Me encontraba metida en mis pensamientos observando el cielo, eso hacía que me olvidara de todo...
De lo mucho que extrañaba a mi madre, eso me hacía sentir vacía, le dije que estaría siempre con ella y de nuevo siento cómo si le estuviera fallando.El sonido de las aves pasar me hizo quedarme perdida en el azul del cielo y sus nubes con figuras que me gustaba descifrar, para mí era un mensaje subliminal que me decía que la vida era un rompecabezas.
Mi pensamiento fue interrumpido por una mano que tocaba mi hombro.-Vamos, tenemos que ir al recorrido.
Gritó Allen, ese pelinegro de lentes, como le gustaba molestarme en mis mejores momentos poéticos.-No gracias, los recorridos y yo no somos amigos.-
Cómo aquella vez que me perdí en ese recorrido escolar.
- así que piensas quedarte ahí como una loca tirada afuera de una universidad?- dijo Allen levantando una ceja como suele hacerlo.
-Tal vez, lo más probable es que te vea en la biblioteca, con tu pinta de inteligente. Bien me largo, suerte.
Me pare y camine con unos libros en la mano, sobre los cambios que podría realizar el ser humano.
Subí las escaleras saltando de dos en dos; probablemente algún día se me traben los pies, caiga y muera, una historia tragica.
Sin duda una historia que debería de estar en un periódico con el título: "Valentina la torpe que se cae de las escaleras"Definitivamente sería una gran historia.
Llegué a la biblioteca, gente perdida en libros, personas hablando a lo bajito, gente tomando café, y una torpe que se imagina cayendo de las escaleras, efectivamente, hablo de mi.
Tomé uno de mis libros y comencé a leer una de las últimas páginas de esa historia.
Transcurrió el tiempo y
un grupo de alumnos, entre ellos mi querido hermano, entraron a la biblioteca junto con a un par de rectores.Traté de continuar con mi lectura pero un chico rubio llamó mi atención.
En menos de lo que esperaba subió de un salto a la mesa de lectura donde me encontraba y empezó a recitar un poema un tanto gracioso.-" una tarde de domingo, cuando las cortinas están bajas y el proletariado toma las calles. Hay ciertas carreteras que me recuerdan a nada menos que... Un grande... y cancerígeno.... PENE - dijo haciéndo un extraño gesto junto con una lámpara.
La mayoría de las personas en la biblioteca miraban la escena en silencio, con gracia y otras con una pizca de horror.
Sin más, me levanté y comencé a aplaudir a su maravillosa interpretación, es decir, el chico rubio demostró tener demasiado talento para haber leído un problema sobre penes.Antes de que terminara de apludir, el chico talentoso me miró con una gran sonrisa que fue interrumpida por la encargada de la biblioteca.
-Ese libro está prohibido!
Dijo la mujer enfadada ante el poema del chico.
-Y por eso es que me lo aprendí de memoria.
dijo el rubio con sorna y sonriendo ante el enfado de la bibliotecaria.
Henry Miller, sus novelas me resultan un tanto interesantes, el chico además de talentoso resulta ser de buen gusto. En menos de lo esperaba el chico rubio salto de la mesa y salió corriendo ante la amenaza de ser arrestado por los hombres de seguridad en la biblioteca. -Alerten a la prensa, díganles que Lucien Carr es inocente!!!Desapareció de la sala lo más pronto posible a lo cual no pude evitar reír. Lucien Carr? será ese el nombre del chico de la escena?, no lo sé pero sin duda me comenzaba a agradar estar aquí. Tomé mis libros y otras de mis pertenencias, había decidido salir a explorar un poco la universidad por mi cuenta. Me despedí de mi hermano Allen y salí de ahí.
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𝐓𝐡𝐞 𝐧𝐢𝐠𝐡𝐭 𝐰𝐞 𝐦𝐞𝐭 [𝐅𝐀𝐍𝐅𝐈𝐂] ~𝐋𝐮𝐜𝐢𝐞𝐧 𝐂𝐚𝐫𝐫
Fanfiction-Es complicado... -Perfecto, me gusta lo complicado.