Cap III

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Diciembre, 2021

Desde la última vez que hablamos por llamada, hubo conversaciones tanto por WsApp como por mensajería normal. Decirles que, entre esos mensajes, me había dicho que me sintiera especial, por lo de la llamada, que si hubiese sido alguien más lo más seguro es que no hubiese respondido.

Había empezado a leer el 2do libro, el cual me tomó, al igual que el otro, 5 días para leerlo por las mismas razones. Entre esos 5 días que me tomó leerme el libro, en el 4to día pasó algo que me desconcertó y no sabía qué pensar, bueno: estábamos en casa de nuestra vocera, terminando unas cosas del proyecto y supuestamente "estudiar" para un examen que teníamos ese día, digo supuestamente porque me la pasé hablando con Nicole. Recuerdo que ella me había dicho que estudiara, y le hice caso, pero 5 minutos después de eso, volví a quedarme hablando con ella, esta vez unos 3 minutos, porque en ese momento la vocera dijo que fuéramos a presentar el examen.

Recogimos todo, "estábamos preparados para el examen", yo estaba nervioso al igual que ella, aunque yo intenté disimularlo, pero creo que se notaba en mi cara toda pálida y mis manos sudorosas.

Los demás salieron delante y nosotros íbamos a unos 4 pasos más o menos detrás de ellos. Recuerdo haberle dicho:

-creo que me están dando ganas de irme a mi casa- puse cara de pensarlo, aunque era broma, pero me gustaba y se me daba bien disimular las cosas.

N: - ni se te ocurra, tú no me vas a dejar sola – ojalá eso me lo hubiese dicho en otra situación, para decirle que nunca la iba a dejar sola- si vamos a suspender, suspendemos ambos – en ese momento me agarró del brazo y enrolló el suyo con el mío, lo cual me hizo sentir prisionero y bromeé acerca de ello, pero... siendo sincero, no sabía qué pensar. Me mantuve calmado, con los nervios por el examen, pero intenté no pensar en la situación en la que nos veíamos así de esa forma: yo, prisionero, y no sólo porque me tenía agarrado, sino que también me tenía agarrado en cuanto a sentimientos y no sabía si me gustaba o era otra cosa.

Seguimos el camino hasta que llegamos al aula y presentamos el examen. Ella tenía que presentar dos, porque no estuvo presente en el primero. Anteriormente le había preguntado si estaba lista para las dos evaluaciones, y me dijo que para la primera sí, que para el segundo (el que me tocaba presentar a mí) sabía más o menos pero no creía que saldría excelente. Obviamente yo iba a actuar, así pusiera en juego mi nota, pero... me tomé en serio las palabras que me dijo cuando salimos de camino hacia acá: "Tú no me vas a dejar sola", así que por nada del mundo pensaba dejarla en ese aprieto. Sé que ella podía, porque es inteligente y aprende rápido, pero cuando estás presentando varias evaluaciones, se te van olvidando cosas las cuales te llevan a pensar demasiado y, tiempo era lo que no sobraba.

Ella había terminado el primero e inmediatamente empezó el segundo. Por mi parte, me faltaba añadir algo al examen y terminaba, se lo mostré al profesor para que me corrigiese por si algo estaba mal, y me dijo que todo estaba bien, que se lo dejara allí; pero sabía que tenía que ayudar a mi bonita (le cambié el apodo de "chica psicópata" a "bonita" por unas cosas), entonces le dije que necesitaba agregarle algo más porque si no me estresaría, lo cual era una obvia mentira, pero sé fingir muy bien.

Aproveché un momento en el cual rodearon al profesor para hacerle preguntas y actué, me dirigí a su puesto y le pregunté que por dónde iba e inmediatamente le entregué mi examen, ella estaba en desacuerdo, pero yo se lo entregué igual. Saqué otra hoja que tenía en un cuaderno y me puse a escribir sin sentido, simulando que estaba haciendo lo que le había dicho al profesor. Unos 5 minutos después, la bonita había terminado de copiar y me regresó el examen, todo había salido bien. Como sé que seguía en desacuerdo, porque el plan de estudiar es aprender, y copiándose no lo haría; le dije: si te preocupa el hecho de que no entendiste nada, te puedo explicar luego, por eso no te preocupes, ¿sí?

Saliendo del instituto, me abraza y me dice: - Gracias – yo, no sabía qué hacer, se me había acelerado el ritmo cardiaco porque no esperaba eso. Para mantener mi personalidad de chico frío, sólo dejé que me abrazara sin yo responderle a su abrazo.

Le dije que no se preocupara por eso, que había sido un placer ser de ayuda.

Apenas terminé de decir eso y dejara el abrazo, se volvió a enrollar de mi brazo. Si ya estaba algo acelerado por el abrazo, imagínense cómo estaba ahora, no me desmayé por un milagro del Señor.

Fuimos caminando de esa forma hasta que llegó el momento de que ella siguiese su camino y yo el mío. Muchos pensarán: ¿por qué no la acompañas hasta su casa? Pues, créanme que me hubiese gustado, pero ella siempre se iba con su prima, quien estudiaba con nosotros; además, ella no quería que yo supiera dónde quedaba su casa. Sólo me quedaba respetar esa decisión, así que sólo me limité a caminar a mi casa, mientras observaba con el rabillo del ojo cómo se alejaba, lo cual me hizo sentir aliviado, por una parte, ya que mi ritmo cardiaco estaba normal, pero... por otra parte, sí me gustaba que me agarrase del brazo y me abrazara, y sólo les diré que no me gustaban esas cosas, pero, fue diferente en ese momento...

Ahora que recuerdo,todo esto pasó el 10 de Diciembre.

Febrero 09Donde viven las historias. Descúbrelo ahora