaba agotado, adolorido y mareado, pero no podía dormir debido al poco espacio y no planeaba decírselo a los demás, así que solo se limitaba a observar por la ventana oscura el frío paisaje.

Fue así, hasta que el pequeño de cabello rosado habló, captando la atención de todos, en especial la de YoonGi, quien miró por el retrovisor al Omega.

- JungKook, ¿verdad? - Le llamó JiMin, con un tono débil, mientras mantenía su cabeza recostada en el hombro de SeokJin.

- Sí - Asintió ligeramente sin verse muy afectado por sus feromonas tan empalagosas. El Omega paseo la mirada por su apariencia, que, a juzgar por sus tatuajes, su tono de voz era dulce.

- ¿Sabrás algo de la Señorita Manoban?

JungKook y los otros dos se sorprendieron. Habían olvidado que él era subordinado e inquilino con Lalisa.

- En realidad, no. Me entere, como todos, que hubo una intercepción en el auto en que venían, pero deje el caso una vez que mi jefe, el capo, te acepto como uno suyo.

Al pobre JiMin se le aguadaron los ojos, siendo fácil para los demás notar su pálido rostro mostrar unas tristes y desesperanzadas muecas. ¿Acaso así de fácil ya era de otro bando?

Los Alfas, JungKook y YoonGi notaron su cambio de humor a través de su aroma, por lo que YoonGi decidió intervenir.

- En las cámaras que captaron el accidente y el secuestro, solo pasan después el cómo llegan las ambulancias y se llevan a los heridos - Dijo - Parece que estuvo inconsciente un tiempo, pero no hay declaraciones aún por parte de ellos, pero sí de otros líderes de manadas tailandesas, quienes exigen al gobierno tu segura protección y pronta recuperación al ser tan reconocido.

Pero su comentario no sirvió de nada puesto que el Omega comenzó a imaginarse mil y una situaciones de lo que pudo ocurrir.

¿Acaso significaba que la Señorita Manoban nunca busco por él? ¿Acaso lo dejo a su suerte? ¿O qué tal si se lo vendió al hombre regordete de hace unos momentos? Peor aún, ¿Y si todo fue un espectáculo y ella lo vendió a Cheol para Angelo? ¿O qué tal si ella murió o le hicieron algo?

- JiMin, calma - le dijo SeokJin, suave, pero al mismo tiempo ordenándole. - Ten por seguro que Lalisa está bien y si ya está mejor, probablemente ya te esté buscando.

JungKook le miró de reojo, después a SeokJin y por último a Taehyung, se veían tan deplorables que no pudo evitar sentir lastima. Ya no quiso mencionar nada más, por el miedo a comentar algo que pudiese dañar más al Omega. Estaba un poco distraído, y es que su cabeza estaba hecha un mar de pensamientos en los que se culpaba por todo lo sucedido. El creía que no había hecho bien su trabajo y que todo este espectáculo lo pudieron haber evitado si tan solo hubiera investigado mejor a cada persona, iniciando por Kim Cheol en cuanto puso un pie en la mansión. Su hogar.

Gamma | NamJin | Terminada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora