No imaginé amarte... Pero; eso es lo que es supuestamente el amor. Amar a alguien sin haberlo predecido antes. Y juro, que es hasta lo mejor que me pudo haber pasado:
Enamorarme de vos...
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―¡Fran, Fran!, ¡Mirá!. ―Grité emocionada. Había visto que estábamos cerca del puente de los candados.
―Tu veux y aller?. // (¿Quieres ir?). ―Preguntó. Yo sin más, asentí con una gran sonrisa.
Caminábamos a una velocidad considerablemente rápida. Eran aproximadamente, las seis y media de la tarde. Veía las parejas que compraban candados, otras que quedaban enternecidas abrazándose y otras que tiraban los candados al río Sena, mientras estos eran llevados por la corriente.
De por sí la vista era romántica, pero, ¿Que lo hacía ver más romántico?, Simple, no faltaba nada para que el atardecer se hiciera presente. Además, estamos en la ciudad del amor, ¿Que más era de esperarse?.
―¿Compramos?. ―Señalé hacia donde vendían los candados. ―Pero cada uno pone la mitad. ―Me aseguré de aclarar.
Él dió leves risas: ―N'en dites pas plus, allons-y pour certains. // (No se diga más, vamos por unos). ―Dijo y nos dirigimos al pequeño negocio al aire libre y compramos dos. Y pusieron nuestros nombres.
Vale informar que no estábamos como la representación de países que éramos, sino que en nuestra forma humana para poder estar entre los ciudadanos y no llamar mucho la atención.
Volvimos al lugar donde estábamos: ―No somos pareja, no aún, ―Susurré por lo bajo, ―pero hagámoslo igual.
―Debes pensar en un deseo. Una vez que los dos hayamos pedido uno, juntaremos los candados y los arrojaremos al río, D'accord?. ―Asentí y cerré mis ojos.
Entre tantos deseos debía elegir uno. ¿Cuál? No sabía. Sin más elegí uno; uno que no fuera “imposible”.
―Prêt? // (¿Listo?). ―Habló Francia captando mí atención.
―Si, ya estoy. ―Contesté. El tricolor juntó los dos candados e hizo que entre los dos tengamos uno. Los tiramos y podíamos observar como eran llevados por la corriente del agua.
―Argentine... ―Me llamó nuevamente, dejando de mirar a los candados que desaparecían, ―Quiero que tengas la llave y siempre que sea necesario, cuando la agarres me recuerdes. Prenez-le comme un simple cadeau, mais qui nous unit tous les deux au loin. // (Tómalo como un obsequio simple, pero que nos una a los dos en la distancia). ―Dijo teniendo mis manos dejando la llave en estás.
―Así va a ser... ―Lo miré y tenía una gran sonrisa de oreja a oreja, contagiandomela. ―Así será, Fran...
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AaaaAAYyy, la puta madre...
Dios, me empezó a gustar un chico ⁄(⁄ ⁄•⁄-⁄•⁄ ⁄)⁄
¿Problema?, Hace casi un mes que terminó con su novia y me estuvo hablando de su ex y, y, y, khe rabia :(
Tampoco se porqué cuento eso jajjsja
Ahora sí, como la santiagueña que no le gusta sus primos que soy, me echo una buena siesta de cuatro horas (人*´∀｀)｡*ﾟ+
