Me decidí, voy a hablarle, si es que puedo, claro.
Me levanté y estaba agarrando mi abrigo y mi mochila cuando escuche voces y levanté la cabeza, genial, Dylan, su mejor amigo, la persona que yo más detesto en toda mi existencia.𝘈𝘺 𝘷𝘢𝘮𝘰𝘴, 𝘴𝘰𝘭𝘰 𝘵𝘦 𝘪𝘯𝘷𝘪𝘵ó 𝘢𝘭 𝘣𝘢𝘪𝘭𝘦 𝘦𝘯 𝘴𝘦𝘹𝘵𝘰 𝘨𝘳𝘢𝘥𝘰.
Ya lo sé pero uso un caballo y rosas, ¡odio las rosas!, pero igualmente no es solo por eso.
𝘕𝘰 𝘦𝘴 𝘤𝘶𝘭𝘱𝘢 𝘥𝘦𝘭 𝘱𝘰𝘣𝘳𝘦 𝘤𝘩𝘪𝘤𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘵𝘦𝘯𝘨𝘢𝘴 𝘶𝘯 𝘵𝘳𝘢𝘶𝘮𝘢 𝘤𝘰𝘯 𝘭𝘰𝘴 𝘤𝘢𝘣𝘢𝘭𝘭𝘰𝘴 𝘺 𝘭𝘢𝘴 𝘳𝘰𝘴𝘢𝘴
¡No tengo un trauma, ya cállate! Aparte te dije que no es solo por eso.
𝘕𝘰 𝘦𝘴 𝘤𝘶𝘭𝘱𝘢 𝘥𝘦𝘭 𝘱𝘰𝘣𝘳𝘦 𝘤𝘩𝘪𝘤𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘵𝘦𝘯𝘨𝘢𝘴 𝘶𝘯 𝘵𝘳𝘢𝘶𝘮𝘢 𝘤𝘰𝘯 𝘭𝘰𝘴 𝘤𝘢𝘣𝘢𝘭𝘭𝘰𝘴 𝘺 𝘭𝘢𝘴 𝘳𝘰𝘴𝘢𝘴
¿Para qué preguntas? Se supone que sos mi conciencia deberías de saberlo.
𝘚𝘪𝘴𝘪, 𝘺𝘢 𝘭𝘰 𝘴é ¿𝘦𝘴 𝘱𝘰𝘳 𝘭𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘑𝘰𝘯𝘩𝘢𝘫 𝘥𝘪𝘫𝘰 𝘯𝘰?
¡Calla ya! Me caes tan mal, ¡Si, si me dolió! Eso querías escuchar.
No la volví a escuchar, a mucha gente le parece raro que hable con mi conciencia, yo lo veo muy normal, es la única voz que me conoce, aunque a veces se pasa con lo que dice creo que lo hace para mi bien, o por lo menos ella dice eso.
Como claramente no me iba a acercar donde estaba Jonhaj y Dylan decidí ir a clases, aunque como estábamos ya casi a fin de año no me importa mucho no ir porque ya cerraron las notas finales.
A mitad de camino me encontré a mi tutor, bueno mi ex tutor, lo necesite en su momento, cuando estaba tratando de mejorar mis notas, a él le debo el puesto de tercer mejor promedio de toda la secundaria seguida de Jonhaj y el, claro.
Ahora es más como un buen amigo, al cual casi nunca veo ya que el estudia en el otro bloque, que está al lado del mío pero cuando lo hago parece como que nunca hubiese pasado el tiempo.
-Hey, como anda mi ex alumna favorita, y la más linda claro- él siempre habla con mucha alegría, seguramente tiene sus problemas como todo el mundo pero nunca parece mostrarlos.
-Oh, no se como esta ella pero yo estoy muy bien- le respondí con un poco de sarcasmo, sabía que se refería a mi pero la verdad no me siento identificada con la descripción que uso. El solo río como acostumbra a hacer con todo.
-Un día tenemos que tomar un café o salir a almorzar, últimamente nunca te veo- lo dijo con una sonrisa en la cara pero su tono de voz parecía triste.
-Pues últimamente parece que nadie me ve… ¡y claro! me quedo con la idea de tomar un café.
El se despidió, sabía que ese café nunca llegaría porque cada vez que lo encuentro decimos lo mismo y nunca pasa y eso es como hace 2 años.
Fuí a mis últimas clases y después me dirigí a encontrarme con Abby así me terminaba de contar lo de hoy. Estábamos hablando en el estacionamiento cuando el auto de mi hermano paró al frente de nosotras, me despedí de Abby y subí a la parte trasera del auto, ya que como siempre mi hermano traía una chica al frente.
-¿La viste Mag?- todo iba tan bien, nadie habló hasta la mitad del camino, me había sorprendido de hecho, pero si, el idiota de mi hermano la tiene que cagar siempre.
-¿A quién?-pregunté, sabía que se refería a la chica pero tenía una mínima esperanza de que esta vez sea distinto, que claramente esa mínima esperanza se fue cuando siguió hablando.
-A la chica idiota, verdad que esta buenísima, todo un logro, deberías de ser mas como ella y de seguro muchos chicos estarían detrás de ti.
Cerré los ojos un momento mientras inhalaba y exhalaba, los volví a abrir y por más que sabía que me iba a doler, mire a la chica. Era muy, en serio, muy hermosa, tenía de una tez muy blanca y sin un grano o manchita solo tenía muchas pequitas que le quedaban muy lindas y le daba un aspecto adorable, a diferencia de las mía, tenía el pelo ondulado y rojizo hasta la cintura, que por cierto era muy marcada, a diferencia de la mía, tenía unas piernas muy perfectas y libre de imperfecciones, a diferencia de las mías. También estaba vestida espectacularmente bien y a la moda, a diferencia de mis jeans gastados y mi camiseta roja, que por más que sea nueva parecía que tenía 50 años en el fondo del clóset. Era una chica muy linda y lo sabía.
-Hoy no como en casa- decidí apartar la vista de la chica que ahora me estaba mirando e ignorar el tema.
-¿Por? Acuérdate que tienes que hacer de comer porque mi cuerpo no se alimenta solo.
-Tengo que hacer tarea en la biblioteca- Mentí porque si le decía la verdad sabía que se iba a hacer la víctima y decir que prefiero la amistad antes que la salud de él.
-¿Y? la puedes hacer, después de cocinar y comer en casa.
- Es muy importante, porque mañana tengo un examen que si no baja mi promedio y así pasan muchas cosas como que no tengo la beca y asi no podre ir a la universidad, no podré trabajar y no podré dejar mi salario en casa- empecé a hablar muy rápido y a decirle el plan que él tenía para mi vida, constantemente me lo recordaba y me decía que me tenía que esforzar porque alguien nos tiene que sacar adelante.
-Esta bien, solo porque capaz vayamos a comer con Linsey.-Carly- corrigió la pelirroja.
-Carly, eso dije- idiota,idiota,idiota, ni siquiera se sabía el nombre de la chica que estaba sentada al lado de el, tenía ganas de gritarle a la chica que salga de aquí y huya lo mas lejos posible del gilipollas de mi hermano.
Llegamos a casa y subí rápido a mi habitación a ver que ponerme, aunque sabía que en realidad lo elegiría Abby después de las quinientas fotos de opciones que le mandé.
Abby como siempre eligió la que menos le gustaba, osea la que a mí más me gustaba y aunque me sentía medio incómoda ya que la blusa dejaba descubiertos los hombros, mi mejor amiga me dijo que estaba bien y que mostraba lo suficiente.
Sinceramente no quería que la mama de Abby vuelva a comentar que deberia de mostrar menos por el cuerpo que tenía.
Llegada la hora, me fui caminado a la casa de Abby ya que mi hermano habia salido, pues como simepre, despues de que la chica se fuera corriendo de la casa.Estaba al frente y troque la anticuada campana que estaba colgada en el porche, era una casa realmente vieja pero era linda y rustica, siempre la senti como otro hogar.
Escuche el ruido de la puerta y volvi a concentrarme, la persona que abrio era una chica pero no era Abby.
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Y AHÍ ME DI CUENTA -escribiendo-
Roman d'amourMaggie es una chica que importa mucho la opinión de los demás y eso influye en su salud mental. Ama perdidamente a Jonhaj. Jonhaj le importa un coño la opinión de los demás y eso influye en la salud mental de Maggie. Maggie tiene que aprender a quer...