Tú culpa [Sakuatsu]

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 Las medicinas siempre eran difíciles de conseguir para Atsumu, así que prefería encerrarse en casa durante sus celos para evitar accidentes o problemas con alfas desconocidos. Ese día fue igual que cualquier otro, estuvo escondido en casa durante una semana hasta que se recuperó de su temporada de celo.

Cuando llego al entrenamiento unos días después estaba bien todo sentido. O eso es lo que él creía.

─ Maldición ─ soltó entre dientes dejándose caer contra los casilleros de los vestuarios. El calor inundaba su cuerpo y empezaba a doler como el infierno, el celo era extremadamente doloroso para él, más que inhibidores lo que necesitaba eran calmantes y relajantes musculares.

─Tengo que ─ tomo su teléfono como pudo, necesitaba llamar a Samu para que fuera por él y le llevara medicina de emergencia.

─ Miya

El rubio volteo, ahí dando la vuelta estaba Sakusa ─ Omi. Vete por favor─ dijo alejándose, el sonido de los pasos de Kiyoomi se escuchaban cada más cerca ─ En serio, por favor, no.

Antes de darse cuenta estaba en el suelo desnudo con Omi; el chico que le gustaba, encima suyo. ─ Omi ─ gimoteaba su nombre empujándolo y alejándolo de él pero no tenía las fuerzas para resistirse.

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Al día siguiente la marca de alfa estaba en su cuello, cubierta por vendas. Atsumu dio tantas escusas para faltar al entrenamiento pero que no podía hacerlo todos los días.

─ Entonces ¿ahora son compañeros? ─ preguntó Samu a su hermano que comía con tranquilidad.

─ Sí.

─ No pensé que pasaría, siempre poniendo escusas, ya era hora.

Atsumu reía pero realmente no se sentía bien con aquello.

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El Miya mayor paso gran parte del tiempo ignorando el constante acoso por de parte de Sakusa, como siempre saltaba encima suyo, las agresiones sexuales y como se ponía celoso incluso por salir con su hermano.

─ Si no hubieses ido al entrenamiento ese día, tal vez no estaríamos en esta posición ahora─ decía mientras lo toaba por las mejillas acariciando aquella mordida en su mentón.

─ Yo.

─ Pensé que los omegas se cuidaban más en su periodo de celo ¿nunca te dijeron que no debías acercarte a los alfas?

El rubio asintió tomando sus palabras como ciertas. ─ entiendes que si hago esto es porque te quiero ─ lamia las lágrimas de Atsumu como si fueran algo delicioso. ─ No quiero que vuelvas a salir y que un alfa intente tomarte.

─ Lo entiendo─ trataba de acallar aquello lloriqueos, que apenas le dejaban hablar. ─ Alfa.

Uno de esos tantos días mientras Atsumu cocinaba para Kiyoomi; quería verlo feliz para salir con su permiso y ver a sus amigos, el sonido de la puerta se escuchó, su compañero entro curioso por el olor que provenía de la cocina, el rubio había preparado Yakitori y ramen cómo Omi se lo pedio en la mañana.

─ Yo quería salir a cenar hoy─ fue lo que le dijo cuando entro a la cocina.

─ Pero en la mañana dijiste que ─ pero antes de que pudiera terminar su frase Sakusa lo interrumpió.

─ Yo dije que iríamos a cenar, lo recuerdas─ acariciando el cabello de Atsumu, este asintió.

─ Lo siento, no volverá a pasar─ pero la verdad era que Kiyoomi si le ordeno aquella cena, solo que le parecía lindo aquella expresión de terror y confusión del omega.  

Angstruary 2022 [Atsumu Miya]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora