viaje inesperado

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El sonido de la puerta hace despertar a Olive, insistente y molesto. Se refriega los ojos mientras camina por el pasillo afirmándose con una mano de la muralla.

"Demonios" murmura cuando choca su cadera con el sofá. "¡Ya voy!" grita recogiendo la ropa que tenía tirada a un lado de la puerta de entrada, la tira al cuarto de baño y cierra luego de mirarse en el espejo.

Al abrir se encuentra con la camisa amarilla de Jake mostrando su pecho y sus tatuajes. Tiene los lentes de sol en una mano, un papel en la otra y una sonrisa tan grande, con hoyuelos incluidos. "Hola, Olive" un beso corto en los labios y entra al apartamento, directo a la cocina.

"¿Qué es esto, Jake? Son las..." entra en la cocina tras él y mira el reloj en la pared. "Son las ocho de la mañana."

"¿Te parecen tostadas?" ella asiente de todas formas. Pone a calentar el agua y a tostar el pan, se voltea limpiando sus manos en sus pantalones y le entrega el papel que mostró hace un rato. "Lee esto."

Una rápida mirada al papel y lo único que puede captar es París y se le sube el corazón a la garganta. Mira a Jake con una mirada entre confundida y entusiasmada, aprieta el papel entre sus manos y ahoga un grito alegre. Un viaje a París, en plena primavera ¿a quién no le sonaría bien?

"Pero Jake, mi trabajo" dijo bajando los hombros apoyándose en el refrigerador. "No puedo dejarlo, lo necesito y lo sabes."

"Los pasajes ya están comprados" dijo acercándose, apoya un brazo al costado de su cara, en el refrigerador, y le levanta el mentón con su dedo índice. "Aparte, ya hablé con tu jefe y bajo un par de argumentos te ha dejado tomarte unas vacaciones." Sonríe porque sabe que es encantador.

"¿No voy a perder mi trabajo cuando volvamos?" Jake niega.

"Y si es el caso, sabes que te ayudaría a conseguir un trabajo lo más rápido posible" la besa en los labios, porque sabe que puede, porque la ama y porque quiere.

"Entonces, ¿París?"

"Dos semanas, solos, comida francesa, el sol calentando nuestra piel" dice con aire a ilusión. Pasa una de sus manos por el frente de su cara mientras le dice a Olive que imagine el paisaje de la torre Eiffel y un gran  arco iris detrás. Ella no puede hacer nada más que sonreír, sabe que está jodida. Lo sabe desde hace un tiempo ya. Está tan enamorada que no sabe que más podría dar por Jake.

"De todas formas, ¿por qué viniste tan temprano?" arruga las cejas y lo mira hacia arriba, Jake la pasa por una cabeza y tiene que ponerse de puntas para alcanzar sus labios.

"¿No leíste? Nuestro tren sale en dos horas." anuncia alejándose de ella, soltando una risa al ver la cara de su novia. "Prepara tus maletas mientras yo preparo el desayuno."

Olive asiente y camina hasta el umbral, sonríe y se gira "Jake," él se da vuelta con unas tazas es sus manos, "te amo un montón"

"Te amo también." la sonrisa adorna su rostro y le lanza un beso juguetón. "Anda, no queremos perder nuestro tren."

Se demora treinta minutos en hacer la maleta, luego desayunan enredados en el sillón mirando una de sus series favoritas en común y tras una sesión de besos y caricias, Olive entra a la ducha.

Se arregla el pelo en una coleta cuando está seco y se pone un pañuelo en el cuello. Unas botas, muy parecidas a las de Jake, pero negras y ya está lista, con una maleta con ruedas y una cartera que cuelga de su hombro.

Jake baja la maleta por las escaleras mientras ella se asegura de que todo esté en orden y que todas las ventanas estén seguras, revisa en su bolso que tiene todo lo necesario y cierra la puerta.

Baja las escaleras en un trote lento y ve a Jake apoyado en la puerta de su auto, tiene los lentes puestos y le sonríe de forma encantadora. Le abre para que ella suba y en unos cuantos pasos con sus piernas largas llega al asiento del piloto, se sube y maneja hasta su casa.

Olive espera en la sala, supone que la hermana y la madre de Jake deben estar dormidas así que hace el menor ruido posible. La sorpresa es cuando escucha la risa de Jake en el piso de arriba y lo ve bajar con las dos mujeres las escaleras, ambas vienen en pijama. Se despiden con abrazos y buenas vibras y toman un taxi hasta la estación de tren.

Olive sabe que es afortunada. Le encanta viajar en tren y sabe que Jake hace todo esto sólo por ella. Está sentada al lado de la ventana y Jake frente a ella, sobre la mesa que los separa están sus manos entrelazadas y no puede evitar el sentimiento de dicha que se instala en su cuerpo. Agradece a todo ser superior por dejar que sus caminos se encontraran y vuelve a agradecer que él no haya dejado de amarla en el tiempo que se fue. Le entran ganas de llorar, porque se siente tan feliz de tenerlo que lo único que quiere es estar abrazada a él por toda una eternidad.

Same old loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora