Capítulo 22

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- Antes de cerrar con esto, debemos saber quienes son los que todavía tienen deudas con nosotros. - Zanjin miraba la cuidad desde su casa a las afueras de esta.

- Son varias personas mi señor, pero no pasan a más de dos hojas...

- Dámelas, quiero verlo yo mismo, luego te informare quienes son de mayor importancia, los demás sólo personales la vida esta vez...ahora puedes irte. - Hizo un ademán con su mano para estar sólo.

No eran muchas personas a las que le habia ofrecido el dinero, pero entre todas ellas habia una con una suma de más de dos millones, las cuales no habia pagado nisiquiera una sola cuota de lo prestado.

Wang Zanjin miro el perfil la persona largandose a reír hasta atorarse.

- ¡Mierda, en que te metiste! - Tomo una cuchilla de su escritorio atinandole a la foto de su medio hermano mayor que yacía pegada detrás de la puerta. Wang Yibo. - Asi que ocultas a un deudor...maldito sangano a papá le encantara saber de esto...¡Gusano! - Grito y su mano derecha entro haciendo una reverencia.

- Llamo mi señor...

Sonrio mirandolo obediente, le gustaba ver como las personas se arrodillaban ante él, les gustaba verlas sufrir, queria sentir aquello de cuando era pequeño, la primera vez que le apreto el cuello a una gallito hasta que sus ojos salieron volando, quería sentir esa adrenalina otra vez, queria tener todo y todo en la palma de su mano como le correspondía.

- Envia un pequeño regalo a mi hermano mayor...no tengan piedad, en especial con el niño - Sonrió mirando a la nada mientras jugaba con una moneda en su mano derecha y la otra en el bolsillo.

- P-pero señor...el niño, ¿Es realmente necesario? - Dejo de jugar con la moneda.

- ¿Desde cuando nos fijamos en la edad del oponente?, ¿¡Desde cuando!? - le tiro la moneda en la cabeza y todas las que tenia en el bolsillo al rostro. - ¡Solo hazlo! ¡Hazlo! ¡Hazlo! ¡¿Cuántas veces debo decirlo!?, ¡Ustedes me pertenecen! - rabeo como un niño pequeño y mimado.

- Si señor.

- Fotografíen todo...quiero disfrutarlo una y otra vez, ver como todo lo que más ama se marchita ante sus manos.

🍁🍁🍁

Yibo preparaba la cena mientras, solamente una sopa de almejas y algas que se le habia antojado a su Omega, mientras que se reia con las historias escolares que Hao Lin le contaba desde la sala de estar.

Apago la televisión prendiendo la radio, escuchando noticias nocturnas.

- ¿Entonces ese Omega es el que te gusta?..., ¿Tú padre lo sabe? - Se volteo para colar los fideos y agregar una salsa de hongos para el pequeño Alfa. Hao Lin negó, solamente Han y ahora Yibo sabian sobre ese pequeño amor que tenía.

- Me gusta, me hace sentir cosas muy bonitas dentro de mi - Hao Lin sintió algo romperse en la habitación de sus padres - Ire a ver...no mejor no, a papá debio rompersele algo - se río acordandose de lo torpe que podia ser a veces - es como si tuviera una mariposa que revolote - Hao Lin sintio como algo tibio en su mejilla, desde la oreja hasta sus labios, una herida de lado a lado sobre su rostro. No le dolia pero estaba en modo de shock.

- ¡Hao Lin! - Grito protegiendo el cuerpo del menor cuando otra roca cayo en su espalda.

Más piedras grandes cayeron dentro de la casa, Yibo no le importo que todo estuviera destruido, no le importo las ventanas romperse y que los cristales cayeran encima de él, tampoco su herida en la frente haciendole sangrar y cerrar su ojo.

Dos golpes en la puerta bastaron para que el mismo idiota mafioso de la otra apareciera, junto con dos matones más uno a cada lado protegiéndolo.

- Es un gusto verte de nuevo...joven Wang, lástima que no tienes a tus pelagatos aqui, en cambio...estas protegiendo a ese niño...¿Qué pasa si comenzamos a destruir todo? - Chasqueo su dedo y sus dos matones con dos grandes bates de beisbol comenzaron a romper todo a su alrededor.

Contrato Para Una BodaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora