ꕤ chapter one.

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★🏮 Lindo ◗﹆ׂׂ

Taehyung vigilaba todo su alrededor con sospecha, su mirada llegaba a asustar a algunos de los presentes en la majestuosa celebración anual del festival de las flores

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Taehyung vigilaba todo su alrededor con sospecha, su mirada llegaba a asustar a algunos de los presentes en la majestuosa celebración anual del festival de las flores.

El pelinegro a su lado lo tomaba de la mano mientras sonreía, sin darse cuenta de las miradas asesinas que echaba su esposo a cualquiera que se atreviera a mirarle de forma rara.

— Todo es tan bonito ¿verdad? —la emperatriz comentó con una linda sonrisa, ciertamente todo a su alrededor era muy hermoso, sin embargo, al emperador le parecía más bonita la apariencia de su esposa.

Su linda piel, sus ojos estrellados, sus labios rojizos y su perfecta figura, aun así, lo que más le gustaba era su gran y amable corazón.

Tsehyung sonrió y asintió mirando a su pareja con profundo amor.

— Sí, todo es muy hermoso. —dijo con cariño mientras daba un besito en la mejilla del pelinegro.

— T-tete, hay gente. —murmuró el pequeño mientras miraba hacia el suelo con un sonrojo en las rechonchas mejillas.

Todos los presentes en la fiesta habían volteado a mirar el tierno momento entre la pareja, algunas mujeres hermosas miraban a Jungkook con envidia, después de todo ¿quién no quiere ser la emperatriz de un imperio?

La emperatriz tenía estatus, respeto y mucho dinero, además del cariño del frío emperador.

Todas querían tener ese puesto.

Sin embargo, desde hace ocho años el mismo le pertenecía a Jeon Jungkook, el hijo menor de un ministro de rango medio y hermano de una mujer que se había casado con un comerciante.

Algunas personas no sabían con exactitud qué veía el emperador en el pelinegro.

La pareja caminaba sin prestar atención a las miradas de la gente, eso si no fuera por una mujer finamente vestida que se paró frente a ellos por lo que tuvieron que detener sus pasos.

Taehyung enarcó una ceja, esta mujer era la esposa de uno de los ministros de más alto rango del país, sin embargo, este ministro tenía algunos negocios ilícitos con sus enemigos.

Jungkook solo sonrió con cortesía.

La mujer miró la vestimenta de la emperatriz con envidia. El pequeño pelinegro vestía una túnica de una tela cara y suave, era de color rojo, tenía algunas flores bordadas de manera exquisita, esta ropa representaba a los gobernantes del imperio.

Sus pies usaban unas botas de cuero gruesas que, por el modelo, parecían tener una pequeña colcha en el interior.

Su largo cabello azabache se encontraba atado por una cinta de ganso color dorada, su cuello tenía como accesorio una pequeña y fina correa suave de la que caía un pequeño diamante blanco.

Todo lo que usaba era extremadamente caro, por ende, era hermoso.

— ¡Saludos al emperador y la emperatriz! ¡Mil años de vida! —saludó con respeto la mujer, ella parecía tener unos cuarenta y tantos años, vestía una bonita túnica azul claro y botas marrones.

— No es necesario arrodillarse. —dijo el pelinegro con preocupación al ver la intención de la señora, ella parecía un poco mayor por lo que no era muy bueno que hiciera tanto esfuerzo.

La mujer frunció el ceño, pensó que el emperador diría algo pero solo se quedó callado, la miraba con impaciencia, parecía querer que desapareciera de su vista.

— ¿Qué asuntos necesita tratar la señora Hyebin con este emperador? —la voz del rubio fue respetuosa pero algo cortante.

La pareja seguía tomada de manos y eso molestaba un poco a Hyebin, según las normas, debían soltarse para hablar con los demás y ser respetuosos.

— Sí, es que a mis oídos llegó una noticia algo alarmante. Me enteré gracias a mi marido que su majestad la emperatriz tenía un apodo para el emperador. —Jungkook lucía emocionado, asintió muchas veces con una sonrisa en la cara, parecía un pollito picoteando arroz.

— ¡Sí! Yo le digo Tete, porque lo quiero mucho. —su emoción era evidente, Hyebin no logró ocultar el desprecio en su mirada, la emperatriz tenía veinticuatro años pero actuaba como si fuera un infante.

Taehyung se dio cuenta, su mirada se enfrió.

— Lamento informarle a la señora emperatriz que no puede colocarle apodos a su majestad, esto es irrespetuoso, debe tratarlo con respeto y servirle con respeto como su esposa. —las palabras de la mujer fueron como si estuviera explicándole a un bebé.

Jungkook pareció perdido, su esposo dejaba que le llamara de esa manera, no le veía el problema. Hizo un tierno puchero.

— Pero él deja que le llame así. —Taehyung sonrió y acarició el cabello de su bebé con cariño. Hyebin estaba sorprendida y algo envidiosa, su esposo no dejaba que le hablara de esa forma, si lo hiciera podría ser reprendida.

Ser emperatriz tenía tantos privilegios.

— Igualmente, su señoría no debe hacer eso, daña la reputación de su majestad el emperador. —la sonrisa en el rostro de Taehyung se borró al ver a su bebé con rostro aturdido.

Jungkook se sintió mal, él no quería que la reputación de su esposo se arruinara, solo quería ponerle un apodo tierno.

Su ánimo bajó bastante.

— ¡Guardias! —la voz del rubio resonó, enseguida los guardias llegaron al lado de su jefe a esperar nuevas órdenes

Hyebin estaba aturdida y algo asustada ¿por qué el emperador había llamado a los guardias?; Jungkook solamente apretó la mano de su esposo en silencio.

— ¿Es verdad que arruino tu reputación llamándote Tete? —cuestionó a su esposo directamente, Taehyung hizo que el pelinegro le mirara tomándolo por las mejillas, Jungkook se veía tierno con una boquita de pez.

— Esa mujer miente, no arruinas mi reputación, que me llames así me hace sentir cálido y amado por ti. No hay sensación más linda que sentirme amado por ti, amor. —fue sincero, estas palabras conmocionaron a la mujer.

— ¡Pero su majestad! —antes de que pudiera terminar Taehyung la interrumpió.

— ¡Llévensela! La veré yo mismo más tarde. —los guardias hicieron lo pedido y se llevaron a Hyebin, ella gritaba, pero nadie se atrevía a ayudarla.

Todos sabían que el emperador era así, no permitía que absolutamente nadie le dijera nada malo a su emperatriz, le amaba demasiado.

Le dejaba hacer lo que quisiera.

El ánimo de Jungkook había subido de nuevo gracias a las palabras del rubio, su sonrisa había sido restaurada.

— ¡Te amo! —un beso se plantó en la mejilla del rubio. Taehyung rio.

— Yo a ti bebé. —la pareja siguió recorriendo el festival entre sonrisas.

 —la pareja siguió recorriendo el festival entre sonrisas

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La esposa del emperador | taekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora