Capitulo 05: Aquel beso

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Hace dos años, besé a Bakugou en su cumpleaños. Él estaba enredado entre sus cobijas, me acerqué preguntando el porqué de su humor, me amenazó con matarme si me reía y poco a poco fue asomando su rostro.

- No había leche con chocolate en la tienda - juro que traté de contener mi risa lo más que pude.

Cubrí mi boca con mis manos, pero eso solo hizo que mi risa estallara, haciendo que Bakugou se molestara. Aunque por otro lado lo entendía, la leche con chocolate mantenía a Bakugou con mucha energía.

- Bastardo, te mataré - Bakugou saltó de su cama para lanzarme una explosión (cayendo encima de mí).

Pude ver sus hermosos ojos carmesí desde un mejor ángulo, sentí mis mejillas ponerse coloradas y mi corazón estaba bailando, ignoré lo que mi mente decía y me lancé a darle un beso. Aunque solo pasaron treinta segundos (a lo mucho), el beso se sintió como una eternidad; ni siquiera tuve la valentía de mirarlo mientras tanto.

Al separarme de él hui con mucho miedo y pánico. ¡Lo bese! aun siendo un chico, aun siendo un niño, aun siendo su mejor amigo. ¡Lo besé! 

...

- Entonces, ¿eres él, no es así?

Mi mente estaba en blanco, las palabras que quería decir no salían, tenía la opción de salir corriendo como aquella vez, siendo débil y cobarde: como siempre.

- ¡Bastardo, no te atrevas a volver a huir! - Las palabras de Bakugou me hicieron entrar en razón.

- ¿Cómo lo supiste? - pregunté aun con mi voz temblorosa.

- Lo sospechaba por tus estúpidos dientes - hizo una pausa para acariciar mi cabello - pero luego de ver tu cabello hacia abajo y tomarte de la mano, me di cuenta de que eras tú.

- Ya veo...

Y pensar que algo tan estúpido me delataría. ¿Nuestra amistad termina aquí? Ahora que Bakugou lo sabe, que sabe lo cobarde que soy por no afrontar mis problemas, ¿Seguiré viéndome varonil?

- Cuando estaba solo, tú me acompañabas, éramos unidos, ¿no es así? Entonces por qué... ¿Por qué me besaste y huiste? Que mierda es eso - Bakugou estaba desgarrado.

- ¿Qué debí haber hecho? - ¿Han sentido la sensación de adrenalina y tristeza combinadas? Eso es lo que siento - Te besé a la fuerza, aun siendo tu amigo...

- ¿Por qué no dijiste nada cuando nos reencontramos? - mis piernas comienzan a tambalearse hasta que, por fin, caigo al suelo.

- ¡Yo estuve ahí! - dejé salir un grito débil - Yo estuve cuando el villano de lodo te atacó en la secundaria. Me paralicé de miedo, mis piernas no respondieron, incluso ahora... ¡Soy patético! Quería dejar ese patético yo atrás, pero parece que es parte de mí.

No sé en qué momento comencé a llorar, tampoco me importó si despertaba a alguien, quería ser sincero por primera vez en mi vida. Quería desnudarme frente a Bakugou y viera lo cobarde que soy. Una parte de mí quería que, aun con mi cobardía, él pensara que sigo siendo varonil.

Bakugou se inclinó hacia mí y me abrazó; no pude ver la expresión que tenía en su rostro.

- Entonces, hagámonos más fuertes - sentir el aliento de Bakugou en mi oído ponía mi piel eriza - Sin ti, no tiene sentido ser el número uno.

- Bakugou...

- Llámame Blasty, al menos solo por ésta noche - me hundí entre sus brazos.

- Blasty...

Y así, entre cálidos abrazos le confesé mis sentimientos por él - de una manera formal - y él, gustoso, los correspondió. 

Me volvió a besar, ésta vez fue un beso largo y tranquilo, uno que succionó todas nuestras preocupaciones y las desapareció. Logré mirarlo a los ojos sin culpa, aquella que me había estado consumiendo, ya no estaba. 

Nos acurrucamos sobre la cama, nuestros brazos nos mantenían cálidos. La luna podía mostrarse por la ventana, mi corazón, a quien siempre intenté ignorar, tomó el control de la situación. Quién diría que un niño podía enamorarse, un amor que dejó de sembrar y huyó de él, pero bien dicen que no puedes huir de la tierra. Quiero  compartir todo con Bakugou, ya sea tristeza, alegría o enojo, no importa mientras esté con él. 

No faltó mucho para quedarnos dormidos en aquella posición, después de muchos años pude conciliar el sueño - sin pesadillas - y mis ojos lograron descansar. Tener a Bakugou cerca me hacía sentir protegido y estoy seguro de que él también se siente así.

Gracias a las explosiones de aquel cenizo, pude salir de la oscuridad en la que estaba.

Fin...

Color en la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora