Two Doors Down [OS Kaylor]

Parte 3

— ¡Taylor! ¡Taylor detente! —. La ignoro, no puede hacerme esto, mi corazón aun no encuentra su ritmo adecuado, creí que al verla volvería a sentirme completa, pero estar en esa fiesta, solo fue un recordatorio de todo lo que hizo mal antes de irse y dejarme lidiando con toda su mierda. — Por favor para —. Llega hasta mi y me toma del brazo, yo me zafo, pero ella vuelve a tomarme. — Taylor....

— ¡Vete a mierda Karlie! ¡Vete! Dejadme en paz, ya lo hiciste una vez —. Estoy llorando, veo que ella sus ojos empiezan a brillar, lucha contra las lágrimas, despega la mirada de la mía como si no lo soportara y la desvía.

— Por favor, Taylor...

—¿Y que mierda haces siguiéndome como una maldita psicópata? Me has asustado aparte de todo —. Le reprocho soltándome por fin de su agarre.

— No era mi intención, yo... —. Su voz suena débil, se quiebra y sus manos nerviosas viajan por el cabello que lleva recogido, por su frente y se posan por fin en sus caderas.— Llegue a tu casa pero nadie ha salido, me senté a esperar, estaba dispuesta a quedarme ahí en los escalones de la entrada hasta que alguien me abriera o llegara, pero luego te vi, creí verte, venías de casa de Nicole y.... no estaba segura, no pensé que estuvieras en una fiesta de esas, luego te disté la vuelta y yo solo...

— Solo me seguiste por varias cuadras como una loca de mierda... —. La ira que siento es incontrolable, estoy sorprendida, no asimilo que esta frente a mí, y aun así puede más mi rencor.

— ¿Quieres dejar de insultarme...?

— No en realidad no quiero —. La golpeo en el hombro y la alejo de mí. Quiero descargar mi enojo, quiero decirle todo lo que me juré que le diría si volvía, pero no puedo, mis ganas de llorar pueden más, ahogo un sollozo y me abrazo a mi misma, sintiendo el frio de la noche en mi piel.

— Taylor lo siento —. Se disculpa y ahora también está llorando. — Esperaba que en todo este tiempo pudieras llegar a perdonarme, y...

— ¡Esperaste mal! —. Le grito limpiándome las lágrimas con rabia. — ¡Yo también espere cosas! ¡Yo espere que regresaras, que te pusieras en contacto, esperaba que dejara de doler, esperaba que...

No puedo seguir. Ella solloza y se aparta de mí, la veo caminar hasta la farola, se recarga en el poste y parece tan desolada, dolida, debería dolerle, apuesto que aun juntando todo el dolor que parece que la atraviesa, con su culpa, no se compara con lo que yo sufrí.

— ¿Por qué me hiciste eso? —. Es la cuestión que mas me ha causado conflicto, el por qué me haría algo así. Creo que no me ha oído, aunque se ha alejado, no es lo suficiente como para no oírme. Estoy a punto de repartirle la pregunta cuando por fin me responde.

— Porque tú me hiciste esto a mi —. Arrugo mi frente sin entender, de que está hablando, yo no le hice nada, pero ella se lleva la mano al pecho a la altura de su corazón y entiendo de lo que hablaba en su carta. — Taylor yo no pedí sentir nada de esto.

— No por supuesto que no...

— Por favor, ¿al menos leíste la carta? —. Se acerca a mi con desespero, me permito contemplarla cuando llega frente a mí de nuevo, solo ha pasado un año, pero es como si hubiera pasado una vida, su cabello esta mas largo, el corte es diferente y parece incluso mas delgada, mas formada. Su ropa es mas cara que la mía, es obvio que pertenece a otro mundo. — Yo no pude avisarte, te fuiste sin decirme primero...

— ¿Y fue tu forma de vengarte? —. Ella me mira con asombro.

— ¡Por supuesto que no! ¡Claro que no! ¿cómo puedes pensar asi de mí? No estaba en mis manos ­­—. En el fondo lo sé, entiendo perfectamente, pero me era más fácil culparla de todo, porque asi podía odiarla y olvidarla.