Día 5: Ghosting

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Traducción: Cuando una persona decide esfumarse de repente sin dar explicaciones, de una relación amorosa, afectiva, familiar o de cualquier tipo.

Vegeta se encontraba despierto, escuchando el silencio de la medía noche. No entendía porqué no se levantaba aún si ya lo tenía decidido, no habría marcha atrás, pero ello no quería decir que se sentía bien al hacerlo.
Viró al rostro a su derecha viéndola dormir plácidamente.

Su piel blanca como la leche la hacían lucir tan delicada que esos delgados labios rosas eran solo algo secundario; era tan hermosa. Y lo peor era que si se quedaba podría ser su esposa. Podría vivir con ella por el resto de su vida, podría al fin, ser feliz.

Se veía tan tranquila mientras dormia que se dijo, a si mismo, que ella estaría bien sin él. Tendría que estarlo porque no podía seguir más con ella; poniéndola en peligro a cada segundo.

Soltó un suspiro llenó de culpa y arrepentimiento.

Pero tenía que hacerlo. Por ella, por sus amigos y por su hermano; tenia que irse.

Luego de un rato de haberse despedido en silencio, se dispuso a levantarse siendo cuidadoso en no hacer ningún ruido, se sentó y la contempló una vez más.
Lo que más quería era pasar tiempo con ella, gustoso viviría con ella para siempre pero... Pero él no soportaría nunca perderla.

Frunció el ceño y dejó de mirarla.

Si tan solo no se hubiera metido con esa gente... Si tan solo hubiera escuchado, él no tendría que irse justo ahora, estarían tan bien...

Pero ya era tarde.
Estaba metido hasta el cuello y si la policía se enteraba no solo él caería sino ella con él. Sentado de espaldas a ella volteó a mirarla, y es que no quería dejar de hacerlo, la conocía perfectamente y sabia que, era fuerte, lo soportaría, lo superaría, y saldría adelante. Quizá con alguien mejor que él. Y eso estaría bien.

Vegeta soltó un bufido totalmente seguro de que así sería pero lo que le acusaba verdadera incertidumbre era si él estaría bien sin ella.

Ya no debería pensar en ello.

Agarró sus zapatos y se los puso. Aún le faltaba empacar.

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Se estiró perezosamente en la cama, despertandose con los rayos del sol. Frunció el ceño al no chocar con nada. Desganada abrió los ojos y no lo vio.

Rápidamente se sentó de golpe pero tampoco lo vio en la habitación.

Pensó y luego, suspiró con flojera suponiendo que la ansiedad por la boda lo haya hecho alistarse antes de tiempo provocando así que ella también lo hiciese. Si... Eso podría hacer, lo había notado ma extraño de lo normal.

Lejos de enojarse, sonrió sabiendo que aunque, él estuvo todo el día de ayer taciturno y un tanto escéptico, se moría de ganas por casarse con ella.

¿Si no porqué se levantó tan temprano?

Minutos después, fue a darse una ducha.
Era el día de su boda, tenía que empezar a arreglarse pronto.
Al salir, envuelta en una toalla y más alegre que nunca abrió su ropero de par en par. Llevándose una terrible sorpresa al hallar casi la mitad del ropero vacío. Casi, porque un terno negro a la medida yacía ahí, aún en su bolsa hermética.

Incrédula abrió los cajones que deberían estar con la otra ropa de Vegeta, y palideció al verlos también vacíos. Sin poder creerlo comenzó a revisar todos los lugares en donde guardaba sus cosas. Recorrió toda la casa hallando la mayoría de ellos intactos pero lo esencial, lo que más valoraba él, no estaba. No estaba.

Bulma cayó de rodillas en el frío suelo de la sala de estar y empezó a tiritar mientras que su cerebro asimilaba lo sucedido y trataba de llegar a una conclusión. Se tapó la cara negándose a llorar cuando supo que sucedía.

Vegeta la había abandonado... el día de su boda.

No podía estar pasándole a ella. Es que él no podía abandonarla así, sin decir nada...

Vegeta nunca había sido bueno con las palabras pero si tenia que decirte algo lo hacia la cara, no huía como un cobarde. Y mucha menos en el día de su boda. Lo conocía. O al menos, eso creyó.

Bulma comenzó a llorar y no escuchó cuando tocaron el timbre.
Pero resulto imposible ignorarlo después cuando se escuchó repetidas veces junto a golpes en la puerta aún así ella no pensó en abrir. Hasta que escuchó que la llamaban por su nombre.

-¡Bulma! ¿Estás bien? Por favor, abre.

La pequeña esperanza de que él se arrepintiera y volviera, brilló hasta más no poder y ella corrió hacia la puerta.

Pero cuando abrió no era él.

Era Goku.

Y ella volvió a llorar, sintiéndose más desgraciada por creer que era Vegeta. Sus piernas flaquearon y cuando estuvo a punto de caer al suelo él la sostuvo, abrazándola y mojando su chaqueta con sus lágrimas.

Su amigo desde la infancia solo atinó a consolarla y cerrar la puerta.

Mientras que la dejaba caer al suelo, rechazó la idea de preguntar el motivo de su llanto o si sabia el porqué de la ausencia de Vegeta. Ya de por si su amiga se sentía bastante mal como para que él la hiciera llorar más.

Se había enterado hace unas horas, Vegeta le había dejado un mensaje de texto donde le decía que se iba pero no decía a donde y mucho menos porqué, y cuando lo llamó una voz robótica le dijo que tal número no existía.

No tenia ni la más remota idea de que pudo haber sucedido pero de lo que era segura era de que no lo perdonaria.
Y

al ver a Bulma en bata de baño supuso que tampoco había tenido la valentía de despedirse de ella. También había llamado a Tarble quién se quedó perplejo ante la noticia sin saber que decirle ante tal desaparición.

Goku abrazó con más fuerza a su amiga.

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Nota de la autora: Bueno, no se me ocurrió otro tipo de separador XD

Quiero agradecer a sharlottesoubirous97 por votar y comentar en el anterior día.
Y sobre el fic de hoy no tuve ni una sola idea pero cuando comencé a escribir fui formando la historia. Y aclarar que no creo que vaya a pasar algo entre Goku y Bulma. Solo lo puse ahí porqué no podía hacerla sufrir sola y se me ocurrió Goku como el indicado.

Me voy tengo mucho sueño, ya nos vemos.

Angstruary 2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora