Capítulo XII

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Había llegado el momento de que Midoriya confiese sus sentimientos por su mejor amiga.

O eso quisiera decir, pero actualmente está en la habitación compartida de Izukus.

Sus dos contrapartes daban suspiros de frustración mientras estaban sentados en el suelo mirando cualquier parte del suelo excepto a él.

Iron Man: Te dejamos hace una hora para que converses con ella, amigo.

Ghost Rider: ¿Y nos dices que no te confesaste? ¿Qué sucedió ahora, te rompiste otro hueso? — preguntó.

Midoriya: Pues, verán…

Hace una hora…

Midoriya: ¡Uraraka-san!

Uraraka: ¡Oh, Deku-kun! — dijo al verlo aterrizar hacia ella con su quirk.

Midoriya: ¿Ya desempacaste todo? — preguntó mientras se acercaba.

Uraraka: Sí, no es como si tuviera muchas cosas de todas formas. Y las otras yo apenas tenían sus trajes de héroe — respondió.

Midoriya: Yo igual, sólo traje un cambio de ropa. Y ellos dos también.

Ambos dirigieron sus miradas hacia la ciudad, mientras el viento corría y disfrutaban del silencio.

Pero, eso sólo duró unos segundos.

Midoriya: Uraraka-san… gracias, por lo de antes — dijo haciendo que ella lo mire — No tuve la oportunidad de agradecerte adecuadamente. Y realmente estoy agradecido por lo que hiciste.

Uraraka: Aww rayos, no hice tanto — dijo mientras alborotaba su cabello por la vergüenza — Siempre te preocupas por las cosas pequeñas, ¿no es así?

Midoriya: Ya me conoces — dijo pasando su mano por su cabello — ¿Qué estabas haciendo aquí afuera?

Uraraka: ¿Hm…? Sólo estaba… mirando la ciudad.

Midoriya: Ya veo.

Uraraka: ………

Midoriya: ………

Uraraka: Sabes… soy un bicho raro — comentó con las manos en la espalda.

Midoriya: ¡No, no lo eres! Eres fuerte, eres compasiva, tu peinado te queda muy bien, eres hermosa, er-

Uraraka: ¡No! ¡No de esa forma! — la interrumpió sonrojada — "Me llamó hermosa. Olvídate de eso, Ochako" — pensó antes de volver a la normalidad — En aquel momento… cuando estaba gritando desde el techo, sabes… la cara de Himiko Toga de nuestro mundo se apareció en mi mente por un segundo.

Izuku la escuchó atentamente.

Uraraka: Durante el alboroto de Gigantomachia, nosotras nos enfrentamos. Yo le respondí con algo que realmente pensé que estaba bien, pero eso le cambió el rostro en la expresión más triste que he visto — comentó con pesar — La ciudad ha sido reducida a esto… así que muchas vidas han sido robadas por los villanos. Lo que la Liga ha hecho es imperdonable. Entiendo todo esto… pero aún así… no entendía que sus creencias fueran de verdad correctas. Pensando en eso, no sé nada en absoluto sobre Himiko Toga. Es por eso que estoy mirando la ciudad.

Midoriya: ¿Ah si?

Uraraka: Sí. Para nunca olvidar el daño y la destrucción que ellos causaron. Para que yo nunca piense esas cosas estúpidas otra vez… Para salvar a Himiko Toga y enmendar mi error. Y ahora que ha sido capturada, tengo la oportunidad de ayudarla — explicó antes de dar una pequeña sonrisa — Como lo hizo la Ochako del otro mundo.

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