En sus 16 años de vida mirabel nunca había sentido una feliz tan grande como la que estaba viviendo estos últimos meses, desde que comenzó en secreto a salir con su tío.
Con una radiante sonrisa y algo cansada, se acomoda para dormir en su cama las pocas horas que restaban de la noche, aunque la verdad era que dudaba mucho si podría dormir ya que se quedaba más fantaseando con lo que había ocurrido hace tan solo unos momentos. Había tomado esa costumbre de soñar despierta cada ves que volvía de la habitación de su tío Bruno, en la que podían verse solo a ciertas horas de las noche para poder vivir su amor prohibido, y a una cierta hora ella debía volver a su cuarto antes de que todos despertarán.
Oh mirabel era tan feliz, amaba esos encuentros llenos de amor y pasión, sabía que estaba mal, muy mal, en especial desde que cruzaron la línea carnal, pero ¿Que más daba? Ella era feliz!
La morena tuvo que cubrir su boca para evitar un grito de plena felicidad que amenazó con salir de sus labios. Apresando sus manos contra su boca comenzó a mover sus piernas de arriba abajo, para luego aferrarse a una almohada y dar vueltas en la cama hasta caer dormida. Realmente era una adolescente enamorada.
Porque si, la próxima matriarca de la familia cargaba con un pecaminoso secreto, ama a su tío y no precisamente de la forma en la que debería. La verdad era que la morena se dió cuenta de que lo que sentía por Bruno era totalmente diferente a lo que sentía por su tío Félix, Camilo, Antonio o su padre. Era algo mucho más haya, llegando a la conclusión que era algo que se asemejaba a los que sus padres sentían entre ellos.
Con la actitud de mirabel y su personalidad no tardó en hacerlo saber a su tío, temiendo por un rechazo, pero para su sopresa, si bien de cierta forma si fue un rechazo, este le confesó que también sentía lo mismo, pero dejo totalmente en claro que entre ellos no podría ocurrir absolutamente nada.
Pero para mirabel no existían negativas, así que insistió, por meses insistió, hasta que por fin logro que su tío cayera ante el pecado.
La hora del desayuno habia llegado, todos estaban en sus respectivos asientos, como de costumbre la de anteojos se encontraba sentada junto a su adorado tío, bajo la mesa trataba de entrelazar sus manos como todos los días, pero hoy ocurría algo raro, el solo la alejaba. El ni siquiera la había mirado desde que se toparon para desayunar. El comportamiento de su tío estaba siendo demasiado extraño y dentro de su pecho un mal presentimiento se formaba.
Para su mala suerte, ese sentimiento de que algo andaba mal se hizo presente más temprano que tarde.
— m-me voy a casar! — Bruno soltó de repente en pleno desayuno, parándose de su silla y apoyando sus manos en la mesa, con la cabeza agachada y un rubor en su rostro.
La sorpresa en el rostro de todos no se hicieron esperar, al igual que las felicitaciones de parte de toda su familia, todos olvidaron el desayuno y se levantaron a felicitar a Bruno.
Todos menos mirabel.
Ella por unos segundos se mantuvo en su asiento, con. El corazón detenido y luego de haber procesado la noticia se hizo añicos en su interior. Se levantó apresurada y se fue a su habitación, nadie la vio pues todos estaban felicitando al de las buenas noticias.
No salió en todo el día hasta que escucho a su abuela hablando con unas mujeres en medio de la casa, con cuidado de no hacer ruido se asomo por el barandal, prefirió no hacerlo.
Ahí estaba su abuela, junto a Bruno y frente a ellas una mujer de la edad de alma y otra mujer más joven, de aproximadamente unos 30 años.
Esa mujer cargaba en uno de sus dedos un anillo de compromiso, ahí lo supo, era ella y lo confirmo en cuanto sintió la mirada del azabache encima suyo
ESTÁS LEYENDO
por ella -Mirabruno
Romancetenía que alejarse, debía hacerlo por el bien de ella. Historia basada en un mini comic, el cual está basado en otra historia así que Créditos por el mini comic: Infj_crezz Historia original: si tú no estas aquí - Coileddragon - Créditos portada: D...