Un pequeño error.

Especial de San Valentín.

San Valentín, una fecha que no tenía nada de especial más que el simple consumismo, ¿A quién le interesaba San Valentín?

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-¿San Valentín? - pregunto Kyouka a Atsushi quién con emoción comenzó a explicarle lo que podrían festejar en San Valentín, con toda la agencia.

-¿No te parece una buena ocasión para agradecer que nos hayan acogido aquí? - le pregunto Atsushi a esta la cual asintió un poco desinteresada, no veía bien hacerlo en San Valentín ya que normalmente era una fecha para parejas o incluso amistades.

-Podriamos preguntarle a Dazai si nos puede apoyar con ello - dijo Atsushi confiado, pero al momento recordó que esté estaba algo distraído con un tema.

-Pero no creo que nos apoye, ha estado distraído e incluso se ha vuelto más despistado que antes - dijo Kyouka recordando el actuar de Dazai.

-Ah... Desde ese día que llegó oliendo algo extraño, está bastante distraído, ¿Qué habrá podido pasar? - se preguntaba Atsushi.

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-¿Todo está bien ahí? - pregunto Koyou a la puerta en donde se escuchaban un par de quejidos, no recibió respuesta alguna pues el dueño de aquellos quejidos y sufrimiento era el peli naranja.

Seguía teniendo dolores en su abdomen y eran dolores verdaderamente insoportables, a pesar de que tenía una buena tolerancia ante los fuertes dolores pero esto le superaba.

-Necesito medicina - se dijo así mismo, aún no sabía si realmente había quedado preñado de Dazai de aquella vez que lo hicieron cuando su maldito celo estaba presente.

Rasco su frente molesto, aún no podía entender cómo se había dejado llevar ese día, y como no le había preocupado haber usado la protección necesaria, pero entre el alcohol que había ingerido y su celo no razonaba del todo.

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Cuando los dolores pasaron se dispuso a salir, ahí fuera estaba la mujer pelirosado quien le entrego un par de pastillas para el dolor.

-Tienes que revisarte, no es normal que tengas esa clase de dolores - le dijo la mujer haciendo que este asintiera con molestia.

No se podía creer su estupidez, tendría que ir con un médico de la mafia y pedirle extrema confidencialidad ante todo ya que absolutamente nadie sabía de su encuentro con Dazai.

Que si bien aquel no era odiado por absolutamente nadie de la mafia no podía dejar que nadie se enterará. También podrían echarle en cara su error, pero lo más preocupante era saber si había algo o mejor dicho alguien creciendo en su interior, era algo que le tenía la cabeza comida.

Necesitaba salir, así que salió del edificio de la mafia y entonces ahí encontró a Dazai quien lo miraba en modo de burla.

-¿Qué demonios haces aquí? - pregunto este acercándose al más alto  el cual sonrió y le arrojó una pequeña caja, que desprendía un buen aroma.

-Es un regalo, ya sabes de San Valentín, un poco adelantado pero de San Valentín, cuídate Chuuya~ - dijo Dazai para así comenzar a caminar, ¿Qué demonios? ¿Por qué le había eso?

Pero, ¿Eran chocolates? Se atrevió a abrir la caja la cual solo contenía una nota y un pequeño pero fino chocolate.

La nota decía "Eres idiota si lees esto" cosa que hizo enojar al más bajo pero al reverso observo otro escrito que decía "Por favor cuídate".

Le sorprendía que Dazai se preocupará pero bueno, antes habían sido compañeros de equipo, además ya habían peleado de nuevo juntos, y aunque no quisiera admitirlo se preocupaba también por él.

Que sentimiento tan complicado provocaba esa patética festividad.  

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