Ámame

Capítulo 6: Bajo El Asecho De Los Paparazzi

Cruze el vestíbulo del hotel queria llegar al otro lado para tomar el ascensor a mi habitación, no había mucha gente a esa hora, era muy temprano.

Empiezo a pensar que la suerte está de mi lado, nunca antes había hecho un paseo de vergüenza, ni nada arriesgado y compulsivo.

Me siento extrañamente libre. Quien me hubiera imaginado con esta confianza, volviendo a casa tras una noche loca y con la misma ropa.

Una voz conocida se acerca por mi espalda y me saca de mis pensamiento

–Bridgeth? Que haces aquí?– era Paul.

Otra vez no, esto tiene que ser una broma.

Me doy la vuelta intentando figir una enorme sonrisa pero se me hace un nudo en el estómago al ver que se trata de mi ex y lo peor de todo es que no esta solo, esta con sus padres.

No, ellos no.

Enfrentarme a Paul solo es una cosa, pero tener que enfrentarme a sus padres tambien... Eso era otro nivel.

–Eh.. Mm.– no sabía que decir. –voy a mi habitación, buenos días señor, señora
Kutzberg.

Los padres de Paul son la típica pareja de barrio adinerado o bueno más bien que se las creen.

–Oh, Bridgeth.– dijo la señora Kutzberg.

Lo único que les interesa son las galas extravagantes, los compromisos tradicionales y el dinero, siempre encuentran un blanco para criticar a la gente.

Eso me lleva a que me acabo de servirles en bandeja críticas para toda una semana.

No puedo ni imaginarme lo que estarán pensando de mi en estos momentos, Paul y sus padres me miran de pies a cabeza y su madre me juzga con la mirada y parece asqueada y como no tenía el vestido de la noche anterior y para rematar estaba manchado, su padre sencillamente me ignoro.

–Que llevas puesto, el vestido de anoche?– preguntó Paul.

–Parece que ciertas personas carecen de respeto, en semejante establecimiento lujoso y con ese aspecto es intolerable.– dijo su madre.

–Parece que alguien está pasando por el paseo de la vergüenza.– dijo Paul, con un tono burlon en su voz.

–Mi vida privada no es de su incumbencia.– dije enojada.

–Sigues siendo igual de vulgar, una chica joven no debería dirigirse a las personas mayores de esa manera.– habló la señora.

–¿Te has acostado con Rousel?– me pregunto Paul –te vi con el anoche.

Acaso esta celoso.

–Como te dije antes, mi vida privada no es de tu incumbencia.– respondí con desagrado.

–Lo es, puesto que hemos estado juntos en el pasado, no voy a dejar que manches mi reputación.– odiaba lo egocéntrico que era, es que no podía ser más odioso.

–En serio Paul?– me sorprendí por su comentario tan repugnante.

–Pensaba que por lo menos tendrías un poco de amor propio, pero veo que me equivocaba, te has acostado con un golfo.

–Cuando la prensa se entere de esto.– dijo la madre de Paul.

–Eso es asunto mío señora, no tienen porque meterse en mi vida.

–Dejala madre tampoco nos interesa que eso se sepa, podría dañar nuestra imagen.– y vamos de nuevo, cortar definitivamente todo vínculo con esta gente fue lo mejor que pude haber hecho.