Saeko Sano volvía a la casa donde se crió al enterarse de la situación familiar. Su hermano había dejado a sus hijos al cuidado de su padre, sin saber que tenía otros sobrinos regados por ahí.
•| Alerta spoilers.
•| Intento de comedia Familiar.
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- Lo encontraré y le cortaré las bolas, ese bastardo no merece ser llamado humano siquiera -
Saeko, la menor de la familia Sano volvía después de varios años en Corea, A sus casi veintidós años ya tenia a una hermosa pareja llamada Momo, un trabajo estable y un departamento. Lamentablemente volvió tras enterarse la noticia de que su estupido hermano mayor andaba dejando hijos regados por aquí y allá mientras que su padre los cuidaba.
- Sae por favor, no pienses en el ,no vale la pena- La pequeña rubia trato de tranquilizar a su pareja, realmente podía notar lo enfadada que estaba pero no cambiaria nada pasar un mal momento.
- La chica tiene razón, cuidaré a Shinichiro y Manjiro como debe ser , quédate tranquila, puedes volver a Corea - El Mayor Sano hablo pacíficamente mientras miraba la puerta, procurando que los menores no escuchen los gritos de su recien conocida tía.
- Estas bromeando viejo? , Además, la chica se llama Momo, y es mi novia. - bufo para si misma - Me quedare aquí con ella, en unos días vendrán nuestras cosas ,se que es repentino pero lo decidimos, necesito encargarme de esos niños, eres un anciano no estás para aguantar niños. - La pelinegra sonrió al notar dos sombras tras la puerta un poco visible que tenían en la residencia.
- ¡Insolente! No soy un anciano ,todavía puedo moverme , un anciano haría esto? - Saltó o intentó saltar pero para su suerte se cayó como si una porrista fuese ,con las piernas abiertas.
- Definitivamente un anciano no haría eso papá - empezó a reír junto a la rubia mientras lo ayudaban a levantarse.
- Tu madre quería una niña educada ya siendo mayor ,le dije que no hacía falta con tu hermano estábamos bien , uno terminó siendo un regador de semillas y la otra es una insolente - El hombre empezó a llorar falsamente mientras se sentaba - Oh querida , que hice para que me abandonaras a mí suerte.
Unas risas casi silenciosas se escuchaban detrás de la puerta, la pelinegra rápidamente la abrió, encontrándose a los dos niños de cuatro y catorce años intentando no reírse.
- Así que eres nuestra tía? - El pelinegro se ánimo a hablar con un poco de vergüenza.
- Tía? - Fue seguido por el rubio más bajito llamado Manjiro.
- Claro! Y ella es mi pareja, Momo - Abrazo a la rubia mientras los miraba - Seremos una familia a partir de ahora.
- Seremos una familia como las que aparecen en televisión? - pregunto el pequeño .
- Por supuesto Maomao - Nuevamente recibió una sonrisa como respuesta, las cosas serían divertidas a partir de ahora.