Cuando Leon abrió la puerta del piso franco donde el equipo al completo había quedado en reunirse, Patrick, Anna y Steve lo recibieron con sus pistolas apuntadas hacia él, amenazantes. En cuanto lo vieron, depusieron las armas y sonrieron, aliviados. El jefe de la D.S.O. entró seguido por su hijo y por Dorothy y, tras ellos, Riker cerró la comitiva. Rápidamente, la puerta fue cerrada, una vez todos hubieron entrado. Fue entonces cuando Patrick permitió que Claire y Beth saliesen del cuarto donde ambas se hallaban escondidas.
Al ver a su marido lleno de sangre por todos lados, la pelirroja ahogó un grito de angustia, desesperada. Scott, al verla, se abalanzó sobre ella y la abrazó con todas sus fuerzas. Sin embargo, Dorothy se dejó caer en la primera silla que vio; todavía continuaba en shock, debido a la impresión recibida. Beth quedó de pie observando a su padre, atónita.
Airado, Leon caminó hasta su esposa y se encaró con ella.
—¿Por qué, cojones, ellos estaban allí? —le preguntó, a voz en grito, mientras señalaba al niño con un dedo.
Inmediatamente, Claire le devolvió una mirada severa, una vez se dio cuenta de que toda la sangre que él llevaba encima no era debida a ninguna herida recibida.
—No grites, por favor, estás asustando a los niños —le pidió, fijando su mirada seria en sus ojos.
—¿Asustando? —preguntó, con sarcasmo—. ¿Qué mierda crees que habría pasado allí, si yo no los hubiera encontrado por casualidad? ¿Eh? —le reprochó, con malos modos.
Claire le mantuvo la mirada con desafío en absoluto silencio, molesta.
Así que, él, viendo que si seguía hablando iba a acabar siendo peor el remedio que la enfermedad, bufó con desdén.
—Me voy a dar una ducha —declaró. Y se marchó al cuarto de aseo, dejándola con un palmo de narices.
Inmediatamente Scott siguió a su padre con la mirada, abrazado al cuello de su madre.
—No te preocupes. Papá no está enfadado contigo —Claire aseguró a su hijo, cariñosa, ya más tranquila.
Por un momento, él mantuvo su silencio. Luego miró a su madre, decidido.
—Ya lo sé. Papá es el hombre más alucinante del mundo —afirmó, impresionado—. Yo no sabía, no imaginaba... —se vio obligado a callar, incapaz de encontrar las palabras adecuadas para poder expresar aquello que estaba sintiendo.
—No imaginabas que él, que en casa se muestra tan sereno, tan tranquilo y es tan cariñoso, pudiera desatar esa furia letal que le has visto mostrar hoy. ¿No es así? —su madre terminó por él, mirándolo con cariño.
—No es sólo eso, mamá. Él es...
—Una máquina de matar, cuando de zombis y de B.O.Ws se trata. Ya lo sé.
Scott asintió con la cabeza lentamente, sin dejar de mirar a su madre.
—De mayor, voy a ser como él —aseguró, de pronto, dejándola sorprendida.
La pelirroja no supo qué responder. Su hijo no se mostraba traumatizado, asustado o asqueado. Estaba totalmente hipnotizado por su padre, admirado, alucinado... Por eso, ella supo que su hijo no mentía. Sabía que, si él se lo proponía seriamente, llegaría a ser como su padre; quizá, incluso mejor. Aquel pensamiento la llenó de desasosiego. Aunque, en el fondo, aquella actitud ya la esperaba. Teniendo el padre que tenían, si no era Beth quien siguiera sus pasos, sería Scott quien lo haría. O ambos. Pero, sinceramente, no la había esperado en su hijo, sino en su hija.
—Anda, ve con Beth. Ella estaba muy preocupada por vosotros —pidió al pequeño, cariñosa—. Gracias, Nathan —dijo al hombretón, después.
Él asintió con la cabeza y, en silencio, se marchó con sus tres compañeros hacia otra de las habitaciones, donde ellos tenían muchos asuntos de los que hablar.
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☆꧁༒☬RESIDENT EVIL - PURIFICACIÓN☬༒꧂☆
FanfictionATENCIÓN A LA NUEVA PORTADA: Me la ha regalado la única, la inigualable, KheyRedfield. ¡Gracias, querida amiga! Yo te haría una a ti, pero además de que las de tus fanfics son buenas ya de por sí, yo soy un trasto haciendo portadas. Así que, tan sól...