-Vista desde otra vistas...

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Horas antes, esa misma mañana en otro lado de la ciudad

Me encuentro en la cama tirado, en mi caso no se podría decir que estoy acostado porque en la postura que me encuentro no es muy digna de ver. Me tengo que levantar dentro de poco para arreglarme para el instituto.

 Me levanto y voy directo al armario saco unos vaqueros desgastados, dudo entre uno camiseta básica normal o una negra. Creo que me quedo con la blanca, la cojo junto con la ropa interior y entro a la ducha. Las gotas de agua caen débilmente sobre mi espalda. Una vez que he acabado de ducharme salgo y me coloco la ropa, me intento peinar lo más bien posible, aunque no es que me haya despeinado mucho dormido ya que tengo semi rapado los lados.

Bajo al comedor de la cocina donde están mi madre y mi hermana pequeña, mi padre ya debe estar trabajando en la cafetería.

-Buenos días mama-le doy un beso en la mejilla

-Hola renacuaja-la cojo y le despeino

Mi madre se llama Abril. Tiene el pelo castaño, como yo y Celia, unos ojos verdes muy claros que te transmiten una paz muy tranquilizadora. Es ayudante en una revista de música. Mi hermana tiene seis años y en cambio tiene el pelo rubio de mi padre, lo lleva casi siempre o recogido en dos largas trenzas o suelto, al ser blanca de piel siempre me ha resultado  parecida con “Campanilla”

-Mama ¿has visto mi suéter azul? No lo encuentro-dice mi hermana

-Celia lo dejaste ayer en el comedor después de jugar conmigo-le digo mientras me echo cereales en un bol

-Ah es verdad. Esta noche quiero la revancha-me dice señalándome con el dedo

-Pequeña no sé cuando aprenderás que no puedes ganarme al FIFA

-Algún día te ganare, ya verás que si-dice muy segura de sí misma

-De sueños también se vive jajaja-digo

-Mama yo me voy ya-le digo una vez que he terminado de comer

-Vale Marcos ten un muy buen primer día-Me da una de esas grandes sonrisas

-Adiós mama, adiós enana

-Adiós grandullón

Salgo de mi casa con paso decidido no tengo muchas ganas de ir al instituto pero como cada año me tengo que aguantar lo bueno es que he oído que este año se incorpora gente nueva, no se tal vez eso este bien.

Voy con los auriculares puestos, ahora mismo estoy en el autobús agarrado a una de las barras, hace un rato cedí el asiento a una embarazada que no debía de ser dos años más mayor que yo. Estoy escuchando “El y ella” de Arma Blanca feat Dlux

“incluso siendo ateo 
el le pidió a dios un deseo 
ella era esa chica típica 
que tiene a quien querer 
pero no quiere a quien tiene 
solo quiere de manera psíquica “


Y de repente recordé todo lo que me había pasado este verano. Recordé a Mara, recordé todas las noches llorando por ella, todas las veces que la llamé para luego averiguar que estaba con otro. Todas las promesas, todo lo que nos habíamos jurado, todo…lo mando a la mierda, como si todo lo que habíamos pasado juntos fuera un simple pañuelo en el que una vez que te cansas lo tiras a la papelera y coges otro. Eso me sentí aquella mañana de junio un sucio y repugnante moco.

Habíamos quedado en vernos me dijo que tenía una sorpresa. Como cada vez que salíamos le llevaba un caramelo de menta, así era como nos habíamos conocido comprando caramelos de menta y ese era como nuestro símbolo. Llegue antes que ella lo que me pareció muy extraño ya que era ella a la que no le gustaba la impuntualidad “Un ser que sea impuntual, no debería acercarse a mí...” eso decía siempre. Me extrañe mucho pero decidí que era mejor esperarla que atosigarla a llamadas. La esperé, la esperé mucho rato creo que pasaron dos horas y yo seguía allí en aquel parque esperándola, cuando ya me estaba yendo tome la puerta derecha ya que quería ir a comprar dulces para Celia, cuando a lo lejos vi una pareja besándose. Aquella mata larga de pelo rubio me era muy familiar pero no asocie con que podía ser, cuando se separaron pude ver como mi mundo se venía abajo. Ella, esa chica a la que le había dedicado tanto tiempo, tantas horas y tanta lucha por estar con ella me estaba engañando. No sé cómo pero ella también me vio, y vino a mí como si nada hubiera pasado, como si no hubiera estado besando con aquel chico minutos antes.

-Emm…veras Marc todo esto….te lo puedo explicar

-¿Explicar el que? ¿Qué te estabas besando con otro? ¿Que te e estando esperando dos horas como un tonto porque tenias una sorpresa? ¿Eso me vas a explicar?

-No seas así Marc, veras lo de la sorpresa no es una sorpresa es…ag. No tengo palabras…uff –respiró hondo-Te dejo

-¿Cómo?

-Si Marc te dejo, ya no siento lo mismo por ti .Y estoy cansada de estar haciendo algo que no quiero. Adiós

-Pero….

-Adiós Marc. Que tengas suerte

Y se fue con él. Se fue y me dejo con el corazón roto, me dejo en el parque que había sido testigo cientos de veces de nuestro amor, un amor que por lo visto había sido falso. Me fui, me puse el gorro de la sudadera y empecé a llorar camino a casa.

 El autobús se paro en mí parada y allí me baje yo….

El inicio de todas las mariposasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora