Capítulo 1.

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Bill, quien nadie conocía prácticamente, iniciaba su día bien temprano en la mañana luego de que su alarma sonará una sola vez, arreglaba su cama y se iba a duchar.

Y Tom, el chico millonario del que todos hablan, iniciaba su día.. más bien a la tarde, despertándose luego de que su alarma sonara incontables veces, no ordenaba su cama y sólo iba directamente a desayunar, las empleadas hablaban entre ellas sobre ¿Cómo era posible que apenas se despertara ya tenia hambre?, pero así era.

Luego de comer como si lo estuviesen apurando subió a ducharse dejando que las empleadas limpiaran todo ese...desastre.

En otro lugar esa mañana, Bill quien adoraba el orden, dejaba todo en su lugar, hasta evitaba agarrar cosas para no desordenar, se vistió con un traje bien planchado y limpio luego de haber desayunado algo ligero, también arregló su cabello negro y se miró al espejo, asintió con la cabeza y se fue de su casa a paso seguro, iba a ir a una entrevista para un puesto en una empresa, se sentía confiado, seguro, estaba seguro que lo conseguiría, siempre conseguía lo que quería a pesar de siempre pasar desapercibido entre la gente, no llamaba la atención, pues la atención no le gustaba particularmente, a Bill le gustaba tener un orden y un objetivo, cumplirlos y así se sentía bien cada día desde que estaba aquí, tendría que hacer un largo viaje hasta la empresa pero valdría la pena si conseguía el puesto.

Volviendo a Tom, quien tardó hora y media bañándose con la música a todo volumen, salió de la ducha y estuvo otra hora más mirándose al espejo, sacándose fotos y eligiendo que ponerse de entre toda la ropa que tenía, desordeno toda la ropa hasta que decidió que ponerse, desorganizo casi toda su habitación buscando su celular el cual estaba al lado de él y fue hasta el garaje, donde se subió a su auto y condujo hasta la empresa de su padre, iba con la música a todo volumen y con sus anteojos de sol, la ventanilla abierta y así los demás conductores podían escuchar tanto la música como también cómo cantaba Tom las canciones, hubo algunos que lo insultaron, pero Tom no le dio importancia, llegó hasta el estacionamiento de la empresa y casi atropella a un chico, alto, pelo negro y con un lindo traje azul, Tom lo miro de arriba a bajo mientras que este chico misterioso le frunció el seño y le dijo algo inentendible para Tom por el volumen de la música, el chico entró en la empresa y Tom terminó de estacionar su auto, apago la música y apagó su auto y se bajo, camino hacia adentro de la empresa y fue directo hacia el ascensor, cuando llego al 5to piso se bajó y fue directo hasta donde estaba la puerta que decía "Jefe" y entró sin golpear la puerta, ahí estaba su padre que lo miró con cara de pocos amigos.

-Tienes que aumentarme el límite de la tarjeta, es un desastre- Dijo Tom sentándose frente a su padre.

-Tom... ya te lo he aumentado 3 veces en menos de 2 meses- Dijo su padre y suspiro, dejó los papeles que tenía en la mano de lado y lo miró.

-Pues hazlo una cuarta vez- Sentenció Tom.

-¿Por qué quieres tanto dinero?, ¿que necesitas?- Pregunto su padre.

- Quise hacer una fiesta a lo grande este fin de semana y no pude por que no pude ni comprar la mitad de las cosas papá- Dijo Tom y miró hacia abajo con tristeza, sabía que esas cosas hacían su padre cediera.

-¿Lo podemos hablar más tarde a esto hijo?, tengo que hacer entrevistas, ¿te acuerdas de Cristina?, se tiene que jubilar, necesito alguien que la reemplace- Dijo su padre.

-Yo no tengo nada más que decir que me tienes que aumentar el limite, ya lo sabes- Sentenció Tom y se levantó y se fue de la empresa.

Por otro lado, quien había sido casi atropellado por Tom claramente fue Bill quien un poco molesto había entrado en la empresa luego de eso y se había dirigido hasta el 5to piso por recomendación de la recepcionista, fue hasta allí en uno de los ascensores y se sentó en una de las sillas que la secretaria del supuesto jefe le había indicado, estaba junto a otras personas, lo que significaba que tenía competencia para ganar este puesto, mientras estaba ahí a los 2 minutos vio entrar rápidamente al chico que casi lo atropella por la puerta que decía "Jefe",y se preguntó ¿cómo es que nadie le decía nada?, ¿cómo podía entrar así sin golpear?, era una falta de respeto, pero Bill prefirió guardarse sus comentarios para sí mismo, luego de unos minutos lo vio salir de vuelta rápidamente y luego salió el jefe que hizo entrar a la gente junto a él para entrevistarlos hasta que le tocó a él.

- Buenos días señor- Dijo Bill al entrar a la oficina del jefe.

-Buenos días joven, siéntese- Dijo el jefe.

-Bien, me he leído sobre usted, su extenso currículum y quisiera hacerle algunas preguntas, ¿esta de acuerdo?- Pregunto el jefe mirándolo.

-Si señor- Contestó Bill.

El jefe le hizo la entrevista, le preguntó sobre sus trabajos anteriores y sobre qué tanta era su experiencia sobre puestos similares, Bill respondió todo correctamente y con mucho respeto y confianza, lo cual hizo que el jefe le ofreciera el puesto al final de la entrevista a él, Bill por supuesto que aceptó y se dieron la mano confirmando la nueva relación "jefe-empleado", el jefe hizo que se fueran las personas que habían quedado para tener la entrevista también anunciando a su nuevo recepcionista, Bill.

Bill reemplazaría a la mujer que lo había recibido a penas entró en la empresa, comenzaría al dia siguiente y la mujer tendría vacaciones hasta que se efectuara su jubilación.

Bill salió de la empresa totalmente emocionado y lo festejo comprándose un pedazo de torta en una repostería cercana a la empresa, allí volvió a ver a quien casi lo había atropellado, quien se lo quedó mirando de arriba a abajo.

-¿Que miras?- Preguntó Bill.

-A ti, ¿no es obvio?- Contestó el chico.

-¿Qué tengo?- Dijo Bill.

-Unos ojos muy bonitos, pero además, la porción de torta que yo quería- El chico lo miro con cara de pocos amigos. -Te pagaré el doble si me lo das a mi- Dijo Tom hacia la chica que atendía la repostería, ella los miró a ambos y se quedó parada, no sabía que hacer.

Ahí mismo comenzó una discusión por quien se quedaría con la porción, hasta que Tom rompió sin querer uno de los vidrios del mostrador, la alarma sonó y la policía estaba en camino, la chica que atendía se hizo para atrás del susto, Bill lo miró enojado, y Tom, bueno... salió corriendo pero antes le tiro un buen par de billetes a la chica.

Quédate conmigo. (Toll) (TWC-NR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora