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- voy al baño!- gritó Cami en mi oído, dado que la música estaba muy fuerte.
Me dirigí a la cocina a prepararme un Fernet, cuando siento unas manos en mi cintura. Termine de prepararlo y me di vuelta.
-qué paso cordobés?
-estas hermosa, sos inteligente, tenes sentido del humor y encima preparas el Fernet increíble. Sos perfecta morocha.
-vos sos perfecto Alvarez.
Sus manos estaban en mis caderas, las mías en su nuca y nuestros labios a escasos centímetros. Un movimiento y nos comíamos.
Un cuarteto empezó a sonar de fondo y no podía no bailar con este bombón.
-veni, necesito comprobar algo.
Deje mi Fernet en manos de cami que ya había vuelto y me lleve al jugador al centro de la pista improvisada.
-ella multimillonaria y del máss alto nivelll!
-termino la secundaria con un promedio de diezzz!
-sus amigas sorprendidas no lo podían creer que una noche distraída del baile se fue con el
- este vago atorrante que nunca tuvo un cospel! Le puso puso el pecho de arranque erizandole la pieel!
- con chamuyos elegantes le pinto el mundo al revéssss! Para que siempre lo banqueee...de primera la hizo bieeeen!
El se encargó de pegar nuestros cuerpo para cantar la última parte así.
-el amor sobre toda diferencia social, dentro del calendario, cada día se va!
-a pesar de las dudas y del que dirán, el amorr puede másss...puede mássss!.
Sentí sus labios sobre los míos, correspondiendole al instante. Sus manos bajaron a mis caderas y las mías a su nuca, donde le hacía caricias.
El beso tomo otro rumbo y se empezó a intensificar. Nos separamos por falta de aire.
-vamos a mi departamento?- pregunto en mi oído, logrando que su aliento choque en mi cuello-
Le dí un pico y me lo llevé para afuera de la mano. Cami vio todo y sabía que se tenía que volver ella sola en su auto.
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Entramos a su departamento entre besos, el me alzó y nos llevó hacía su cuarto, donde me dejó cuidadosamente en su cama para subirse el arriba mío, sin apoyar todo su peso.
Empezó a dejar besos húmedos en mi cuello y yo metí mis manos por abajo de su remera para luego tirarla por algún lado de la habitación.
Saco mi vestido y tiró de mi tanga para después sacarla y dejarla por algún lado que desconozco y no me interesa saber ahora.
Empezó a dejar besos en mis pechos mientras yo bajaba su pantalón, junto con su boxer.
Entre besos se puso un condón y entro en mi. Las embestidas eran cada vez más rápidas y fuertes. Lo único que se escuchaba eran nuestros cuerpos chocar, mis gemidos y sus jadeos.
-sos increíble morocha- suspiro todavía arriba mío al acabar los dos juntos.
-hay algo qué no hagas bien cordobés?- hable en un suspiro.
-si.- lo mire- el arroz, siempre se me pasa.
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