~Capítulo TREINTA Y DOS~

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Tener hijos es una de las cosas más hermosas y más desastrosas que puedes llegar a experimentar.
Debes aprender a lidiar con tu vida mientras cuidas la de otro ser vivo que no es capas de hacer nada por si mismo, en definitiva una enorme responsabilidad.

Pero no todo es malo, si realmente aceptas y quieres una pequeña criatura contigo entonces empezaras la etapa más caoita y llena de amor que puedas tener, por que los niños aman con fervor, sin prejuicios y entregando puramente su alma al amor; mucho más a sus adorados padres.

Aún así ¿Cómo podrías estar completamente seguro de que podrás con aquella responsabilidad? ¿Y si aún dando tu mejor esfuerzo no logras crías a aquel pequeño bien? ¿Cómo sabes si te equivocas?

Todas aquellas preguntas y miles más eran las que probablemente abundaban en la cabeza de la joven pareja Kim.
Aquel matrimonio que ante toda la prensa eran la pareja ideal, tan llena de amor, tan carismáticos y con tan buen porte que nada malo podrian pasar aquella pareja ¿No?

Pues era cierto, aquella unión estaba llena de amor, un amor romántico y muy explosivo; cada parte de aquel dúo tenía un carácter imponente, demandante y perfeccionista.

La señora Kim, la mejor contadora de todo Corea, una mujer prepotente, con carácter fuerte y que odiaba que no siguieran sus órdenes.

El señor Kim, dueño de una de las empresas de tecnologías más reconocida no sólo en Corea, si no también a nivel mundial, un hombre con porte fuerte y demandante en toda la extensión de la palabra y perfeccionista en exceso.

Por supuesto que aquel matrimonio sería poderoso, aquella dupla imparable que dirigía a la empresa Kim y la mantenía en el top de empresas más influyentes del país sólo podía estar dirigido por el matrimonio más prepotente.

Pero aquella gran empresa necesitaba un heredero, alguien que siguiera los pasos de sus padres y mantuviera en alto el apellido Kim.
Es por eso que en su tercer año de matrimonio decidieron hacer su primer viaje, un viaje para concevir al que sería el sucesor de su imperio.

O eso es lo que dice la historia que me han contado...

Aún así en este tipo de contexto es fácil creer que los Kim sólo querían a un niño para seguir su linaje familiar ¿No es así?
La pregunta que debe rondar en sus cabezas probablemente sea algo como "¿Los Kim sólo querían un hijo para su sucesor en la empreza?"
La respuesta es NO.

Por más que era un factor que inferia con fuerza en aquella decisión, esa no era la razón fundamental, por que aquella pareja realmente querían vivir aquella experiencia llamada "paternidad"
Los señores Kim realmente querían saber lo que era ser padres, experimentar todo aquello que conlleva tener un hijo y tener alguien a quien poder darle su amor.

Pero debo recordarles que el heredero siempre debe ser uno, la familia solo necesita un sucesor, con eso es más que suficiente. Además, el matrimonio Kim sólo se veían capaces de crías un hijo.

Y muy probablemente eso sería lo mejor para todos...

Pero siguiendo con la historia:

La noticia de que la tan aclamada señora Kim había quedado embarazada había sido simplemente motivo de celebracion, los Kim tendrían a su tan amado hijo y los reporteros no se hicieron esperar en la hora de cubrir aquella nota.

—Me gusta Taehyung, quiero ese nombre.— había elegido la mujer a lado de su esposo que la llevaba a una de sus muchas ecografias para ver a su hijo.
Aquel que esperaban con ansias, al cual se esforzarian en amar y darían todo su amor.

Grande fue la sorpresa de aquel matrimonio cuando en esa misma consulta el pequeño ser que esperaban dio un movimiento nuevo dejando ver que aquel pequeño no estaba solo; puesto que si, en el quinto mes de embarazo los señores Kim descubrieron que estaban en la espera de gemelos.

Alternis [KookV] [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora