This is my HERO ( Leo Valdéz )

Ed VI

VI

Ed

Apretó mas su libreta contra su pecho y maldicio por enésima vez que paresia una niñita asustadiza, dio un paso para adelante y sintió como su cuerpo atravesaba la barrera invisible del pino de Thalia, un pequeño mareo le llego, paro por unos segundos para mantener el equilibrio, respiro lentamente para que su fuerza de voluntad no se fuera toda en un respiro, comenzó a caminar por un pequeño sendero cuando una voz hizo que su piel se erizara y un escalofrió corriera por su espalda.

-hace mucho tiempo que no te miraba, Ed-dijo una voz ronca, era alto y flaco, con cabello que le caia encima de los ojos y una toga romana en otras palabras era un alma de la época de Roma, Ed la conocía perfectamente era el fantas...el alma que lo atormentaba desde pequeño, era el único que no le pedía nada solo se regocijaba en la frustración y tristeza de Ed.

-Pólux- lo nombro Ed con rabia, por culpa de el lo habían tachado de fenómeno en el orfanato, lo irónico era que tenia el mismo nombre de una estrella que a Ed antes le gustaba.

-ese es mi nombre-contesto el mientras que flotaba alrededor de Ed fastidiándolo.

-¿Qué quieres?-pregunto ya sin paciencia mientras que caminaba mas rápido, el podía ser el mas paciente del mundo pero no con Pólux, el había arruinado su vida prácticamente, el habia convertido lo que era un don para el en una maldición.

-nada-contesto simplemente irritándolo, Ed solo bufo ante su comentario.

-¿entonces por que sigues aquí? ¡Que no te cansas de seguirme!-exclamo lo ultimo asustando varios pájaros que salieron inmediatamente volando de allí, Pólux rió, su risa era tan perfecta que daba miedo.

-tu no lo entiendes Graecus-le respondió sonriéndole maquiavélicamente- por cierto recuerdas que el orfanato se incendio y todos murieron después de que escaparas-le recordó.

Paro de caminar y lo volteo a ver, su pálida piel casi toma un tono azulado y la sorpresa y el horror se reflejaban en los ojos de Ed.

-debiste ver a Brenda-respondió divertido viéndose las manos como si fueran lo mas interesante.

-cállate-le pidió Ed tratando de controlar las lagrimas que amenazaban por salir, había caído de rodias y puso sus manos enfrente para sostenerse, la misma posición que tiene un bebe al gatear solo que el tenia la cabeza abajo evitando derramar las lagrimas que ya estaban por salir. Su libreta ya hacia aun lado, se le había caído cuando menciono a Brenda.

-unos bonitos huesos quedaron, toda la carne se consumió-siguió hablando mientras que simulaba que se limpiaba las uñas en la toga para después volverlas a ver, toda una fashonista.

-cállate-pidió mas alto, conteniendo todos los sentimientos que tenia.

-y sabes quien inicio el fuego- hizo una pausa dramática- fui yo-confeso orgulloso por el horror que había echo.

-¡cállate!-exclamo, lagrimas saladas bajaban por sus ojos. Memorias de lo que había pasado le llegaron rápidamente.

-¡los obligue a pedirme piedad!-grito como si fuera un logro,- y sabes, lo mas gracioso fue que ella me llorara de que no te hiciera daño por que pensaba de que yo te tenia y no volvías por ella por eso-grito enfurecido al recordarlo, por que lo querían todos, por que se encariñaban con el.-lastima que la policía no te dejo ver los cadáveres cuando volviste por ella-termino.

-¡cállate maldito!-exclamo furioso, metió la mano en la tierra como si fuera de gelatina y saco un cuchillo echo de huesos, se levanto para envestirlo cuando alguien se había adelantado a darle un tajo al Romano para que este se disolviera, Pero Ed sabia que Pólux era un maldito y no importara que hiciera, siempre volvía.