por ella -Mirabruno

Fin

Felix dejo a su sobrina recostada en su cama, apenas llegaron Julieta se puso a preparar una sopa rápidamente para poder salvar la vida de si amada hija. Por otra parte dolores dirigió todo, con paños se dispuso a presionar la herida de su brazo, trataba de suprimir el sangrado, si seguía perdiendo sangre la perderían.

— ¡Ya está listo! — la mujer entro de golpe, con la sopa llevada en un plato. Dolores le pidió a su papá seguir presionando la herida mientras ella veloz arrebataba el plato y se disponía a darle de beber a prima en la boca.

Con cuidado la recostó en sus piernas, de tal que quedará sentada. Abrió su boca y sin pensarlo con una cuchara comenzó a verter el líquido. Repitió la acción varias veces y cuando se sintió segura le pidió a su padre destapar la herida, y efectivamente la herida había sanado, ahora solo necesitaba descansar

Cuando por fin se aseguro de que su hija estuviera bien, Julieta cayó de rodillas en el suelo, en todo ese cúspide de emociones no se había permitido llorar hasta que su retoño estuviera a salvó y ahora finalmente podía sacar todas sus emociones a través de un amargo llanto.
No comprendía que había ocurrido, no lograba entender porque su hija había decidió cometer tal pecado de quitarse la vida. Su corazón de madre estaba totalmente herido, ver a su hija en tan horrible estado será algo que nunca podrá abandonar su mente, pero debia poner de su parte para estar bien para su hija cuando esta despertara.

Mirabel aún yacía inconsciente por toda la perdida de sangre, solo había que dejarla descansar.

Debido a todo lo que se formó en el pueblo no tardó mucho en que toda la familia llegará a la casa alterada, ninguno comprendía la situación, pero lo que si es que todos estaban horrorizados ante la explicación de sus otros tres parientes. Alma llegó a descomponerse ante la noticia y una cansada Julieta tuvo que cuidar de ella por un momento.

La boda fue cancelada por el día y pospuesta hasta nuevo aviso, después de toda la familia tenía la mente en otro lado y de Bruno aún no habían rastro desde que lo encontraron con mirabel.

Fue dolores quien se quedó toda la tarde cuidando de mirabel, era la más indicada debido que su don podría escuchar cualquier cosa de parte de mirabel, incluso el más mínimo ruido.
Y ahí se encontrá, viendo a su prima en su estado de inconsciencia, acariciaba sus cabellos con cuidado, parecía una muñeca tan frágil. Su piel había agarrado algo de su color natural con el paso de las horas, ya no tenía ese color tan pálido en el que parecía un cadáver.

Dolores no podía comprender el porque de si actuar, en su mente trataba de buscar algo, un indicio de algo que pudo haber escuchado y que simplemente no le tomo importancia, pero nada, no encontraba nada, no había escuchado nada sospechoso.
Su mirada recorría de arriba abajo el cuerpo de su prima, hasta que lo vio, algo que todos pasaron por alto por toda la adrenalina del momento. Un dibujo había sobre su cuerpo, uno manchado de sangre el cual no dudo tomar con manos temblorosas, y no fue solo eso, un verde algo resplandeciente se hizo notar al mover las sábanas.

Tenía que mostrarle eso a su familia.

Antes de salir le dió un beso en la frente a su prima y paso acelerado se dirigió a la sala en dónde estabas los adultos tratando procesar bien lo ocurrido en el día. Cuando llegó todos la vieron preocupados pensando que algo malo le había ocurrido a la morena inconsciente.

— tienen que ver esto —

En la mesa fue dejado el dibujo y la visión encontrada, si bien estaba rotaba y le faltaban algunas partes, las partes más importantes estaban ahí y la visión podia ser vista.

Podían ver cómo Bruno y mirabel se besaban en la visión. Y para impresión de todos no fue solo eso, el dibujo manchado de sangre mostraba a ambos vestidos de novios, pero traía una sopresa, no era un simple dibujo, no, era una carta de despedida.
Aún con el shock del reciente descubrimiento se miraron entre todos para luego, isabela (quien se ofreció a leerla) comenzó a relatar en voz alta lo que está decía.