Matrimonio falso

capítulo 12: avanzar a más

Sol tuvo un día difícil, pero por suerte esta ahora en su casa, tranquila, fijándose que llevará al departamento de Héctor. Su cabeza se desconecta del mundo por el momento.

Hasta que tocan el timbre, eso la trae de vuelta y va corriendo a atender el portero eléctrico.

- Soy Héctor,  mi sol -

- ya va-

Ella toma su juego de llaves y baja rápidamente a abrirle, una vez en la entrada del edificio lo ve con una caja de pizza en mano y una bolsa con gaseosa.

- pensé que tendrías hambre -

El no esta seguro si el llevarle su pizza favorita se considerar un gesto romántico, no es algo que no hubiese hecho antes, pero no está de más ser atento con ella.

- traje una pizza masa pan, napolitana con jamón -

- gracias Héctor no sabes lo bien que me viene algo así ahora -

Al ver la sonrisa de Héctor, con la pizza y todo se sintió segura otra vez, estar con el es como estar en su refugio, cada gesto que el hace para con ella la hace sentir cuidada.

- me alegra acertar con la idea, contame como fue tu día y vemos si te puedo ayudar -

- hay mucho que contar, creeme - toma la pizza y suben por el ascensor hasta su piso, cuando están en la puerta Héctor mira las llaves de Sol.

- no es justo, mi futura esposa tiene las llaves de mi departamento y yo no tengo las suyas -

- en realidad aún no me diste copia de tu llaves, así que hasta que mi prometido no me de unas, yo no le doy ninguna llave mía - dice abriendo y entrando al departamento.

- ¿no te las di?-

- nop - dice burlona.

- creo que eso lo puedo solucionar - saca de su bolsillo y le tira un juego de llaves. Como ella tiene buenos reflejos los agarra en el aire.

- no es justo, lo tenías todo planeado Salvatore - lo mira achicando sus ojos acusadora.

- quería que fuera sorpresa - se ríe - igual no tenes que darme tus llaves -

- no, dije que lo haría y lo voy a hacer - habla solemne - pero como me agarraste desprevenida vas a tener que esperar a mañana, sientate que voy por los vasos y las servilletas -

Héctor dejas la caja de pizza en la mesita frente al sofá, mueve algunas cajas y cosas para que tengan lugar para comer y para sentarse.

- ¿cómo puede ser tan desordenada? - se ríe, a él le molesta mucho el desorden. pero el desastre de ella le divierte.

Regresa su sol al cuarto con servilletas, vasos y unos platos para poder comer.

- te tengo mucho que contar Héctor -

Se sientan y se sirven.

- habla, te escucho -

- no sabes quién fue a la editorial a hablar con mi jefe -

- ¿la versión joven del jefe de spider man?-

- ese -

- le va dar un infarto en cualquier momento - Sol se ríe por qué es verdad.

Fernando el jefe de redacción siempre está alterado, ni las buenas noticias lo calma, en realidad parece que lo alteran más.

- igual está vez no fue de esas veces que casi le da un infarto, cuando llegue ahí, para hablar sobre las notas que podía hacer, estaba hablando muy contento con el señor Octavio-