Capitulo 47 -Recuerdo-

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Me moví en la cama, tratando de conseguir el sueño, tratando de tranquilizar mi ansiedad. Tenía tanta hambre que mi estómago me lo estaba reprochando de mala manera, sentía la boca seca, jugueteaba con mis manos, mi corazón latía con intensidad avisándome que no me encontraba bien. Cerré los ojos por un momento, quedándome quieta en la cama, luego no aguanté más y me levante lentamente. 02:57 de la madrugada y aún no dormía nada. Garret no llegaba tampoco, era súper tarde y él no estaba conmigo... Sentí un nudo en mi garganta, imaginando que él estaba con otra chica más linda y delgada que yo.

Llegué a la cocina del departamento de Garret, había llegado esta tarde, y de una vez él me dijo que tenía que salir, que lo esperara y no me fuera a casa, que él llevaría temprano. Que mentira. Abrí la nevera, había agua, enlatados, una manzana y nada más... Suspiré un poco frustrada, tal vez sería mejor volver a casa, sin embargo, eran las 02 de la madrugada, podría ser peligroso salir a la hora y Garret se enojaría, no quería eso. Fui al baño, tenía un poco de calor y entonces decidí bañarme para matar el tiempo de ansiedad por no comer nada.

Me despoje de mi ropa, quedando desnuda ante el espejo, observándome detallada, percibí cómo se me notaban algunos huesos, mis costillas aún más, ¿Eso no era suficiente para Garret? ¿O no era suficiente para mí? Sabía que algo estaba mal, sabía que esto me estaba haciendo mal... Pero, aún me faltaba ser un poco más delgada, un poco más y él no me maltrataría, no me insultaría. Mi espalda tenía moretones gracias a las abdominales que hacía constantemente. Suspiré un poco agotada, me sentía cansada, pero no podía parar, no hasta estar conforme conmigo, o para él...

Abrí la regadera y el agua empapó mi cuerpo en segundos, haciendo que al instante sintiera frío, pero aún así duré un buen rato bajo el agua, teniendo mis ojos cerrados y tratando de controlar mis impulsos por ir a comer, luego me hallé llorando, sin saber muy bien el porqué, o quizá sí lo sabía, solo que no quería admitirlo.

Me vestí nuevamente con mi ropa ancha cuando termine de bañarme, peiné mi cabello y me senté en la sala, encendiendo el televisor solo por aburrimiento. Al rato, la puerta se abrió y Garret entró tambaleándose de un lado a otro. Estaba borracho, hasta acá llegaba el olor a alcohol. Tragué saliva lentamente, apretando mis puños, encendiendo mi alarma. Me quedé quieta, observando sus movimientos, en sus manos traía una botella y en la otra una bolsa, fruncí mi ceño.

—¡Sue! —me gritó, dandome un respingo, aún sin percatarse de mi presencia en la sala— ¡Sue, ven ahora mismo!

Me levanté con pesadez, caminando hacia él con cautela, llegué a su lado y me observó de arriba a bajo. Le sonreí y traté de darle un beso, él lo evitó. Me sentí mal por ello.

—¿Por qué llegas a esta hora? —inquirí con voz suave, sin que fuera reclamo. Él bufó.

—Yo llego a la hora que se me de la gana, ¿Okey? —asentí varías veces— sirve esto, tengo hambre.

Me extendió la bolsa que llevaba en sus manos, la tomé y supe que era una hamburguesa, mi estómago crujió con solo percibir el olor.

¿A mí no me trajiste? También tengo hambre...

—¿Qué? —giró a verme— ¿Qué dijiste? ¡¿Ah?!

—Nada, no impor...

—¡¿Que tienes hambre?! —me interrumpió, bruscamente me arrebató la bolsa de las manos y sacó la hamburguesa —cometela toda sin dejar nada, ¿Okey?

—Pero, ¿Por qué? No es necesario, no tengo mucha hambre, come tú, es tuya...

—¡Que te la comas! —bramó, haciéndome nuevamente respingar del susto.

El chico del departamento 666 -sin Editar-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora