Maureen, es esa típica chica que tú ves y dices: ¡oh... que linda! pero ella es más que eso, su rareza le permite sobrevivir a estos tiempos, está llena de misterios y filosofías que la caracterizan, y aunque Maureen carga todavía con su pasado en...
Volver amar a una persona diferente a ti, aún sabiendo que ya habías dejado de amar y juraste no volverlo hacer. ¡Imposible!
La mejor manera de volver amar, es ser sincero. Amar sinceramente es entregar todo de ti, sin importar si va funcionar o no, lo importante es que tú sepas con quien hacerlo.
Muchos personas se rehusan a volver entregar su arma más importante: El corazón.
Pero debemos hacerlo, es la única manera de sentirnos vivos, así se vive, así aprendes a sentir. Aprende a perdonar y también a recordar todo aquello que un día te afecto para que eso te sirva de impulso para no ver lo que "perdiste", pero la realidad es que nunca perdiste nada, lo mejor nunca se va.
9:00 p.m.
Ésta noche Nicolás se encuentra conmigo, estamos charlando un poco. Mientras tanto, había un estrellado perfecto en frente de nosotros, tan perfecto como el vino de mi copa en mi mano derecha.
Nicolás es bastante oportuno, para él la idea de casarse, de que nos casáramos seguía en pie como el día uno en que se le ocurrió pensarlo y sobre todo, pensarlo en voz alta. Hasta el extremo de que se escuchara en el hueco de mi corazón y en mis tímpanos escandalosos.
—¿Te casarías conmigo? Si un día pidiera tu mano...
*dice de manera inesperada*
Nicolás. Yo me casaría contigo, hasta con anillos de papel y con rosas de crochet.
—Casémonos y mudémonos a la otra fabulosa y gran ciudad, Barcelona.
—Te daré tiempo... ¡piénsalo! —dice.
Sus labios temblaban al salir esas palabras de su boca, su mano en mi mejilla me juraba que nos pertenecíamos. Su corazón latiendo ferozmente me aseguraba que estaba loco por mí, tanto como yo por él.
Las estrellas eran nuestro techo esa noche, las estrellas brillaban de felicidad, llenas de esperanza, llenas de libertad, de coraje y brillaban porque existe un "nosotros".
Ellas son testigos de lo mucho que anhelaba una persona como tú. Les hablaba de ti sin conocerte. Te esperaba con ansias, pero llegaste de la mejor manera: "inesperadamente".
Llenaste mi vida de sorpresas, tienes el don de ganarme y sacarme una sonrisa antes de fruncir mis cejas, tengo suerte. Tal ves las estrellas fugaces se rindieron de tanto pedir el mismo deseo: Un amor verdadero. Y por eso, te enviaron a ti.
Un amor que me hiciera reír antes que llorar, que me hiciera enojarme por cosas absurdas y no por problemas. Que me amara con locura, que no le diera vergüenza bailar en cualquier lugar, que en vez de eso, cualquier lugar fuese el correcto para hacerlo.
Así te pedí.
Le pedí al corazón de la vida; la existencia para mí, que me diera la oportunidad de amar y que me amaran como merezco. Pero tú cumpliste mis expectativas. No deseo conocer a nadie más, aquí pertenezco. Te permanezco. Nos pertenecemos.
Me diste algo que muy poco saben dar en estos tiempos: estabilidad, tranquilidad, respeto.
1:50 a.m.
Nicolás se ha ido... y tengo insomnio.
Escuchando música romántica me pongo a pensar nuevamente en cómo conocí a Nicolás.
——————————— Encontrarte entre miles de personas es mi parte favorita de la vida. ———————————
Inconscientemente te topas con aquello que odias, pero que habías soñado. Pero... ¿Un mensaje de texto?
En serio por internet conocí a Nicolás. ¡Dios mío! Estoy pensando de demás.
Estoy en mi balcón, no puedo dormir y me hace daño estar despierta a las 2 a.m. sin nada que hacer. Pensándolo bien el internet no es tan malo.
El intento fallido de no querer abrir el mensaje de Nicolás, es lo mejor que me ha pasado.
De pronto se volvió más profundo aquel interés y aquella gran curiosidad por querer saber más de su existencia.
Textear es una de las pocas cosas que no me gusta hacer. Bueno, aunque por "casualidad" o destino quizás, abrí accidentalmente un mensaje de un chico, quien ahora se convirtió en mi novio.
¡Mierda! Seguro que si escribo una historia sobre esto me hago viral—me digo con burla. "El accidente inesperado" — ja,ja—Buen título. No, mejor: "Un amor inesperado pero soñado". Te la rifas. ¡Seguro que sí!
¿Cómo le prohibiría a mis futuros hijos no contestar mensajes a desconocidos? No soy madre y ya me siento con tanta responsabilidad.
De pronto...
—"Vete a dormir Maureen"
*Una voz como la de ma....*
Mamá, qué caraj... ¿desde qué horas estás aquí?
Mamá, te he pedido que seas más cuidadosa en eso. ¡No me gusta que no respetes mi privacidad!
—Escribe esa historia. ¡Hazlo! y buenos títulos esos.
¡¡Mamá!!
—Okey, discúlpame. Solo pasaba porque vi encendida la lámpara y eso significa una cosa: te pasa algo o no puedes dormir.
No me pasa nada. Solo es insomnio.
—Es de tanto pensar en Nicolás o en "tus clases" por supuesto, —dice con sarcasmo. Aunque, mejor me iré a dormir yo. ¡Te amo hija!
[...]
Ahora tengo que pensar o buscar una estrategia muy buena para hablarlo con mis padres aunque, mamá seguro y diría que sí. Pero, y qué de papá....
¡Ay no!
¡Mierda!
¿Cómo se supone que una joven de 20 años le dice a sus padres que se quiere casar?
Bueno, quizás, entiendan. Ellos se casaron jóvenes también. Listo, lo tengo. ¡Perfecta estrategia!
Maureen, por favor... esto es algo serio... —me digo— dando vueltas en mi habitación.
Pero es una decisión que al final lo que yo decida eso es lo que vale, quizás mis padres entiendan o no, pero mis sentimientos, mi amor y deseos de estar con Nicolás, son muchos.
Igual, si el destino me lo obsequió, lo aprovecharé. Voy aprovechar cada bendito segundo de esta vida prestada que tenemos.
Pero...
¿Qué tal y si te quedas conmigo una noche... y le hacemos trampa a la eternidad?
NOTA DE AUTORA: Si te gusto este capítulo te agradecería que me apoyaras votando o/y comentando qué tal te pareció.
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