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La imagen frente a ella hizo que frunciera su ceño y sintiera como su corazón se oprimía

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La imagen frente a ella hizo que frunciera su ceño y sintiera como su corazón se oprimía. ¿Qué mierda estaba viendo? No podía creerlo, pero algo en ella se lo esperaba; Jisoo había entrado con Rosé, ésta última la abrazó por la cintura y le dio besos en el cuello, mientras su novia hablaba por teléfono con algunas bolsas en sus manos y reía.

-Bueno, esto... ¿Nos vamos? -susurró la relojera, Lisa sabía que debían irse o algo grave podía suceder, mierda, no podía dejar que eso sucediera.

-No, necesito ver que pasa -sentenció la pelinegra, su tono de voz había cambiado drásticamente, pues sonaba frío, seco, indiferente, molesto.

-Jennie, piensa con la cabeza fría -habló pausadamente Lisa, queriendo no alterar a la mujer a su lado.

-Lo estoy haciendo -dijo mirando como su difunta novia se besaba con su "mejor amiga". Ahora comprendía las palabras de Jungkook.

Las personas poco a poco se fueron yendo. Las gotas de lluvia no tardaron en caer y sintió como alguien la tomaba por los hombros.

-Deberías dejar de llorar por alguien como ellas que solo se burlaron a tus espaldas.

La voz gruesa y fría de Jungkook susurró en sus oídos esas simples palabras que la dejaron con interrogantes, sin embargo, cuando iba a preguntar a que se refería, lo vio alejarse con Taehyung.

Él siempre supo lo que pasaba entre Jisoo y Rosé. ¿Alguien más lo sabía? ¿Todos le vieron la cara de idiota? Mierda, ¿Durante cuanto tiempo tuvo un cartel enorme en la frente con la palabra "Idiota"?

-Tú sabes lo que sucede en todo el mundo -dijo Jennie mirando a Lisa- ¿Quién más sabía que Jisoo me era... me era infiel?

-No creo que sea conveniente que lo sepas -murmuró Lisa encogiéndose de hombros.

-Dímelo -ordenó Jennie tensando su mandíbula con fuerza y apretando sus puños a sus costados, la rabia le corría por las venas; se sentía humillada, traicionada y ofendida.

-Jennie... -Lisa desvió su mirada y rascó su nuca suspirando- Ah, lo sabía Jungkook, Taehyung, YoonGi, Jimin... Todos lo sabían -confesó la peli naranja sintiéndose mal al ver el rostro de la contraria contraerse y como sus ojos se cristalizaban.

Dios, eso fue como si miles de dagas perforaran su cuerpo cruda, dolorosa y cruelmente. Sin embargo, sentía que era algo que debía esperarse. Algo en ella siempre supo que Jisoo y Rosé tenían ese... algo, que ella no tenía con Jisoo. Ahora comprendía la razón por la que sentía aquellos celos hacia la gran conexión que tenían la castaña y la rubia.

Lisa sintió pena por Jennie, sin embargo, tuvo una leve preocupación; Ella podía controlar el tiempo, por lo tanto, ella de igual forma podía ver el futuro alternativo, en esos momentos sabía de tres: El primero era donde Jennie iba en contra de ambas chicas y aquello desataría un enorme problema de la línea del tiempo. El segundo era donde Jennie terminaba saliendo del futuro, seguía con su vida, y frecuentaba a la relojería para charlar todas las tardes... El tercero era su menos preferido, pues en este Jennie tomaba una decisión que acabaría con su vida...

-¿Por esa razón Tae me miraba de esa manera? ¿Por esa razón Jimin no me miraba a los ojos? ¿Por esa razón YoonGi discutía con ChaeYoung? ¿Por esa maldita razón Jungkook me dijo aquello en el cementerio? -masculló con rabia y decepción la pelinegra-. Mierda.

-Eso es el pasado, Jennie, lo mejor que puedes hacer es vivir tu vida y olvidar -recomendó Lisa con una pequeña sonrisa tímida- Sé que no debe ser fácil, tampoco sé lo que se siente ser traicionado, mucho menos que las expectativas que tenías con tu pareja fuesen falsan, pero lo mejor que puedes hacer es olvidar y continuar, nada sirve martirizarte con recuerdos de personas que te hicieron daño.

La relojera pudo ver como a la pelinegra le brotó una lagrima de su ojo derecho, la gota rodó con lentitud por su mejilla, los pálidos labios temblaron y tragó con dificultad. Sabía que no debió haber aceptado esto, se arrepentía.

-Vámonos -la voz de Jennie sonó en un susurro débil- Regresemos, por favor.

-Vale -no dudó en aceptarlo, pues no quería graves problemas, sin embargo, sentía un leve temor, no tenía claro del por qué.

Jennie cerró sus ojos y cuando los volvió a abrir, estaba en la relojería junto con la pelinaranja. Tenía un frío calándole los huesos y el cerebro, mierda, jamás se había sentido así ni siquiera algo parecido.

Ella realmente amó a Jisoo, sí, en pasado. Pues ya no sabía que sentía realmente; si dolor, si rabia, si rencor, no lo sabía. Lo único que quería era dejar de sentir. Tantas emociones, pensamientos, sentimientos y sucesos le estaban causando un grave problema personal.

Ahora sabía lo que era ser traicionado por la persona que decía amarte, joder, como dolía. Era como sí un balde de agua helada cayera sobre ti, como sí miles de dagas apuñalaran tu cuerpo, como sí golpearan entre varias personas tu cuerpo sin piedad alguna. Y podía seguir, sin embargo, solo quería dormir y pensar (porqué bien sabía que no podía dormir) mientras miraba el techo o alguna foto junto con Jisoo y Rosé.

-Lamento las molestias... ¿A qué cuenta te transfiero el dinero? -preguntó en un murmullo la pelinegra- He dejado mi cartera en casa, pero-

-No, no, ve a tu casa a descansar, mañana puedes venir -sonrió pequeño la pelinaranja.

Jennie le sonrió... Sin embargo, su sonrisa era forzada, pensó Lisa.

-Bien, mañana nos vemos, Lisa -susurró y dio vuelta para salir e irse, pero antes, miró sobre su hombro y su mirada cruzó con la de la mujer de ojos naranjas-. Y gracias, después de todo me has mostrado que las personas que una menos esperan son quienes te apuñalan por la espalda... Gracias.

Lisa notó que la voz de la pelinegra era melancólica, todo el tiempo en el que había hablado su voz no había perdido ese tono, y algo se oprimió en su pecho. No era buena señal. Algo iba a pasar y ella debía ver. No obstante, sabía que lo que iba a pasar, tenía que ver con la pelinegra frente a ella.

Eso le causó un mal sabor de boca.

-Puedes hablar conmigo si necesitas desahogarte, Jennie -sonó casi como una suplica, que Jennie ignoró y solo sonrió con amargura.

-Nos vemos mañana, Lalisa.

-Nos vemos mañana, Jennie.

Pero Lisa no le creía del todo. Y lo confirmó al día siguiente.

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La Relojera || [JENLISA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora