ꕤ chapter thirteen.

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★🏮 Niño Perdido ◗﹆ׂׂ

Taehyung se encontraba caminando por los pasillos del palacio en busca de su emperatriz, sus pasos eran ligeros, pero apresurados, sus ojos mirando a todos lados en busca de su amado pelinegro, en el camino se encontró con varios sirvientes que le...

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Taehyung se encontraba caminando por los pasillos del palacio en busca de su emperatriz, sus pasos eran ligeros, pero apresurados, sus ojos mirando a todos lados en busca de su amado pelinegro, en el camino se encontró con varios sirvientes que le indicaron que el chico se hallaba en la sala del té que había armado para él poco después de su matrimonio.

El rubio mantenía una suave sonrisa en sus labios, abrió la puerta de la sala de té y enorme fue su sorpresa al encontrar a su esposa con un bebé en brazos, una sonrisa en la bonita cara del menor mientras sus ojos de ciervo brillaban como estrellas.

Los ojos del emperador se abrieron con asombro al igual que sus labios, no pudo evitar que esa imagen hiciera latir su corazón con sentimientos profundos de amor, una sonrisa temblorosa no pudo evitar aflorar en sus labios.

En el fondo de su corazón mantenía el deseo de extender su familia con su emperatriz, adoptar a un pequeño niño o niña en el que volcaran todo su amor.

Sin embargo, lo habían hablado y sabía del miedo de su amado por terminar siendo un mal padre, al igual que lo fue el suyo propio, por lo que siempre se ha echado atrás con el tema de la adopción, Taehyung respeta esto por lo que abandonó el tema y habló con Jungkook esperando que el pelinegro pudiera desahogarse con él, cosa que el menor agradeció.

El rubio caminó con lentitud hacia su esposa, vio con rapidez la apariencia del pequeño, parecía ser un bebé sano, cabello castaño, sus ojitos cerrados y su rostro sereno mientras dormía en brazos de la emperatriz, el bebé estaba envuelto en una manta blanca mullida y su piel era de un tono trigo.

Taehyung extendió su mano y acarició el cabello negro de su amado, Jungkook se sobresaltó ligeramente y luego se sonrojó al ver que era su esposo.

— Me asustaste, Tae. —dijo el chico con un puchero mientras mecía al bebé dormido en sus brazos.

El rubio emitió una risita suave y miró nuevamente al bebé, Koo notó su mirada y le dio una leve sonrisa.

— Nene, ¿dónde encontraste a este lindo bebé? —preguntó el emperador con curiosidad, su mano viajó del caballo largo y suave del menor hacia las mejillas regordetas del bebé dormido, las apretó con suavidad causando que el bebé soltara un pequeño ruido tierno.

Jungkook pensó durante un par de minutos antes de hablar.

— Salí a dar un paseo con Boqiu por los alrededores del palacio, mientras caminaba escuché un leve llanto, al acercarme mi sorpresa fue encontrarme con este pequeño entre arbustos. —dijo el pelinegro con una sonrisa seguido de un suspiro—. No tengo ni idea de quién dejó a este bebé en ese lugar, pero no podía simplemente ignorar que lo vi. —murmuró, Taehyung asintió amando la dulzura y gentileza de su amado.

— Está bien, cariño. Hiciste lo correcto. —respondió el rubio, a lo que el mencionado sonrió.

— Este pequeño se ve muy delgado así que le pedí a una de las sirvientas que hiciera un biberón, se lo di y el pobre se durmió al terminar de comer. —informó la emperatriz con tono lleno de lástima por el bebé, cosa que endulzó el corazón del emperador, mientras al mismo tiempo se preocupaba por la inocente criatura.

El rubio acarició la cabecita del bebé dormido, este hizo un pequeño balbuceo tierno estando dormido.

— Deberíamos cuidarlo hasta que el pequeño mejore. —recomendó Taehyung mirando a su amado, Jungkook parecía un poco incómodo, pero el brillo en sus ojos delataba cuanto quería, por lo que no fue extraño para el emperador que al pasar al menos un minuto, el pelinegro asintiera.

— Luego de eso podríamos buscar una familia que lo quiera. —dijo el menor con una leve sonrisa, pero el emperador sabía que en el fondo su amor quería conservar al pequeño y criarlo como suyo.

Taehyung no dijo nada.

Pasaron un par de meses, el bebé estaba contento y gordito siendo cuidado minuciosamente por Jungkook quien era guiado por las sirvientas que tenían hijos

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Pasaron un par de meses, el bebé estaba contento y gordito siendo cuidado minuciosamente por Jungkook quien era guiado por las sirvientas que tenían hijos. El emperador intentó múltiples veces hablar con su esposa, diciendo que deberían criar ellos mismos al bebé, pero Koo parecía tener mucho miedo y siempre se negaba.

El pequeño parecía ser feliz y le había tomado cariño a los gobernantes, cuando lloraba se calmaba apenas veía a alguno de los dos, cosa que derretía el corazón de ambos en un charco de ternura.

Ese día la pareja daba un paseo por el jardín del palacio mientras el pelinegro llevaba al bebé en brazos.

— Las flores son muy bonitas ¿no es así, pequeño? —preguntó el rubio al bebé en brazos de su emperatriz, el niño respondió con un baboso balbuceo tierno mientras agitaba los brazos hacia Taehyung.

El emperador emitió una risa feliz, con el pasar de los días su cariño por el pequeño bebé crecía cada vez más, y él podía notar lo mismo con su esposa, quien miraba al niño con mucho apego y amor.

Taehyung suspiró, decidido a afrontar la conversación nuevamente.

— Cariño. —dijo el mayor, llamando la atención de Jungkook, quien mecía al despierto y alegre bebé en sus brazos—. ¿No crees que deberíamos buscarle una nueva familia a este pequeño? —preguntó apretando la rechoncha mejilla del bebé, quien sonrió feliz.

El pelinegro palideció un poco, mordió su labio inferior y su mente parecía luchar con qué decir.

Taehyung había decidido afrontar el asunto por otro método.

— P-Pero él aún no está completamente recuperado. —dijo en respuesta la emperatriz, su mano libre jugando con los deditos del bebé, quien parecía feliz con eso.

— Amor, sé que te preocupa el niño, pero no somos sus padres, podríamos encontrar unos padres que le quieran, entonces ellos podrían cuidarlo mejor. —dijo el emperador, sus palabras un poco duras, pero necesarias para hacerle entender al menor que ellos eran la mejor opción para criar al bebé.

Jungkook luchó con sus palabras un poco más, su mirada bajó un poco triste y terminó asintiendo, para sorpresa de Taehyung.

— Tienes razón. —murmuró y se fue del jardín con el bebé en brazos.

Taehyung suspiró al verlo irse y masajeó sus sienes, tenía que hacerle entender a su esposa que no cometería los mismos errores de su padre y que sería un buen padre, pero parecía ser difícil para él.

El emperador estaba en un dilema.

El capítulo siguiente será actualizado pronto, tal vez para el domingo que viene o el lunes

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El capítulo siguiente será actualizado pronto, tal vez para el domingo que viene o el lunes.

La esposa del emperador | taekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora