K I M T A E H Y U N G's pov
Fuente... Una fuente. Por aquí no estaba. Debía encontrarla para esperar a JaeHwa tal y como me había dicho. Aparqué mi coche cerca de la facultad y caminé entre los coches aparcados de los universitarios en el estacionamiento.
Vi a un grupo de estudiantes pasar hablando sobre un examen, o eso es lo que pude entender, y sin dudarlo, me acerqué a ellos.
- Hola perdonen, ¿me podrían decir donde está una fuente aquí en esta facultad?
- Claro - dijo uno sonriéndome, tenía su mano agarrando el asa de mochila a su espalda – La principal está siguiendo los coches de allá – me señaló el sitio y yo miré – giras a la derecha, caminas recto y encuentras la puerta principal y la fuente. Están... - Miró su reloj de muñeca y volvió a fijarse en mí. - ...a punto de salir los de primer año.
- Genial, ¡muchas gracias chicos! - Les despedí y fui dando grandes zancadas a donde me habían indicado.
Me hacía mucha ilusión ir a buscarla, nunca había hecho algo parecido por alguien, solo con los chicos pero lo máximo ha sido de esperarlos en el coche.
Me acerqué al sitio, y cuando llegué ya el timbre había soñado y estaba todo inundado de estudiantes. Quise fijarme más y la busqué entre las demás personas, en el inicio de las escaleras, vi a un grupo de chicas hablar muy felizmente, pero una de ellas alzaba la cabeza hacia arriba, buscando algo. Al darme cuenta, era JaeHwa.
Sonreí por impulso, y caminé hacia ella; me vio dirigirme hacia allí, se despidió de sus amigas y se acercó corriendo hacia mi.
- Has venido - me dijo sonriendo, parecía una niña pequeña, aquello hizo que mi corazón se encogiera y le abracé.
- No me olvidé, los chicos deben de estar orgullosos de mi - solté una carcajada, refiriendo a que esta vez no me había olvidado, como lo del robo ayer y ella me miró extrañada. Claro TaeHyung, ella no sabe quienes son los chicos. Y mejor que no lo sepa hasta dentro de mucho. - Sígueme, tengo el coche aparcado por la otra parte.
- ¿Tuviste problemas a la hora de encontrar la fuente? - me miró con una ceja alzada acompañada de una sonrisa de lado.
- Que va, me ubico bastante bien. - le respondí, mirándole con gracia.
- ¿Seguro? Pues ya sabes para la próxima - se pegó a mi brazo. Cualquiera que pasara por nuestro lado podría llegar a pensar que éramos una pareja. Un momento, "ya sabes para la próxima"... va a ver una próxima vez... sonreí. Era increíble.
- Claro, por cierto, ¿qué tal hoy?
- Ha sido una tortura
- No exageres - reí y me miró mal.