Mal Reencuentro

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Su cabeza estaba zumbando, su cuerpo temblaba y estaba muy seguro de estar pálido, es como si hubiera visto a un fantasma.

¿Cuántas probabilidades tienes de volver a ver al hombre con el que te enrollaste en tu celo, imaginaste una vida que no debiste por estúpido, para luego despertar y saber que era sólo un polvo más para él?, ¿no eran pocas?, ¿entonces por qué aquel alpha estaba parado frente a él?

Su mala suerte no terminaba, de eso estaba seguro, más aún cuando su cuerpo empezó a reaccionar ante la presencia del moreno como si no hubiera tomado un supresor estaba mañana para su celo.

Ninguno dijo nada, sólo se veían como si aún les costara creer que tenían enfrente al otro. Estaban haciendo sentir incómoda a la beta de al lado, pero ésta no dijo nada, luego hablaría a solas con su mejor amigo.

Zayn sintió su corazón latir con tanta fuerza como si quisiera salirse de su caja torácica, algo dentro de él se calentó y sintió muy feliz. Salió de su ensoñación, se iba a acercar a aquel omega que le robó el sueño anoche, aquel que lo hizo despertar con una gran erección, pero eso no lo diría.

- ¡Amor! - chilló una omega colgándose de su cuello y rompiendo aquella burbuja que se había informado entre ellos.

La miró algo sorprendido, antes de devolver su vista al castaño. Tenía la boca abierta por la sorpresa, se veía dolido, triste, algo decepcionado, eso lo hirió.

Mantuvieron la mirada unos segundo antes que la beta que se acercó a él para saludarlo se llevara al joven de la mano fuera de la escena.

- Amor - volvió a llamar la pelirroja que seguía prendida sobre él intentando que le dé un poco de atención cosa que no hizo. - Hazme caso - volvió a chillar, pero nuevamente la ignoró.

Su mente estaba perdida en aquel omega, su alpha interior se sintió enfermo por hacer daño al menor, le sorprendía cómo reaccionaba ante su presencia, aunque también cuando aparecía en sus pensamientos se alegraba y lo anhelaba.

Un sentimiento de protección creció en él y cuidadosamente se separó de la chica para ir por su omega, no llegó tan lejos cuando la delicada mano lo tomó en un agarre fuerte del brazo. Ya no tuvo más opción que encararla y hacerle caso para que lo dejara ir.

- ¿Qué quieres Bella? - dijo en un suspiro pesado, lo menos que quería era tener que lidiar con ella en estos instantes.

La chica evidentemente molesta bufó: - Vine a verte, tu padre me dijo que viniste ayer, pero te sentías mal y por eso hoy vendrías a la empresa - suspiró intentado calmarse un poco - ¿Puedes tratarme un poco bien aunque sea?, soy tu omega, Zay.

- ¿Qué? - mencionó antes de estallar en risas - No eres mi omega y si tanto te preocupas por mí, ¿por qué no te vi en casa ayer cuando sabías que estaba mal? - se cruzó de brazos, su ceño se frunció haciéndolo ver más intimidante. Poco le importaba si aquella mujer iba a verlo, sólo quería ganar, no sabía qué, pero aún así lo quería.

Ella se había enrojecido notablemente avergonzada, bajó la mirada de los nervios que le causaba el azabache, sintió su garganta seca por lo que tuvo que carraspear antes de hablar: - Yo... Zay sabes yo te amo, sólo no sé, no se me pasó por la mente. - estaba triste y eso el alpha lo notó.

- No importa, ahora estoy ocupado, necesito resolver algo - verla mal obviamente lo herida, amaba a pelirroja, pero tanto como la despreciaba después de lo que le hizo.

- Ya, entiendo, antes de que te vayas, debo contarte algo importante. - comentó apresurada, sabía que si ko lo decía ahora, luego por su egoísmo no lo haría.

- Hablamos luego, ahora debo irme - y antes de que la omega pudiera contestar, desapareció de campo de visión.

Conste que ella intentó advertirle.

VUELO 567Donde viven las historias. Descúbrelo ahora