UN AMOR INESPERADO PERO SOÑADO

CAPITULO 18

Permíteme amarte por el resto de mi vida..."Cásate conmigo" —fueron las palabras de Nicolás ese día.

Noviembre

Muy pronto se acercaba mi cumpleaños. Nicolás, días antes me preparaba una "pequeña sorpresa".
Sin saber qué tipo de sorpresa me preparaba, yo ya estaba ansiosa. Taina, mi íntima y fiel amiga, era cómplice, sabía que algo tramaban, pero quizás, me imagine unas cuantas veces que la sorpresa sería tipo: Un boleto para algún concierto o acampar...

¡Pero ya no pensaré tanto y dejaré que me sorprendan!!

11/nov.

*Llamada entrante de Nicolas*

Hola Cariño, qué ha pasado. ¿Por qué llamas a esta hora?

—Ya es la 1 pm. habéis tenido insomnio o algo parecido—dice.

¡Madre mía! olvide la alarma, es tardísimo.

—A ver, es que yo te hablo para decirte que te pongas guapa, más de lo que ya eres ¡eh!

—Pasó por ti en 3 horas, te llevaré a un sitio muy guay—te veo luego, cariño. ¡chao!

«Odio lo inesperado, excepto a él»

No puede ser que me de una crisis ahora...

*Inmediatamente bajo del piso y me dirijo a casa de Taina, por suerte mi primo Oscar, ha dejado su patín*

Taina estaba fuera de su casa, en el balcón. "Como si estuviera esperando a alguien"

—Mau, me da gusto verte, dentro de poco voy de salida... pero para ti siempre estoy.

Por eso eres la mejor,—le digo.

Ayúdame, tengo una gran cita con Nicolás, necesito que me digas que ponerme, "quiero algo tipo que se noté que soy sexy pero poco provocativo".

—No se diga más y ponte esto, —me dice llevándome a su hermoso armario.

En serio quieres que me ponga ese conjunto que ni tú lo has estrenado, tía que va...

—Claro, ehhh...

Muchos ehh, ehh... de parte de Taina, pero confío en ella.

—Si, de hecho ese era tu regalo de cumpleaños ya qué, estamos a nada para tu fecha.

Cojo mi móvil y veo que queda solamente media hora, para que Nicolas pasé por mí.

Me veo al espejo y me veo durísima. Taina me recibió de la mejor manera para que yo me sintiera tan bien, como para ponerme un conjunto jamás visto.

04 p.m

Nicolás, puntualmente se bajó del coche y se dirigió a la entrada para recibirme.

Abro la puerta y...

*silencio total*

Cariño—ja,ja—dime algo,
—le digo con los nervios de punta por su reacción.

—Estás tan ardi-hermosa, que novia más preciosa tengo.

—Ay, cásense yaaaa—dice Taina a gritos.

"Que las estrellas fugaces te escuchen" —digo.

4:30 p.m

Hemos llegado y la cita ha sido en el museo de Van Gogh. En serio, Nicolás. Mi sueño se ha cumplido—digo,

Por suerte, parte del museo estaba de gira en el país.

—No sólo es el museo, también reservé un velador, cenaremos aquí.

Ahora soy yo la asombrada, eh.
¡Déjame respirar!—digo.

«Y así se fueron pasando las horas, hasta que el crepúsculo desapareció y las estrellas eran el mejor techo y luz de esa noche»

Continuará...