MI PRIMERA VEZ

PRIMER ENCUENTRO

Escuche la cancion de "Think twice before you touch my girl" mientras intentaba encontrar mi celular para poder apagar la estruendosa alarma.

-Beck, ya esta el desayuno- escuche a mi madre gritar.

Tome una fria ducha y prepare mi ropa, este seria el primer día en la preparatoria del estado. Lo cual me animaba menos que la idea de mudarme por tercera vez en un año. Me sentía relajado cuando salí de la regadera, tomé unos jeans oscuros, una playera y mi sudadera negra junto con mis tennis rojos favoritos y baje a desayunar.

-¿Nervioso?-
-Creó que después de la tercera vez en una nueva escuela, nada me puede poner nervioso-
-Tu padre prometió que sería la última vez-
-Como digas...-

Rápidamente tomé de mi moto y maneje hacia el centro. Había conocido poco la ciudad pues acababamos de mudarnos por el trabajo de mi padre. Por lo que casi no tenia amigos cercanos y mucho menos una novia...

Estaba tan absorto en mis pensamientos que no vi a una muchacha que se atravesó. Frene tan repentinamente que caí de la moto.

-Que clase de idiota conduce tan rápido en una zona escolar- oi gritar a alguien.

Apenas me estaba quitando el casco, me dolia un poco el brazo y estaba totalmente contra el suelo.

-Creo que es ardiente-
-Yo estoy segura de que es un pandillero-
-Chicas el timbre ya sono, tenemos que irnos-
-Jennifer... déjalo, la señora Thompson no te dejara entrar si llegas tarde-

Por fin me levante del suelo, sacudi mi pantalon y comprobé que mi moto no había sufrido ningún daño.

-¿Fuiste tu?-
-Lo siento, en verdad pensé que me verias-
-¿y que estabas haciendo a mitad de la calle?

Su mirada era baja, pero vi que sostenia algo en su puño, entonces vi como era...
Una hermosa joven de cabello oscuro, piel tersa y aperlada. Tal vez la mujer mas hermosa que haya visto.

-Soy Beck- ofrecí mi mano, pero pude notar un hilo rojo correr por esta. Sangre.
Su mirada se tenso, se alejo un poco y volvió hacia mi.

-Me llamo Jennifer, creo que necesitas revisarte eso...-
Me quite la sudadera, dejando a la vista mi codo ensangrentado.

-Si, creo que ya no llegaré a clases...- no podía dejar de mirarla. De pie a unos cuantos escalones, mientras el aire acariciaba suavemente su cabello y algunas hojas volaban entre los dos.

-Yo tampoco...-comenzó a bajar los ultimos tres escalones y sus ojos inspeccionaron mi herida.

-¿Es una cita?- solo podía pensar en que aceptara.

-No... eso es muy formal, yo diría que los dos coincidimos en un lugar al mismo tiempo para pasar el rato- una sonrisa aterrizo en sus labios. Pero...necesito cambiarme, y no vivo lejos... además podria curarte-

Subí a mi moto y le ofrecí mi casco. Ella rápidamente subió y me abrazo fuertemente.
Al llegar, noté que vivía en un amplio apartamento, entramos y ella corrió a su habitación. Dejándome en la cocina, donde lave los restos de sangre seca que se habían quedado en mi blanca piel.