Ángeles y Demonios ~ ELMARIANA Y ALDO_GEO.

Capitulo 5

Aldo's POV

Camino hacia fuera de la casa con Osvaldo en brazos, sinceramente es bastante ligero. Río un poco ante ese pensamiento. Intento esquivar a la gente; la cual era notoriamente menos; hasta llegar al frente de la casa, ahí me encamino hacia mi coche el cual se encontraba a una o dos calles de la casa. Abro la puerta del copiloto y con mucho cuidado dejo a Osvaldo en el asiento, abrocho su cinturón y cierro la puerta poniéndole segura a esta. Rodeó el auto hasta la puerta del piloto y subo. Antes de arrancar me detengo unos segundos para mirar el rostro de mi acompañante. "Es bastante lindo, tiene unos labios carnositos" digo para mi mismo, estiro un poco mi brazo para acariciar sus labios y viene a mi mente el beso que nos dimos en la fiesta, simplemente sonrío y arranco el coche para comenzar a conducir.

— Joder...- Recuerdo que no conozco la ubicación de la casa de Osvaldo y maldigo para mi mismo. Miro la hora, ya es algo tarde así que decido llevarlo a mi casa. No se si les había comentado pero hace unos años vivo con mi mejor amigo Roier, desde que comenzamos a ganar nuestro propio dinero haciendo cosas poco legales decidimos salir de nuestras casas. Enciendo la radio y sonrío levemente al escuchar mi canción favorita, "On my mind" de Diplo, subo un poco el volumen y comienzo a tararearla para hacer más ameno el viaje. Después de unos minutos llego a casa en donde con cuidado bajo a Osvaldo.
Entro al lugar con el chico en brazos, camino hasta mi habitación y lo acuesto suavemente en la cama.

Osvaldo's POV

Despierto un poco desorientado, llevo una mano hacia mi cabeza por el dolor que sentía.
— No mames. - Me paralizo al abrir los ojos y darme cuenta que estaba en una habitación desconocida. Miro hacia todos lados intentando descifrar donde estaba pero no tengo mucha suerte. Miro abajo de las cobijas y veo que estoy en mis bóxers y una playera que no era mía. Abro los ojos al pensar en lo que pude haber hecho la noche anterior.
— Ay Dios mío...
Me levanto para salir sigilosamente de la habitación, bajo las escaleras y camino intentando no hacer mucho ruido, entro hacia la sala y me quedo un poco desconcertado.
— Buenos días bello durmiente. - Alguien dice detrás de mi, lo cual hace que se un salto de susto. Soy media vuelta para llevarme con la sorpresa más grande de mi vida.
— ¿R-Roier? - Digo atónito
— Si, así me llamo. - Dice en tono divertido. — Ven a comer algo, el desayuno está casi listo.
Frunzo mis cejas y solo asiento, le sigo hasta la cocina donde mi sorpresa se vuelve pesadilla.
— Que bueno que ya despertaste, prepare pancakes y tocino... No se si te guste. - Dice Aldo.
— E-Ehh, si me gusta. - Digo completamente confundido.
— Perfecto, si quieres vayan a sentarse a la mesa y yo llevo lo que falta.
Solamente asiento y me dirijo hacia la mesa donde me siento junto con Roier el cual prevé divertirse.
— ¿De que te ríes?- Pregunto un poco desconcertado.
— De ti, deberías ver tu cara. - Ríe levemente.
— Bueno... Que cara pondrías tu al despertar en un lugar desconocido.
— Tienes razón.
Aldo entra con una bandeja de la comida la cual deja al centro de la mesa, yo simplemente me quedo impresionado por el desayuno que acababa de preparar. Pancakes, tocino, mermeladas, jarabes, fresas. Quien diría que sabía cocinar.
— ¿Tu cocinaste todo esto? - Pregunto una vez que se sienta.
— Si, bueno... Solo los pancakes y el tocino, lo demás solo lo compré. - Dice descomplicado
— Vaya.
— Bueno comamos.
Asiento y espero a que ellos terminen de servirse para hacer exactamente lo mismo. Llevo un bocado del desayuno a mi boca y sabe delicioso.
— Está muy bueno.
— Muchas gracias, todo se parece a su dueño.
Y ahí está el Aldo que yo conozco, simplemente río un poco y sigo comiendo.

— Ha estado muy bueno. - Digo terminando
— Cuando quiere le salen cosas buenas. - Procede a decir Roier.
— Que bueno que les gustó. - Toma los platos sucios y se levanta pero lo detiene su amigo.
— No te preocupes Aldo, tu cocinaste, ahora a mi me toca limpiar.
¿Que? ¿Limpiar? ¿Como que no son animales y dejan todo sucio?
— Yo también te puedo ayudar.- Me ofrezco
— Nah, yo puedo solo, gracias de todas formas.
Solamente asiento. Roier se va hacia la cocina y Aldo hacia la sala, yo sin saber que hacer sigo a Aldo.

Me siento en el sillón a unos metros de el.
El silencio se hace un poco incómodo después de unos cuantos segundos, el cual decido romper.
— Así que... mmm.
Aldo me mira con una ceja alzada.
— ¿Si?
— Bueno... Quisiera saber que hago aquí, en tu casa.
— Aaa, claro. En la fiesta me di cuenta que tu amiga ya no estaba y quise llevarte a tu casa pero no me sabía tu dirección, así que te traje aquí para que descansaras. Estabas bastante borracho.
Vale, eso tiene un poco de sentido, pero todavía faltaba saber porque no tenía mi ropa.
— Mmm... y... ¿pasó algo más?- pregunto un poco apenado.
— ¿Que? - me mira raro pero al ver a lo que me refería contesta rápido. — No no no, no pasó nada más, solamente te deje en la cama para que durmieras y te puse un poco más cómodo, tranquilo.
Me siento mucho más aliviado.
— Muchas gracias por hacer eso, no debías.
— Tranquilo, no es nada. Tampoco quería dejarte borracho a tu merced.
— ¿Sabes en donde está mi celular?
— Si, toma. - Camina hacia un mueble de donde saca mis cosas y me las da.
— Gracias. - Miro rápidamente mi celular y veo varias llamadas perdidas y mensajes, algunos de mi mamá y otros de Rivers.
— Madres... Creo que debería irme. - Digo mirando a Aldo.
— Vamos, yo te llevo.
— No Aldo, muchas gracias pero ya has hecho demasiado por mi. Puedo pedir un Uber.
— Tranqui, yo no tengo problema con hacerlo.
— No lo se...
— No está a discusión chiqui. Vamos, si quieres puedes cambiarte en mi habitación.
— Está bien, gracias.

Yepaaaa, otro episodio más :3 Este es un poco más largo de lo normal pero bueno jeje. Espero que les guste. Si es así den like, comenten y compartan para yo saber que si les gusta y que no le estoy escribiendo al aire jajaja.
Los tqm <3