Last Night- Toji Fushiguro

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La rodilla del mayor jugaba con la entrada de la chica, rozaba su clítoris de una manera lenta y tortuosa mientras continuaba dominando de ella con sus besos

Ella se sentía tímida ante el toque del mayor, pero era tan inevitable y tenía el pensamiento de no querer decepcionarlo qué solo se dejaba guiar por sus deliciosas caricias y mordidas en sus labios

— Qué mojada estas — el río en su oreja — esto es lo que más me gusta de ti, que solo con algunos toques ya provoqué tanto en ese cuerpo — deslizaba sus dedos por toda su anatomía
Era completamente notaria la excitación en ambos

— Quiero que estés orgulloso de mi, no quiero decepcionarte — admitió avergonzada mientras seguía sintiendo como el movía su rodilla

—Ah ¿sí? — su lengua comenzó a viajar por el suave cuello de Lila — ¿No quieres que papi te castigue? — ya estaba mordiendo un poco cerca de su pecho — Eres una niña tan linda y tan buena

El pelinegro analizó el ambiente para ver donde podía continuar dentro de esa enorme casa, sonrió ante encontrar el lugar indicado y la cargo entre sus brazos para dirigirse al sofá negro frente a ellos, se sentó con ella encima, quería que ella volviera a sentir lo duro que ya estaba

— ¿Quieres que te premie mi niña? — el susurro en el cuello de ella estremeciéndola en el proceso.

El comenzaba a bajar los tirantes de aquel lindo vestido blanco dejando los pechos expuestos y listos para seguir estimulando de ella

Sin dudar dio inicio a una serie de masajes en los senos de chica, mordía de aquellos pezones y a su vez los lamía haciendo la espalda de ella arquear ante lo bien que Toji hacia lo suyo

Sonrió
Era tan novata qué sentía tanto con tan poco
Y era toda suya

Dejo juguetear con sus pechos y con habilidad la coloco de espaldas hacia el y con lentitud la recargo a su pecho
Levanto aquel vestido con una traviesa mano colocándose en su clítoris aun cubierto por la prenda de su ropa interior

—¿Te gusta que toque aquí? — susurraba roncamente en su oreja mientras masajeaba en aquel lugar y escuchaba los dulces gemidos débiles de la pelinegra

Sentía como ella misma de manera inconsciente comenzaba a mover las caderas sobre su mano ante los dedos qué la estaban tocando, pero paro y la levanto

Pará después pasar a recostarla sobre el sofá

El rostro de ella era tan joven y hermoso, del tipo que más le gustaba, qué no podía esperar a sacar todo el provecho posible

Bajo aquellas pantaletas para después de su bolso derecho del pantalón sacar un condón y su móvil de paso, para finalizar pasar a bajar sus pantalones consigo dejando ver lo erecto qué ya estaba

Con delicadeza le abrió las piernas y se colocó entre ellas

Aún no estaba lo suficiente húmeda por lo que con la cabeza de su miembro acariciaba el clítoris de la chica haciendo qué sé sonrojara ante aquel acto

—¿Te gusta así? — Toji hablo con la voz ronca ante la excitación de mirar el inocente rostro de Lila adornado con un sonrojo y mirar como su pene se pasaba por toda su intimidad, pero se dejó de juegos cuando se acomodó mejor con cada mano arriba de los hombros de ella y comenzar a entrar con dureza sintiendo como ella rasguño su espalda por el dolor punzante de sentirlo dentro

Aún no se acostumbraba a el

Y eso le excito aún más así que sin rodeos comenzó a penetrarla con la velocidad adecuada para satisfacerse sin importar los sonidos de dolor qué ella débilmente dejaba liberar