Eres tú mi lugar especial©

Capitulo 1

                                                                                        Sobredosis                 

   Blair

Son las tres de la mañana y no puedo dormir, esto del insomnio me está matando.

Me encuentro en la sala de estar de mi casa, pensativa, y con un libro a medio leer en mis manos. Está por la parte donde los protagonistas se besan apasionadamente mientras estaban en el cuarto de la chica viendo una película de Disney de fondo.

—Ah...—suspire pesadamente al mismo tiempo que me urgía en el sofá dándole un manotazo que me hizo doler la mano por el impacto.

Cada vez que leía algo tan bonito como eso me llegaban espasmos de ira solo por contemplar lo jodidamente bien que los personajes encajaban solo porque si, para que eso me sucediera tendría que darle la vuelta a toda Europa tres veces a ver si así tengo suerte.

Soñaba con que algún día sucediera, si soy muy cursi con ese tipo de cosas, pero solo sale de mi cuanto estoy ahogada en las páginas tan exorbitantes de mis libros, leer y escuchar música, son mis cosas favoritas en este mundo podría vivir de ello sin ningún problema.

Supongo que la razón de todo esto es porque encontré algo que me hacía salir de mis problemas, los cuales eran varios. Mis padres, divorciándose, mi hermano, no lo sé ni siquiera hablo con él y un pasado que me asecha cada que duermo, como, respiro y pienso.

Debería estar estudiando, mañana tengo un examen muy importante, pero qué más da odio estudiar es un infierno.

Mis ganas de vivir ahora mismo son pocas, muy pocas, no tengo a nadie con quien hablar, no tengo amigos, ya que odio el exceso de gente a mí alrededor, ni paciencia a decir verdad. Pero prefiero estar así sola y sin estabilidad emocional, a estar como las otras chicas de fiesta en fiesta para ver qué nuevo ligue se encuentran. Qué asco esa vida.

Las cosas tal vez fueran diferentes si nada de lo que pasé en anteriormente hubiese ocurrido, fuera más feliz y con más amigos claramente. Mis únicos amigos eran los libros y mi camaleón pascal. Me lo dieron en mi cumpleaños número diez y desde entonces no se ha separado de mí.

Siempre me he preguntado qué pasaría si algún día pascal simplemente se va y me deja sola, ¿Qué sería de mí?, omitiendo que dependo emocionalmente de un camaleón literalmente, tal vez tenga alguna esperanza de tener un nuevo amigo o un muchacho como el de la protagonista del libro que sostengo en mis manos.

Sé que puedo hacerlo, sé que si me lo propongo lo hago pero que pesadez siento que no valdrá la pena tanto esfuerzo.

Me gire para ver mi teléfono marcaban las 4:09 de la madrugada, me incorpore para ponerme de pie y caminar con aburrimiento a mi habitación, tendría que pararme en dos horas.

¿No podría solo tirarme por las escaleras?, todo sería más fácil.

Maldije otra vez para mis adentros cuando estaba a punto de entrar a mi cuarto y mi dedo chiquito del pie se dobló con el umbral de la puerta.

—¡Ah!—chille en un susurro para no despertar a nadie, pero eso no apaciguaba el dolor.

Me arrastre como pude hasta llegar a la cama con el pie encima de mi mano recibiendo otra descarga de dolor en la mano que tenía entumecida por el golpe de hace un rato.

Cerré los ojos cayendo de espaldas y las piernas en la orilla de la cama, pensando en otra cosa para que se me pasara el dolor.

Piensa en nutella eso ayuda