amour fou ; ashtray

En aprietos y un nuevo comienzo

Un joven asustado se encontraba dudando si ingresar o no al establecimiento que se encontraba a tan solo unos metros de él. No tenía muy claro el por qué de la citación, y justo eso era lo que lo mantenía preocupado. 

Se armó de valor y entonces ingresó al local llamando la atención de todos los presentes.

—Ho-hoooola... ¡q-que distraído!, esta no es mi casa, e-emm... —con cada palabra iba retrocediendo poco a poco fuera del lugar— p-perdonen creo q- ¡no! ¡NOO! ¡¡ESPEREN!!

Bastó una señal con la cabeza del pelirrojo sentado en la caja, para que en un segundo, el más robusto de los dos otros tipos, alzara al ahora aterrado hombre como a un saco de papas, dirigiéndose a uno de los que aparentaban ser refrigeradores para las bebidas.

Abrió la puerta del mismo y comenzó a resonar a volumen medio Chill Bill, mientras se adentraba al cuarto. Frente ambos estaba el tipo a quién el escuálido le debía dinero, sentado en un escritorio.

—Bájalo, Bunny —el fortachón obedeció y se volvió a la puerta a vigilar que nadie los molestara— Robbie, qué gusto volver a verte... —habló el joven que comenzaba a dar vueltitas en su silla.

Robbie mientras tanto no sabía si la sonrisa que mantenía el chico frente a él era una sincera o una burlona, sus labios temblaban y se encontraba hiperventilando, así que abrumado le respondió:— Ash, solo dame unos días más, ¡sabes que siempre te pago por cuotas! mira te prometo que este mismo fin de semana te pago lo que toca, ¿s-sí?

Hasta ese momento, Robbie se encontraba hincado suplicando con sus manos entrelazadas. Al instante el joven se levantó y se inclinó quedándose unos segundos viéndolo directamente a los ojos, para después soltar una risa divertida, dejando al chico aún más confundido.

—Robbie, Robbie... —suspiró Ash, negando con la cabeza sin borrar su sonrisa— ¿crees que te llamé por eso? —elevó una ceja hacia el mencionado y este asintió lentamente con una expresión desorientada.

Ashtray negó nuevamente y llevó sus manos a sus bolsillos— En realidad, no es por el dinero, Rob-Rob, no exactamente. —escuchó cómo el chico tragaba grueso.

—¿A-ah, no? —Ashtray negó lentamente— ¿en-entonces? 

—Pues... —alargó la palabra y se volvió a su silla— un pajarito me contó por qué no pudiste pagar a tiempo. —Robbie no decía nada, sin embargo no apartaba la mirada de su dealer— Me contaste que tu madre estaba un poco enferma, ¿no? —notó que el chico se ponía nervioso y para aumentar la tensión, sacó un arma del cajón más grande del escritorio, y lo posó sobre el mismo, causando que Robbie se asustara tanto que su respiración agitada se escuchaba en toda la habitación.— No me gustan los mentirosos, los odio, no sabes cuánto. 

—Por favor, Ash-

— Yo soy una persona muy comprensiva, —habló fingiendo paz con su voz— por eso te di más tiempo para conseguir el dinero, por que me dijiste que tu mami estaba muy enferma. —comenzaba a levantar la voz y Robbie ya estaba sollozando— Iba a darles una sorpresa a ti y a tu mami en el hospital, porque soy un ser TAN bondadoso, que incluso iba a dejar pasar las cuotas de estos dos meses. —hizo una pausa— Y vaya, me doy con la sorpresa, que tu mamá no está registrada en ningún hospital, ni clínicas, ni en una mierda, —golpeó el escritorio con fuerza– porque ni siquiera existe.

Robbie sollozó con más fuerza con la cabeza gacha.— ¿Qué pasa? ¿No me querías decir que le estabas comprando a otro imbécil? 

El chico sin dejar de llorar, susurraba "por favor" constantemente por lo bajo.— Robbie, no, no, no, no llores, no supliques, amigo. —se acercó a él y le propinó unas palmadas en el hombro— suplícale y llórale a esta belleza... —le mostró el arma y el chico frente a él abrió los ojos gigante.