Bien, se rinde.
Ya era noche y ella aún no aparecía, tal vez era momento de que sentará cabeza y que de una vez por todas se diera cuenta que jamás podría llegar a ser amado por una chica como ella.
Se paro del suelo sacudiendo el pasto que se había pegado a su pantalones, tomó la orquídea en su mano y por un momento pensó en dejarla ahí, pero vamos era una flor muy bonita como para ser abandonada.
Suspiro cansado, era tonto de su parte hacerse ilusiones.
Bien era hora de irse a casa.
Los ruidos de los arbustos y pasos corriendo le puso en alerta, maldita sea no trajo ningún arma consigo, aún que era bueno peleando no significaba que podía derrotar a alguien así.
Sin embargo aún así se puso en postura de combate para averiguar quién era el que se acercaba.
Sus ojos se expandieron al ver que ella había salido de aquellos arbustos jadeando y reposando en uno de por árboles.
Su kimono estaba desordenado, su cabello había empezado a deshacerse de aquel peinado, además de eso no traía maquillaje como siempre y venía descalza.
-Te dije que no podía hoy idiota
Era ella, definitivamente era ella.
Había venido, había venido tal y como le había dicho, un poco -demasiado- tarde, pero había venido.
No sabía como reaccionar, seguía ahí parado mirando con atención a la chica, veía como es que ella trataba de deshacer aquel peinado diciendo una que otra cosa que realmente no ponía atención, se concentraba más en que es lo que diría ahora, bien había planeado en confesarse pero todo se volvió blanco.
-Estúpidos ancianos
La ojiperla tiro aquel sujetador al suelo acomodando su larga cabellera, girando a ver al azabache quien no hacia más que mirarla.
-Uchiha
No reaccionó.
-Sasuke
-Viniste
-Por su puesto que vine, a pesar de que te mencione que no podía, eres realmente- ¿Que es eso?
Puso atención en la flor que llevaba el azabache, una hermosa orquídea, su flor favorita, era imposible que el Uchiha supiera eso ¿no?
Este solo se sonrojo al momento en que recordó que traía la flor en su mano, si de verdad hubiera sido atacado definitivamente se sentiría más o menos avergonzado de lo que ahora estaba.
Sabía que era su flor favorita, vamos no por nada la ojiperla tenía orquídeas en su jardín, no era tan tonto como para no saber que quien cuida y riega las flores no es nada más y nada menos que Hinata Hyuga.
Al principio pensó que había sido Hanabi, pero no, esa niña tenía otras cosas en la cabeza que estar cuidando flores.
-¿E-esto? Yo.. Para ti
Al momento en que la extendió a la ojiperla esta se había sentido de alguna manera un poco conmovida, no esperaba que el Uchiha hiciera cosas como estas.
Pero, ¿Por que?
-Si, gracias
La tomó con cuidado en sus manos, se notaba que el azabache hizo lo posible para que no se maltratara.
-Entonces..