Boda

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Día 13: Boda SasuKarin Month 2021

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Tras un año separados de los cabecillas Uchiha, Sasuke y Karin se encontraban por celebrar su boda. Había sido un año difícil, no sólo por los planes de la ceremonia, sino que ambos lidiaron con peleas normales de pareja que pusieron en peligro la unión, todo esto a raíz de los ascensos que ambos recibieron. Sin embargo y pese al carácter de ambos, superaron los conflictos y ahora se encontraban a unos minutos de la ceremonia.

—¡¿Y el velo?! ¡¿Dónde está el velo?! —gritaba Karin caminando de un lado al otro en la habitación donde se alistaba para el gran momento.

—Está colgado en el armario —señaló Izumi bastante divertida, y no era la única, pues las damas de honor se reían.

—¡¿Quién lo puso ahí?! —gritó furiosa, porque ella recordaba haberlo colgado en el perchero.

—¡Tu! —corearon las chicas.

—No puedo creer que yo tenga un mejor carácter que tú y aún así vas a casarte primero —replicó Kim que tampoco era una chica dulce, pero al menos no explotaba fácilmente.

—Sólo está nerviosa —rió Izumi porque Karin juraba y perjuraba que no se inquietaría por una "ceremonia en la que había que sobornar gente con comida y alcohol para que los reconocieran como pareja", según sus palabras.

—Estás pendeja si te pones nerviosa por una maldita reunión donde sólo vas a decir "acepto" vestida de mojigata —replicó Tayuya, quien sólo se puso el vestido de dama para beber gratis en la fiesta— Ya vives con el cabrón, ya te cogió e hicieron porno. ¿Qué sentido tiene que actúes como pendeja de instituto?

—¿Hicieron porno? —preguntó Kim curiosa.

—¡No fue porno! ¡Fue el estúpido de Suigetsu que instaló una cámara espía en la oficina de Sasuke! ¡Y no estoy nerviosa! —gritó la pelirroja que había sacado el velo del armario para ponérselo, pero no lograba hacerlo.

—No importa que lleven tiempo viviendo juntos y se conozcan como si ya estuvieran casados, siguen siendo una pareja joven que aún tiene mucho por recorrer —decía Izumi que ya se había acercado hasta Karin para ayudarla con el velo— Además, psicológicamente hablando, una ceremonia o incluso sólo firmar el acta civil, representa un gran paso porque están haciendo un compromiso con ellos mismos frente a muchos testigos.

—No es difícil, sólo tomas la puta pluma, firmas el puto papel y dices "acepto" —insistió Tayuya— Prácticamente es todo lo que hace en todo el puto día en el trabajo y termina hastiada.

—¿Tú podrías casarte sin inmutarte? —preguntó Kim con una sonrisa.

—¡Por supuesto!

—¿Incluso si te estuvieras casando con ese tipo...? —ampliaba más la sonrisa al ver cómo su amiga trataba de ocultar su incomodidad— ¿Cómo se llamaba? Shi... algo... ¿Shikai? ¿Shikama...?

—¡Que ya dije que no estoy nerviosa! —soltó Karin exasperada volviendo a caminar de un lado a otro.

—Yo lo estaré cuando me case —aseguró Izumi— Aún de novios a veces me vienen preocupaciones a la mente —Karin se puso más tensa— Pero son las preocupaciones usuales ¿No?

—¿Preocupaciones usuales? Se supone que si te casas es porque estás seguro —replicó Kim— ¿Cómo podrían haber "preocupaciones usuales"?

—¿Has visto las putas estadísticas de divorcio? Por eso no vale la pena casarse. Es mejor sólo juntarse y cuando te aburras de coger con el pendejo en cuestión, te vas.

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