LA FAMOSA PEQUEÑA OBSESIÓN

CAPITULO 1

ENAMORAMIENTO
CAPÍTULO 1
________________

El enamoramiento es algo que todos vivimos, pero sin duda es un sentimiento que he vivido muy fuerte. Mi madre es testigo de ello, ella siempre me ha dicho que me tome las cosas con calma, que el amor era algo que me pasaría.

Pero no contaba con que su hija fuera una fan que desde chica se obsesione con el rostro de un cantante y el de vueltas en su mente todos los benditos días y no tenga ojos para otra persona, de verdad que necesito un tutorial de como se supera a alguien que no te conoce, y pues sin duda ver sus fotos no ayudan. Hasta ya se hizo un hábito para mi ver su instagram las 24 horas del día.

Mientras me desplazo por su cuenta ya la quinta vez en la madrugada, me doy cuenta de un pequeño detalle. Hay una foto que falta, la foto que para todos fue la revolución y estuvo en titulares por SEMANAS.  Simplemente había desaparecido, como si nunca hubiera existido. Y fue ahi cuando lo supe.
Cierro el portátil, y lo dejo en el escritorio que esta al lado de mi cama. Tomo mi celular y llamo a la única persona que contestaría a estas tantas de la
madrugada.
Un tono, luego otro, y otros tantos más... Ya había jurado que no contestaría. No fue hasta el ultimo tono que con su voz de media dormida dice.
        —ARI, MÁS TE VALE QUE SEA IMPORTANTE DESPERTARME.— Medio molesta sonó la muchacha. Leah tenía la maldita costumbre de reaccionar de muchas formas a mis llamadas, y esta sin duda fue lo más molesta que he escuchado en mucho tiempo.
        — Mierdaaa — digo severamente.
        —¿Interrumpo algo?——
        —NOOOOO, justo estaba esperando con que me llamaras, pendeja.——Dice con ese sarcasmo que le caracteriza.
        — Jeremy, se quedo a dormir esta noche.—- susurra Leah, ahora si hablando con sinceridad.

Jeremy, el novio de la Leah. Creo que ya llevan un par de años juntos, su amor es tan especial. Ellos son la definición perfecta de almas gemelas y es que si algún día se separan dejo de creer en el amor, lo juro.

         —¿QQUEEEE?!—- Leah siempre ha sido muy reservada y temerosa al sexo, no es que yo tenga experiencia alguna, pero no habían pasado más allá de los besos en todos sus encuentros.

         —Ssshhhh, no grites y no, no hicimos nada. — susurra, leyéndome los pensamientos. —- Ahora cuéntame, ¡¿por qué coño me llamas a las 3:45 de la mañana?!—- dice denuevo molesta

         —Vieja, te traigo el chisme del siglo. SEBASTIAN Y DANIELA TERMINARÓN—— grito sin poder contener la emoción.

Ya se que suena macabro toda la alegría que cargo, pero es que Sebastian es el padre de mis hijos imaginarios.

Desde el principio de los tiempos jure estar destinada a el. Y pues terminó con la heredera, la cual es un infierno de persona, ¿quien diría que yo una simple mortal la conoce?, y pues si. Daniela Crawford me hizo la vida un imposible, en las vacaciones del verano ante pasado. Ella y su grupo de amigas en las que todas son influencers, me molestaron el tiempo de mi estadía. Jodiendo mi cuerpo, y llamándome pobre, preguntándome que coño hacia yo en barrio de ricos. Y pues la verdad es que me había ganado uno de esos concursos de radio, donde sortean una que otra estadía, muchos dirían que tengo una suerte del carajo. Pero la verdad detesté ese finde.

Y cuando Sebastian Green, subió la foto con esa desgraciada, no pude odiar mas el universo. Pero parece que el universo ahora me esta diciendo "no mami, ahora si es tu turno".

           —¡¿QUEEEE?!  ¿Como sabes?, no hay ni un titular confirmando eso.—— Responde inmediatamente, después de mi afirmación tan sensacionalista.

         —Coño que borró la foto que lo afirmaba todo, en la que salen los dos en vestido de baño en el famoso yate Crawford.—- En ese yate no se montaba cualquiera, muy pocas personas en el mundo habían podido subirse, es algo demasiado exclusivo y solo los más famosos y empresarios de alta gama han estado allí. Cuando alguien subía que estaba en ese yate, ya se consideraba parte de la realeza de la farándula, gente demasiado exclusiva.

            —Ari, eso no significa nada. A lo mejor la archivo por otras razones. No quiero que te ilusiones, tómalo con calma. —dijo con voz calmada, intentando que no me emocione.
Leah siempre ha intentado protegerme. Ella ha estado para mi en todo momento, recuero perfectamente el día en que Green confirmó su relación con Daniela. Ella me llamo y consoló por horas, llego después de un tiempo a mi casa para traerme unas oreo, porque ella sabia que eran mis favoritas. Leah es la amistad que uno diría que es el amor de su vida pero en amigos.

Ella sabe perfectamente cuanto amo a Sebastian, y a la vez lo tanto que me puede costar esta pequeña obsesión.

          —Leah, ya veras que en la mañana la noticia estará en todos los titulares. — dije con un tono suave y nostálgico a la vez. Todo de mi no quiere que lo que dice Leah sea real. Y a la vez estoy segura que Sebastian Green esta soltero, o eso espero.

          — Ta' bien rata, ya me tengo que ir. —- ahoga un bostezo mientras se despide.

          — Adiós, foca. Termínala de pasar bien con su hombre. — digo en tono vacilante, jodiendola un poco. Leah es la mejor amiga que la vida me ha podido dar. La sin vergüenza se merece el mundo entero y Jeremy se lo puede dar.

¿Acaso habrá alguien allá fuera igual de especial para mi?

Leah cuelga, sacándome del típico trance mental que ocurría en madrugadas, mi mente, yo y esas preguntas existenciales. Incapaz de pensar en nada más, desde el celular regreso nuevamente a su Instagram, veo sus fotos y cada una de sus publicaciones.

Sebastian Green, el y su típica sonrisa, unas pestañas larguísimas y un pelo castaño enrulado. Risas y conciertos, todo su feed era perfección. ¿Como puedo dejar de pensar en alguien que ni sabe de mi existencia?.

Frustrada apago el celular y me quedo dormida mientras pienso en el sueño de el y yo juntos.

—

PADRE SANTO TOY EMOCIONADA, Leah la mujer de mi vida. <3