Obedecerás

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Y ahí me encontraba yo siendo llevada como un saco de patatas con nada mas que una simple camisa y sin ropa interior, hacia quien sabe donde.

No falta decir que no me fiaba ni un pelo de Illumi, no lo conocía de nada, y ya se ve que soy su "propiedad", lo mio es increíble.

De repente sentí como era tirada bruscamente en un asiento de coche, para después ver como Illumi entraba abruptamente en el.

-Ponte el cinturón-demandó con un tono tajante, que sentí como mi piel se erizaba, y sin machistar obedecí a sus ordenes.

Y sin mas que decir arrancó,no sabia a donde me llevaba, tampoco me interesaba estaba tan cansada que me daba igual, tan cansada que me dormí preguntándome a donde era llevada...

-Despierta-me levante de un salto al sentir una calida respiracion sobre mi oreja,era Illumi,claro que era Illumi, y quien podria ser si no,por un momento tuve la esperanza de que fuera Hisoka, pero por mi desgracia no lo fue, y no lo será durante mucho tiempo.

-Vamos a comprarte ropa,no llevas nada-me dijo con unas expresiones vacias,en su rostro no mostraba ningun sentimiento,sus ojos, sus ojos son unos preciosos grandes orbes negros, que tampoco dejaban mostrar ningun sentimiento, estar o hablar con el, era como estar acompañada de un robot, vamos, hasta un robot hace mas gestos que este totem.

-Si me hubieras dado el tiempo de cambiarme, o recojer mi maleta igual.-dije mirandolo directamente a esos ojos que tanto admiraba en secreto y con los que empezaba a tener una fasinacion por ellos sin darme cuenta.

Ninguno dijo nada, nos quedamos viéndonos uno al otro a los ojos sin decir nada, hasta que el cortó el contacto visual para salir del coche y abrirme la puerta para entrar a la tienda de ropa.

Entramos era una tienda bastante lujosa, se me empezó a bajar la presión cuando me di cuenta de que solo llevaba una camiseta de Hisoka sin nada abajo, y de que se me podría ver algo.

Al darme la vuelta, pude ver a Illumi con una sonrisa burlona , dandome cuenta de que no solo me trajo para comprar ropa, si no que también para hacerme pasar vergüenza y mas en una tienda tan lujosa, donde todos me daban unas cortas miradas, bien vestidos, y yo la unica y diferente que voy con solo una camiseta,  unas pantuflas y mi cabello todo suelto., miremos el buen lado al menos me duché con Hisoka, no quiero pensar a lo que olería si no.

-Elije lo que quieras-me dijo mientras se sentaba en un sofá de la tienda,mientras me barria con la mirada y una malvada sonrisa.

Me giré ofendida, quien se cree para tratarme así, tendré que buscar como salir de aquí,aunque ahora que lo pienso,si salgo y voy a casa me encontrará rápidamente, lo mas probable es que llegue antes que yo, con su coche y tampoco puedo ir a otro lugar que no sea mi casa, porque simplemente no tengo otro hogar, ni puedo dejar a mi gatita sola...

No me queda de otra que esperar para hacer el movimiento adecuado,tengo que pensar muy bien como salir de esta situación, pero por ahora disfrutaré a lo máximo mi humillación y compraré algo de ropa interior y unos pantalos comodos, para pasar la noche, no veo la necesidad de comprar ropa nueva si ya tengo la mía, además cuando tenga mis pertenencias le devolveré el dinero,no pienso dejar que me pague nada el totem este, tengo que empezar a reconstruir mi dignidad de poco a poco.

Agarré un bonito encaje de lenceria blanco para despues entrar al probador y probarmelo,que tengo que decir, me queda como si lo hubieran hecho para mi, se apegaba muy bien a mi figura.

De repente sentí como la puerta del probador era abierta,me dí la vuelta rapidamente para ver quien entró...

Era un chico a simple vista de unos 23 años bastante mas alto que yo, casi llegandole a Illumi, pero antes de poder hacer cualquier tipo de pregunta se lanzó directamente hacia mi cuello, dejando torpes besos en aquel,mientras que con una mano tocaba mi trasero y con la otra mi pecho.

Me pillo muy desprevenida,estaba en shock, de donde sacó la osadía para cometer tales actos.

Poco a poco sentía como la rabia me carcomía por dentro,estaba harta, y este quien es para adueñarse así de mi, sin mi permiso, y sin mi consentimiento.

-Así me gustan bien sumisas,obedecerás-dijo entre jadeos mientras cacheteaba mi trasero, y esa señores fue la gota que derramo el vaso.

Lo agarré desde su pelo para despues proceder a tirarlo lejos de mi, una vez en el suelo, se le veia bastante confundido, seguramente no se esperaba eso de mi, pero ya estaba harta, asi que decidi que me iba a desahogar con el.

Una vez en el suele me senté sobre el y empeze a darle todo tipo de puñetazos en la cara con las dos manos, escuchaba borrosamente como pedia que me deteniese, pero estaba llena de rabia, tan llena que no me estaba dando cuenta de como mi mano se llenaba de sangre, tan llena de rabia que no me di cuenta ni de cuando el tipo se desmayo por la fuerza de los golpes pero aun asi le seguia pegando se lo merecia,se merecia sufrir todo el dolor del mundo, porque claro está que no soy la unica a la que le hizo tales cosas, asi que saldré las cuentas de todas yo misma.

Me sentía mareada, solo escuchaba un pitido pero no me importaba, yo seguia golpeandolo.

Y paré,paré porque sentí como si toda la fuerza que tenía se me era arrebatada, mientras empezaba a temblar no del miedo a lo que le hice, si no por todo lo que venía acumulando ya.

Me alejé del cuerpo del sujeto que ya yacía desmayado, mientras me dirigía a una esquina del probador con mis manos y cara llenas de sangre,ese bonito encaje que algún día fue blanco ahora más que lleno por ese color carmesí de la sangre.

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