Harry es un chico de 24 años, es muy destacado en su trabajo debido su esfuerzo, no había tomado sus vacaciones en un largo tiempo, así que cuando al fin se las dieron decidió ir a visitar a su hermana y su mamá en Londres, Inglaterra, sin esperar n...
La manija de aquella blanca puerta brillaba, todo lucía exactamente igual que cuando él dejo aquel lugar, pasó sus dedos con delicadeza sobre la dorada perilla y la giró abriendo la puerta, dejando así ver todo el interior, pasitos y sonidos de fondo se escuchaban de fondo, su pequeño y viejo amigo de cuatro patas le daba la bienvenida. Sirius brincó sobre el rizado moviendo su peluda cola, lamiendo por todos lados y ladrando de felicidad. Harry lo recibió con amor y felicidad en sus brazos, riendo, dándole mimos, y sonriendo.
Para esa noche ya estaba instalado, aún faltaban algunas maletas y por desempacar, pero lo necesario ya estaba afuera. Tomo un cálido y relajante baño, justo para salió de la ducha gema ya lo estaba llamando.
-Hazzie- llamó Gemma -La cena está lista, ya ven!
- Ya bajo- gritó Harry desde su habitación terminando de vestirse.
Finalmente bajó y comieron un poco de pan tostado, unos con algo de mantequilla y otros con un poco de mermelada.
- ¿Leche? - preguntó Gemma tomando una pequeña jarra y dirigiéndola hacia el vaso de su hermano.
- Claro- dijo mientras ella servía un poco - Gracias.
Siguieron la cena platicando un poco fe todo, comenzando con el pequeño accidente en el abordaje (casi perdía el avión), platicó aventuras en su trabajo y no olvido hablar de Fionn, hablaron de las veces que Harry había ascendido en el trabajo y siguieron con algunas cosas relevantes del trabajo de Gemma e intentaron hablar sobre el itinerario de las próximas dos semanas. Terminaron su cena unos minutos después y sin más Harry subió, quería dormir después de un día tan cansado, muchas emociones, y por supuesto la incomodidad del avión. Después de cepillarse los dientes y cambiarse a su pijama se quedó sentado a un lado de la ventana, contemplando la noche. El cielo totalmente negro con unas cuantas luces azules que hacían que se viera más hermoso a la vista, acompañado de las estrellas tintineando unas grandes y otras pequeñas, todas en conjunto haciendo de esa ventana lo más bello que le pudo pasar ese día. Matices y texturas y distintas tonalidades conjunto. Y ahí estuvo, sentado maravillado por lo que sus ojos veían, amaba ahí. Finalmente se fundió en un largo y profundo sueño.
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-Harry- dijo Gemma con un tono de voz un poco elevada.
-Harry- insistió. Pero Harry parecía no oír absolutamente nada a su alrededor.
- ¡Oh Dios Harry, despierta!
-Ey pero que pasa, ¿Qué te sucede? Déjame dormir ¿quieres? - dijo con esa voz, entre áspera y ronca con un poco de molestia por la forma en la que ha despertado.
- Pero si ya dormiste y MUCHO- replicó ella recalcando la última palabra.
- ¿Qué hora es? - contestó Harry con la misma voz de recién despertado.
-Pasan de las once Harry, por dios levántate, he hecho todos los planes, tenemos cosas que hacer. No viniste a dormir, hermano.
Harry no replicó, el no solía dormir más de las 8 am, por lo tanto, no tuvo nada que decir. Solo se volteó y se estiró.
-Vamos vamos vamos vamos vamos vamos vamos - Dijo Gemma mientras salía de la habitación de Harry.
-Aah ya voy! – comenzó a salir de la cama, fue al baño, lavó su cara y dientes mientras pensaba que ropa ponerse. A decir verdad, tenía mucho de donde escoger, venía preparado para cualquier escenario a la que Anne se le ocurriera ponerlos. Salió del baño en busca de su ropa. Ese primer día se pondría unos pantalones cómodos y una camisa suelta con estampado, esa le gustaba mucho, el color amarillo le recordaba cosas bonitas y qué cosa más bonita que estar de nuevo con su familia.
Se cambió y bajó a la cocina, donde su hermana lo esperaba con el desayuno preparado, terminando unos pequeños detalles de ambos platos.
- Vaya, comenzaba a creer que nunca bajarías- dijo sonriendo y acercando los platos a la mesa.
- Aquí me tienes- respondió extendiendo los brazos a los lados, dejando en claro que ahí estaba.
-Bien ahora... -comenzó, pero Harry interrumpió preguntando
- Espera espera, primero, ¿qué hay de los planes? Cuéntame de los planes.
- A eso iba, espera. Los planes son en su mayoría secreto, pero- acentuó la e esperando que esto provocara cierto suspenso- iremos con mamá, tal vez un picnic o de pesca, cocinaremos, iremos de compras- continuó - un poco de todo. O tal vez todo. -Es lunes así que empezaremos de la mejor manera- y terminó agregando una muy grande sonrisa.
De verdad estaba feliz de que su hermanito estuviera ahí. Haría todo para que ambos junto con su mamá disfrutaran su estadía.
- Bien, de acuerdo ¿Con qué comenzaremos hoy?
Harry sabía lo mucho que Gemma quería hacer esto, sorpresas, regalos, siempre le gustó darlos, y claro, les gustaba recibirlos.
-Hoy cocinaremos! Vamos el super queda cerca, haremos pancakes, muffins, ¡lo que se nos ocurra y más! Y de esos le llevaremos a mamá mañana.
- ¿Mañana?, creí que iríamos hoy. Quiero verla, Gemma. - Respondió con un tono entre triste y demandante.
-Lo sé, confía en mí. Primero quita esa cara- señaló con toda su mano la cara del menor, donde un pequeño puchero era protagonista. -La pasaremos increíble.
Al rizado no le quedó más que asentir. Justo como su hermana había ordenado, cambió su puchero por una muy alegre cara. Al notarlo Gemma dio saltitos y grititos de felicidad, alzó las manos aplaudiendo. De verdad que Gemma estaba emocionada, Harry ya era grande, pero ella siempre lo vería como su pequeño hermano menor.
Harry subió corriendo, se puso sus zapatos en un dos por tres y al siguiente segundo ya estaba abajo, listo para ir por lo que fuera necesario.
Salieron y pasearon por toda la tienda buscando harinas, azúcar, variedad de chocolates, huevos, todo lo necesario y un poco más para hornear y hacer pasta.
El martes Anne ya estaba esperando a sus hijos con ansias.
Una pequeña canasta con botanas y sándwiches aguardaba impacientemente al igual que ella por la tan esperada salida. Un par de bebidas y mantas, lindas copas un buen vino y platos.
Llegaron justo a tiempo. Llevaban todos los panecillos y la deliciosa pasta que ellos mismos habían preparado. Una fiesta de abrazos fue suficiente y con ello emprendieron viaje a un maravilloso lugar, rodeado de frondosos arboles de hermosos tonos de verdes, un estanque, patitos, pichones y palomas haciéndoles compañía y un perfecto cielo despejado, un combo perfecto. Fue ahí donde pasaron el resto de la tarde, los tres con la compañía de Sirius revoloteando a su alrededor hasta que la brillosa y reluciente media luna se le unió a su pequeña fiesta.
Para el viernes ya habían terminado con todos sus planes. Habían horneado y hecho el picnic en el hermoso campo, tuvieron una maratón de películas en pijamas, fueron de compras, ya habían ido a Holmes Chapel a pescar, pasearon por la ciudad y aun les quedaba sábado y domingo para ellos solos. Habían hecho de todo y los tres estaban más que felices. Era justo lo que Harry añoraba.
AAAAHHH, ya empezó el tour de Lou, ya Harry ya tiene 28, re atrasado pero feliz cumple Hazz <33
