Primera Orden.

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Una calurosa tarde de verano en Florida, 27°C hacían a la gente abundar en la playa, divirtiéndose y sonriendo, pero no era así para Casser, el lloraba por dentro.

-Entonces... ¿Ya tienen todo listo? -

Preguntó Casser, tratando de integrarse y así estar más enterado de la situación tan inesperada que su jefe presentó, ambos voltearon a verlo, Miguel con una sonrisa, Lance casualmente.

-¡Así es! Nos inscribí en una aplicación de pedidos que se hace popular últimamente. Se llama "PedidosYa" -

El mayor del lugar parecía emocionado por su nuevo proyecto para expandir su negocio, pero Lance y Casser se miraron entre sí, confusos.

-¿No querrá decir "PedidosAhora"?-

-Sí, la verdad nunca he escuchado de una aplicación que se llame "PedidosYa"-

Lance replicó a Casser mirando al anciano, cuyo miró a su teléfono para asegurar su postura, pero los jóvenes estaban en lo cierto. La aplicación se llamaba PedidosAhora, el se puso nervioso, más la aplicación hiso un timbre que sonó bastante fuerte, y lo hizo saltar del susto, miró a su teléfono y Casser y Lance podían apreciar una sonrisa en ese momento.

-¡Ah! Miren, ya tenemos nuestro primer cliente a distancia. -

Dijo, mientras mostraba su teléfono a ambos chicos, Lance no parecía inmutarse, pero Casser parecía interesado en el tema, se acercó al teléfono para apreciarlo bien.

-¿Cuál es su orden? -

Preguntó Casser, pues no lograba apreciar la letra pequeña de la pantalla, le gustaba ignorar el hecho de que tenía que usar lentes, unos lentes guardados en los cajones del mueble al lado de su cama. Miguel volvió a ver el teléfono y leyó la orden a detalle.

-Es... una hamburguesa con queso y papas fritas. Dice que pagará con efectivo. Entiendes eso, ¿verdad Lance?-

Lance asintió mientras cerraba sus ojos, sus pobres reacciones se le hacían interesantes a Casser, que tenía su mirada puesta en el mientras recolectaba la hamburguesa y el queso, trataba de saber hasta el más mínimo detalle de él, no le inspiraba mucha confianza. Él pudo sentir como alguien quería ver hasta lo más profundo de su ser, y sus ojos apuntaron hacia Casser, que asustado y sin intenciones de que descubrieran lo que hacía, disimuladamente cambió su vista a sus manos, que ponían una hamburguesa dentro de la sartén, Pero claramente no pudo pasar disimuladamente tan fácil, pues Lance lo noto, y solo bajó una de sus cejas, con confusión mientras se ponía cómodo, apoyandose en la pared con uno de sus pies y cruzando sus brazos, no quitaba la mirada de Casser.

- 41, 42, 43, 44, 45, 46...-

La voz de Casser parecía contar en voz baja, pero era claramente notable. Como cualquier persona lo haría para relajarse, si tuvieras la mirada de un completo desconocido mirándote mientras haces tu trabajo, obviamente estarías nervioso, te apoyaría eso, pero Casser estaba contando para saber el momento en el que cubrir la hamburguesa con el queso, para que se derrita en el momento exacto, sin quedar demasiado viscoso ni débil, más para que quedara sabroso y tuviera aún más sabor en su interior. Así cuando llegó a 180 volteo la hamburguesa para que la parte inferior se cocine también, y agregó el queso, aunque la hamburguesa no estuviera cocinada del todo, pero estaba bien, la magia de Casser aún no terminaba, que mientras hacía su magia sudaba por los nervios que le provocaban ser observado por Lance en todo momento, poco más y el pobre podría entrar en un estado de pánico, agarro un pan de hamburguesa, el típico con semillas de sésamo, y con presión agarro el cuchillo y lo partió a la mitad, era un corte perfecto, perfectamente alineado y estético para una hamburguesa, a no ser de una pequeña imperfección, el corte quedó un poco inferior en cierta parte de la hamburguesa, había un corte diminuto, que no se podía ver a simple vista, pero Casser apretó sus ojos y sus puños avergonzado, el hecho de haber sido vigilado le dio mucha presión, y su mano tembló, haciendo que su corte perfecto sea imperfecto, cosa que Casser lamento que Lance presenciara "¿que pensará ahora de mi?" "¿en serio soy un buen cocinero?" pensaba, pero Lance no parecía importarle mucho, Casser le miró discretamente por un momento, y el estaba sonriendo mientras le veía, era extraño, ¿acaso se estaba burlando? El alma de Casser salió por su cuerpo, y sus manos dejaron ambas tapas de pan en la encimera, para así estar listo cuando la hamburguesa se cocine. Dio vuelta la hamburguesa, y tratando de terminar con sus nervios observó a Lance.

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