—¡Eren para! —gritó Armin corriendo para separarlos.
Me acerqué ha ayudar a Armin, pero de un tirón en el brazo me empujaron hacia atrás.
—¡¿Te has vuelto loca?! ¡Tu hermano está drogado!
—¡Suéltame Jean!
El sonido de un cristal quebrarse nos hizo paralizarnos quedándonos congelados. Jean me tomo de los hombros y me puso tras de él cubriéndome impidiéndome el paso.
—¡Apártate! —empuje a Jean y me encontré con una escena horrible.
Mi respiración comenzaba a agitarse y mis ojos no daban crédito a lo que tenía delante.
Armin estaba tirado en el suelo limpiándose la sangre que brotaba de su labio y Eren seguía golpeando al otro chico. Habían roto un cuadro que teníamos colgado en la pared y gracias a Dios nadie se corto con los cristales.
Armin hizo un intento fallido de levantarse y Connie lo tomo del brazo pasándolo por su hombro para llevárselo de ahí.
Quite a Jean del medio que seguía sujetándome y salí disparada hacia ellos. Escuché como gritaban mi nombre pero hice caso omiso y seguí corriendo hacia adelante.
Eren alzó su puño para volver a impactarlo contra la cara de aquel chico que ya se encontraba inconsciente y en un rápido movimiento tome su brazo con mis manos y lo aprisioné contra mi pecho sujetándolo con todas mis fuerzas entre mis brazos.
—¡Eren para ya! —grite con todas mis fuerzas notando como se desgarraban mis cuerdas bucales.
Intento soltarse de mi agarre dando fuertes tirones, cuando consiguió liberarse ni si quiera se inmutó y siguió proporcionándole golpes en la cara de aquel chico. En uno de esos movimientos me dio un fuerte codazo que impactó en mi nariz haciéndome caer hacia atrás.
Note un líquido caliente descender por mis fosas nasales hasta llegar a mis labios. Estaba tendida en el suelo y todo a mi alrededor daba vueltas.
De un momento a otro todo el ruido de fondo comenzaba a oírse cada vez más lejano, mi vista empezaba a nublarse y comenzaba a ver borroso. Oi unos gritos y sentí como me tocaban la cara. No conseguía ver de quien se trataba aquella persona, solo veía siluetas moverse frente a mi y poco a poco todo comenzaba a oscurecerse.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Abrí los ojos lentamente, mi cabeza dolía horrible y sentía una fuerte presión en mi nariz.
Me incorporé en la cama a duras penas llevando mi mano a mi cabeza, ya era de día y estaba algo aturdida. Mire a mi alrededor, esta no era mi habitación, desconocía este lugar y empezaba a asustarme. Me di cuenta que llevaba puesto una camiseta gris que me quedaba demasiado grande y olía a un fuerte perfume de hombre y me imaginé lo peor.
Lo último que recuerdo de ayer fue que Eren me dio un golpe en toda la cara y después todo se volvió negro.
Escuché la puerta abrirse y ahí estaba Jean sin camiseta con una taza en la mano. Me miró y suspiro aliviado, se acercó a la orilla de la cama y se sentó ofreciéndome la taza.