Prologo

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La suerte es la salvación de unos pocos, pero un demonio para la mayoría. Michael Titorenko

¿Alguna vez has lanzado una moneda al aire solo por el hecho de apostar? Pues imagínate que al nacer alguien en algún lugar del mundo decidió lanzar esa moneda por ti, cara una vida simple y bonita, cruz una vida llena de tormentos, pero con aventuras. Imagina ahora nuevamente, un lado tiene tu rostro y el otro el de otra persona.

Hace 25 años alguien decidió eso mismo por dos niñas, lanzar una moneda al aire, dejando una marca perfecta, como si hubiera caído a toda velocidad sobre el pavimento desde lo más alto del cielo. Esta apuesta librada entre el cielo y el infierno, casi se convirtió en una maldición para este par, de no ser por las pobres almas que decidieron acompañarlas en su travesía, quien sabría si hubieran durado tanto.

Nuestra historia inicia en el momento en que esa moneda, comenzó a rodar, hasta casualmente chocar contra los pies de una joven pareja que corría en medio de la lluvia rumbo al hospital. La cual decidió no levantarla, aunque, por otro lado, un hombre con un ramo de rosas en mano rumbo a ver a su amada, bajaba de su carro y creyó que su suerte cambiaria al encontrar un centavo en el suelo.

Esa noche, se escucharon llantos y risas, regocijo y dolor, ruido de sirenas y de champagne siendo descorchada. Una niña siendo arrullada entre los tiernos brazos de su madre y otra en la cruda oscuridad, con el corazón encogido de tanto llorar.

La suerte esta echadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora