Sexo de municiones

Beber veneno

 Durante cansadoras 8 meses de preguntas, entrevistas, periodistas que insistían, flash de cámaras, prensa hablando del mismo aburrido tema hasta el cansancio y fiscales que desconfiaban en cada movimiento que hacía en mi cara, finalmente tuve paz.

 Mi nombre era novedad en todas las redes sociales. Fui a mi cuarto de la base para tomarme un descanso. Fue un alivio que el ejército me haya ayudado a esconderme para evitar que se haga furor mi cara, mis direcciones y vida privada. Estoy considerando en presentarme para cambiar mi identidad (mi nombre y apellido) pero el ejército dijo que no sería necesario para cuando todo el mundo se olvide, y así fue.

 Me dieron el permiso para salir (Hace 3 años me lo conceden) a tomar un trago en un bar, sería necesario para despejar mis ideas. 

 Entré a un bar viejo, muy rústico. Ahí pasaban las strippers a bailar en unos caños mientras cientos de tipos casados se babeaban en la boca. Sentía verguenza ajena, sólamente venía por un trago y después retirarme.

 -Un vodka, por favor- Le pedí al barmar que limpiaba los tarrones de cerveza.

-Es muy obvio que usted es menor de edad- Me mira el barman con seriedad.

 Sí, no es fácil pedir tragos siendo menor de edad, es por éso que le mostré mi identificación (Y ahora que lo pienso, fue mala idea) donde se resaltaba "Emancipada". El barman al verlo le convenció y me sirvió el pedido. 

 Tome un poco, pero me di cuenta que es muy mala idea intentarlo, tenía un gusto horrible pero igual debía pagarlo. No me di por vencida asi que fui a reclamarle cuando derrepente, escucho gritos de hombres fascinados, subieron el volúmen de la música y entró otra stripper a bailar en el escenario. 

-Barman, éste vodka está horrible- Exclamé. Pero hasta el barman estaba mirando a la stripper, no muy feliz como los otros hombres que gritaban y tiraban billetes como si fueran perros corriendo detras de una perra alzada, más bien, parecía descontento y triste. Con todo el ruido que había, no podía escucharse mi voz, entonces me fui del bar pero esperé en la puerta.

 Pasaron 2 horas y ya eran las 3:30 am. Salieron casi todos, hasta que salió el mismo barman que me atendió, aproveché a acercarme y reclamarle.

-Escuche, el vodka estaba horrible y no pienso pagarlo- 

 Mientras el barman escribía algo en su celular respondió:

-Que bueno que me la vuelvo a encontrar, ya me parecía que alguien echó a perder una bebida y encima no la pagó-

-Justamente, no lo pienso pagar. Asi que quiero pedir otro-

-¡De ninguna manera!- Gritó el barman con enojo.

 No me quedaba otra opción, saqué un arma de laser aturdidor y lo amenacé con disparar. El barman se asustó y se fue corriendo. Esperaba que me de otro trago pero no reaccionó como yo lo pensaba. A parte, ya estaba algo borracha luego de tomar ése vodka con sabor a detergente y a trapo sucio que no lo lavan ya hace semanas.

Narra Kenji (El barman):

 No esperaba que algo así me pase. Tuve clientes agresivos muchas veces, en dos ocasiones tuve peleas con ellos. Pero ésta chica se pasó.

 No soportaba ver a mi hermana siendo humillada delante mío. Ella merecía una vida mejor, tal vez con estudios o casada con un hombre que la ame y respete, pero nunca semi desnuda y bailando para fracasados sucios que salen de su trabajo para molestar y beber. ¿Yo qué puedo hacer si vivimos de ésto?

 Ésa chica se me hizo conocida, no recuerdo de dónde, o tal vez sí... La ví a mis 7 años en mis sueños. Bueno, éso creo. 

 Parecía ser del ejército, no me sorprendería que ataque así ¿Qué puedo hacer? si ellos son todos iguales. Pero ella es una niña con libertades de adulto, no parece tenerla fácil.