Donde el destino se burla de ti y te da una pareja destinada cuando ya estás con quien elegiste amar para toda la vida. Un verdadero desastre para un alfa y un omega que no quieren amarse.
⚠️ Un viaje de celos, engaño y torceduras, si no te incomod...
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Es inquietante que ChanYeol sienta un revoloteo en su estómago, cálido y estrujado al seguir a ese omega para cruzar la calle hacia el parque. Pensó que era cosa de feromonas, que pasando los días el olor de Chenni no lo afectaría tanto y volvería a su vida normal, pero se equivocó. Solo con verlo de nuevo puede sentir a su lado alfa lloriquear patético, imaginándose así mismo como un perro agitando su cola ridiculo y enamorado tras su dueño. Podría burlarse de sí mismo ahora pero no puede ni aunque quiera, no cuando su cuerpo se siente flotar, hay una bruma rosada en su mente y está bloqueado todo malestar con el fin de hacerlo sentir cálido, gustoso, borracho de un afecto indefinido que reverbera desde lo profundo de su ser mientras el aroma de flores y vainilla le provoca deseos de marcar en forma de mordidas y chupones la nuca del omega frente a él. Gruñe y sacude la cabeza para recobrar la razón.
- Aquí está bien solo quiero hablar - sale la voz de ChanYeol más agitada de lo que le hubiera gustado. Pero está rozando un límite que nunca supo estaba ahí. Siempre creyó ser un alfa completo y estable, enamorado hasta la médula de su pareja, pero ahora siente que traiciona ese amor verdadero, que está deshonrándose hasta sí mismo solo por sentirse atraído hacia un aroma omega que acaba de conocer.
Chen se detiene y se gira con lentitud. Están bajo la sombra de un gran árbol en el camino arbolado. Parece que pronto el cielo se nublará. Mira al alfa frente a él y no se inmuta, trata de mantener la espalda recta y el rostro en alto. Tiene que dejar las cosas claras, debe saber porque la presencia de ese alfa le deja la piel erizada y con ganas de algo que no sabe que es. Lo mira a los ojos y por un momento siente que es un error, porque el alto es ridículamente atractivo con su estupido cabello blanco y sus tontos lentes dorados que dan un aura de inteligencia exquisita a su porte elegante y lo hace un poco tímido de repente. Sus latidos vuelven a inquietarse y el sonido se expande fuerte contra su pecho. Ya no puede mentirse, busco causas de sentirse atraído de la forma que lo hace tan repentino por un alfa siendo omega, y todas las respuestas apuntaron a un desastre, un desastre que desea sea mentira, que quiere que todo eso se detenga y volver a la normalidad pero no sabe cómo. Debe decir algo antes que su garganta se seque.
- ¿Qué estas sintiendo ahora? - pregunta sin vacilación, tiene que estar seguro de lo que siente ese alfa primero antes de hacerse conclusiones - Aquí frente a mí.
ChanYeol está seguro es una broma cruel y tiene ganas de gritar y llorar. Porque en el momento que Chenni lo mira a los ojos sus entrañas se incendian en una calidez placida que recorre el torrente de sus venas calentando su cuerpo. Tener la voz dulce y atención del omega con esa mirada inquieta y profunda, el semi puchero que quiere brotar de sus labios, está causando que su alfa se estremezca de regocijo y quiera ver más. Se está volviendo loco no hay duda. Sehun tenía razón, está jodido.
- No mentiré - jadea sin querer mostrar la conmoción en su voz por hablar con la inquietud que estruja su corazón - Desde que te oli cerca, me has provocado tantas cosas. Me siento tan bien que me asusta - su tono contenido y grave tiembla - Estoy tan asustado de estas extrañas sensaciones que me provoca estar cerca de ti, un completo desconocido que temo sea lo que creo porque significaría que, que nosotros, somos... - la frase muere en sus labios y lleva una mano a peinar su cabello hacia atrás en frustración mordiendo su labio y camina hacia el árbol para sostenerse un momento. Está a punto de decir lo que su alfa gruñe contra su pecho, lo que nunca creyó experimentar porque pensó ya tenía su destinado que él mismo eligió, y todo era hermoso, tan perfecto que nadie jamás lo superaría. Pero ahora está ahí, frente a un omega que le hace palpitar el corazón sin si quiera quererlo.