EL REGALO PERFECTO

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Pensando en el regalo perfecto
para tu cumpleaños,
traté recoger las perlas más hermosas
y hasta el fondo del mar intenté nadar,
pero por no ser Acuaman
mis pulmones estuvieron a punto de estallar
y ninguna perla pude alcanzar.

Para ti, el regalo perfecto quise encontrar
y por ello hasta Asia fui a dar.
Buscando y buscando, en un bosque me adentre
y de una especie sin igual con una linda flor para ti regresé.
Tan tonto yo que solo un día vivió y luego sus hojas la flor secó.

Un vestido precioso, para ti
 quise confeccionar;
perfeccionarlo cansó, pero al fin lo logré terminar;
empacándolo estaba,
cuando mi abuela lo vio y encantada con él quedó,
sin vacilar me lo quitó y para ella se convirtió.

Para ti, el mejor perfume quise regalar
y con polvos lunares lo comencé a preparar,
su exquisito aroma al viento encantó
y con una ventisca el tarro de vidrio tumbó.

El regalo perfecto, en tu cumpleaños te quise obsequiar
y una luz estelar intenté yo alcanzar;
cuando a la más brillante
del firmamento pretendía atrapar,
entre mis dedos resbaló
y un poco al salir me quemó.

Chocolates, con dulces frutos en su interior te pretendía llevar,
tan ricos estaban que ni yo me pude aguantar
y a duras penas mi apetito pudieron calmar.

El regalo ideal no pude encontrar y supuse quizás,
un poema tu corazón podía cautivar,
con papel y lápiz no pude empezar.
Mi cuerpo se comezón a derrumbar
y entonces me puse a llorar.

¡Estoy perdido! ¡¿Qué te voy yo a regalar?!

¿Mi corazón, mi amistad, mi amor?
Son cosas que ya hacen parte de ti
y no te las puedo re-obsequiar.

Hoy es tu cumpleaños y no puedo parar de llorar.
Solo mi compañía te puedo brindar.

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