El Dios del caos les dio un regalo a cada Raza dándole a ellos uno de sus hijos los cuales los representaran, ayudaran y servirán por el resto de la vida de esa raza.
Tu eres una de los hijos de el Dios del caos y serviste a cada Rey Demonio en todo...
Una hermosa mujer de cabellos rojos carmelita, y ojos rojos cono el mismísimo fuego se encontraba rápidamente por los grandes pasillos de ese gran castillo haciendo resonar sus tacones por el piso y llamando la atención de muchos demonios los cuales la veían con un notable sonrojo ya que la mujer tenía una belleza envidiable y el cuerpo con el que ella poseía era toda una invitación a perderse en esas hermosas curvas que poseía esa belleza, nadie sabia si eran por sus hermosas curvas las cuales eran realmente fascinantes o por su llamativo atuendo que no dejaba nada a la imaginación.
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Ella trataba de caminar rápido para llegar a buena hora ya que después de la misión que tuvo por mandato de su Rey y la sorpresa de que ahora su amiga estaba dando a luz a el príncipe heredero la dejo sin duda sorprendida pero aun así feliz ya que su Rey siempre quiso tener un hijo y su felicidad era igual de compartida.
-mi Rey- ase una reverencia- Esta bien la Reina?-pregunta aun sin levantar la mirada
-Alone ya te e dicho muchas veces que no es necesario que hagas eso- te toma de la mano y te levanta
-perdón su majestad-lo miras- dime que la Reina esta bien!!-dices tomándolo de los hombros y empujándolo de arriba a bajo histérica
-tranquila Alone-paras de empujarlo-debería estar yo como tu!! Va a nacer mi primer hijo dijo un poco alterado
-tranquilo su majestad-le das una sonrisa-se que usted será un buen padre
Él resopla aun con nervios pero mas tranquilo
-gracias Alone-dice con bastante cariño ya que le tiene mucha confianza a su antigua mentora y mejor amiga-Alone- Te llama
-si mi Rey
-necesito hacerte una propuesta
Dice pero antes de decirle sale una de las parteras solicitando tu presencia en la sala en la que esta tu amiga
-después me la dirás necesito ir a donde margaret
Te adentras a la sala sin esperar mucho mas para así ver a la Reina cansada y con bastante sudor en ella, rápidamente te acercas a tu amiga, le sostienes la mano y le dices sin titubear.
-margaret, se que estas cansada y eso lo se pero tienes que pujar 1....2.....3....puja!!-dices dándole apoyo a tu amiga
(....)
-eres realmente lindo mi principito-dices sin soltar a tu príncipe viéndolo con todo el amor que le tenías
Después de él duro parto tu fuiste la primera en sostener a él príncipe que a sugerencia de la Reina tu fueras la que le pusiera él nombre llegando así a llamarlo Meliodas.
Las parteras estaban ayudando a La reina ya que se sentía débil y él Rey no se alejaba de ella dejándote con el total cuidado de el principito el cual no despegaba sus ojos de su cuidadora y cuando alguna sirvienta trataba de quitarle el bebe este lloraba con fuerza ya que no le gustaba estar en otros brazos mas que los de su cuidadora.
-al parecer mi hijo ya te ama-dice él Rey sosteniéndose de la puerta viendo como su mejor amiga sostenía a su hijo y este jugaba con su larga cabellera
-no digas tonterías mi Rey loco-dices llamándolo por un apodo que siempre le Decías desde que era niño- El principito es todo una dulzura, es adorable y realmente lindo
-y por la forma en que te mira diría que tu le gustas mas que yo
-por favor no digas tonterías-dices levantándote de la mecedora en la que estabas-ven, toma lo
le ibas a entregar a su hijo pero en él momento en él que él príncipe sintió otras manos de las cuales no eran de amada él empezó a llorar fuerte y en ese instante su marca oscura aprecio impresionando tanto a él Rey como a ti y viendo como la pequeña pero potente magia oscura de el príncipe te protesta como si fuera una barrera.
Estabas totalmente impresionada, como un pequeño niño podía tener tanta energía en si si apenas había nacido, no sabias nada pero en ti empezó a crecer un sentimiento raro él cual te gustaba bastante y aunque no entendías mucho de ese solo pensaste que era orgullo y lo dejaste así.
Por parte de el Rey sentía verdadera gratificación al saber que su hijo era poderoso y aunque sabia que solo al ser su hijo ya tendría un poder enorme no sabia que iba a ser tanto y esto le iso recordar él otro motivo por él cual iba a hablar contigo.
-mi hijo ya esta en confianza contigo y eso que apenas a nacido-dice este llamando tu atención- Alone de esto es lo que quería hablar contigo, se perfectamente que tu eres muy fuerte y por lo que vez- señala a su hijo- el lo va a ser y quiero que tu lo entrenes, no para que sea como yo si no para que sea mucho mejor a mi y sea mi heredero al tronó-dice con bastante seguridad en sus palabras
Tu estabas sorprendida, ya habías entrenado a otros Reyes pero no aun así te sorprendía que tu exactamente fueras su entrenadora pero eso no era lo único que te desconcertaba.
Algo dentro de ti quería NO deseaba que fueras su cuidadora ya que querías estar con ese niño cueste lo que cueste y tu solo pensabas que eran las emociones de proteger a la raza demoníaca que tu padre te implantó en ti pero.....algo en ese bebe te Asia sentir algo que no habías sentido con otros príncipes, era raro pero lindo.
No tuviste que pensar mucho para darle una sonrisa a tu amigo y él conociéndote sabia que con ese gesto era un SI absoluto y eso le gustaba.
-por supuesto mi Rey
Y de hay te convertiste en la protectora de tu príncipe.
