Capítulo 3; "Encantada de nuevo"

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Me removí en la cama, sentía un gran peso sobre mi cabeza. Intenté abrir los ojos pero me encontré con un rayo de luz que provocó que los volviera a cerrar, provocando a su vez una punzada en mi dolorida cabeza.

Sentí una parte de la almohada de sábana blanca, fría, moví la cabeza y la hundí en aquella parte, respiré hondo, por el cansancio acumulado de la noche y sentí el aroma varonil entrar en mis fosas nasales.

Oh, espera… ¡DIABLOS!

Me incorporé sobresaltada, quedándome sentada en la cama maldiciéndome. Miré en donde estaba. Era una habitación que dejaba ver que estaba decorada al gusto de un hombre, con paredes negras y suelo de parquet. Una ventana mas o menos grande y la cama era de matrimonio con sabanas blancas. Habían dos puertas que conectaban con la habitación pero concretamente nos abría decir a donde llevaban.

Me quedé mirando una que suponía que era la que llevaba al pasillo de la casa. Aún adormecida, me di cuenta de que vestía las ropas de la noche anterior, por suerte.

El chico. Me había dicho como se llamaba pero realmente no me acuerdo, debo admitir. 

¿Qué se suponía que debía hacer ahora? 

Escuché un ruido que se suponía que venía de la puerta que no era la del pasillo. Me levanté rápido de la cama. No sabía  con quien me encontraba y menos en donde estaba. Me sentía un poco mareada ya que me había levantado rápido y me costó unos largos segundos sentirme bien de nuevo. Encontré mis tacones de fiesta bien colocados a un lado de la habitación, cosa que me sorprendió bastante. Intenté visualizar un espejo, cosa que logré y caminé hacia el para mirarme la cara.

Tenía los pelos revueltos y el poco maquillaje que me había puesto para la noche anterior estaba un poco mal. Cogí mi suéter oscuro que ya estaba sucio de anoche e intenté limpiarme los ojos, objetivo que conseguí.

Al momento escuché otro ruido. Una silueta se encontraba saliendo de una de las puertas. Era aquel chico, el chico no tan desconocido. Observé su rostro, pude apreciar mejor que anoche de su piel lisa, su fleco caía de una manera armoniosa sobre su frente, llegando casi a sus ojos. Sus labios rosados que formaban casi un corazón achatado me llamaron la atención. Se veían precioso. Y su cuerpo esbelto. Era un chico alto. 

Nuestras miradas conectaron y nos quedamos mirándonos escasos segundos 

- Buenos días - dijo él con una voz grave. Vio que no contestaba y siguió hablando. - Tras de mi está el baño, puedes usarlo si lo necesitas. - me miró con una mueca.

- Buenos días - tapé mi cara con el suéter, impidiendo que él viera más tiempo mi cara de resaca, que no era muy habitual. - Muchas gracias. - Caminé a paso rápido aún tapando mi cara y me metí en el baño.

Cerré la puerta tras de mi y me limpié la cara con agua e hice mis necesidades. Al salir, él seguía en la habitación. 

- Lo siento, pero no me acuerdo muy bien de tu nombre. - "Qué estúpidamente eres JaeHwa" pensé. El rió y mis mis mejillas tomarón un color carmesí cosa que él notó. 

"You're in danger"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora